Un mundo en di¨¢spora continua: por qu¨¦ los refugiados son un activo contra la recesi¨®n
Los migrantes impulsan la innovaci¨®n, el comercio y mejoran los balances fiscales de sus pa¨ªses de llegada
Vivimos una era de di¨¢spora y ¨¦xodo. Las migraciones internacionales han aumentado en los ¨²ltimos 50 a?os. Dejando demasiada rabia, demasiadas l¨¢grimas. Los migrantes son utilizados como arma dentro de las estrategias de ¡°guerra h¨ªbrida¡± en la nueva escalada fr¨ªa. La advertencia de Carmen Gonz¨¢lez, investigadora principal del Real Instituto Elcano, acerca de la crudeza de la batalla, amanece en las portadas de los peri¨®dicos. Ataques cibern¨¦ticos, bloqueo de las rutas comerciales, refugiados clim¨¢ticos y de conflictos b¨¦licos utilizados al igual que munici¨®n. ¡°Sobre todo en los gobiernos poco preocupados por el respeto de los derechos humanos¡±, precisa la experta.
Cuantificar ese incesante discurrir de pasos ser¨¢ complejo. Nitya Rao, miembro del Comit¨¦ de Seguridad Alimentaria (CSA) de Naciones Unidas, calcula que en 2020 hab¨ªa 281 millones de migrantes internacionales movi¨¦ndose entre pa¨ªses. El 3,6% de la poblaci¨®n del planeta. M¨¢s del 40% (unos 115 millones) naci¨® en Asia y casi el 20% procede solo de seis fronteras: India, China, Banglad¨¦s, Pakist¨¢n, Filipinas y Afganist¨¢n. En los ¨²ltimos meses de 2021 hab¨ªa 89,3 millones de personas desplazadas por las guerras, la persecuci¨®n y la violaci¨®n de los derechos humanos. Un 8% m¨¢s que durante 2020. Los datos de ACNUR superar¨ªan el hito de los 100 millones si a?adimos Ucrania y Afganist¨¢n.
El cruce de caminos que va de la migraci¨®n a la econom¨ªa desencadena interacciones complejas. ¡°Este fen¨®meno provoca retos y oportunidades para los pa¨ªses de acogida y, tambi¨¦n, de origen¡±, reflexionan en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Su llegada puede deprimir los salarios a corto plazo y desplazar a algunos trabajadores nativos que compiten con ellos e incrementar ciertos gastos fiscales. Un refugiado cuesta a la UE ¡°desde 8.000 a 10.000 euros en el primer a?o, sobre todo en alojamiento y ayudas¡±, avanza Giovanni Peri, director del Centro Internacional de Migraci¨®n de la Universidad de California, en una entrevista en la bit¨¢cora del FMI. Dentro de esa complejidad, tambi¨¦n contribuyen a la innovaci¨®n, estimulan el comercio internacional y mejoran los balances fiscales a largo plazo. Varios estudios del FMI y del Banco Mundial lo avalan.
Empiezan a surgir algunas pruebas de las ventajas econ¨®micas de la acogida de desplazados de Ucrania. ¡°Antes de la invasi¨®n rusa, m¨¢s de un mill¨®n trabajaba en Polonia¡±, recuerdan en el Banco Europeo para la Reconstrucci¨®n y el Desarrollo (BERD). Ahora son 1,2 millones. ¡°El cuidado de los ni?os puede ser importante [en sus opciones laborales] pues quienes llegan son, por el momento, mujeres¡±, destaca un portavoz del organismo. Los hombres adultos luchan en el frente y ellas, y sus familias, aguardan que se ilumine el m¨®vil. ¡°Porque la historia demuestra que las recesiones y el aumento del coste de la vida colocan a m¨¢s personas en situaciones de precariedad econ¨®mica, lo que provoca hostilidad hacia los inmigrantes y refugiados¡±, analiza Andrew Firmin, experto de Civicus.
Durante d¨¦cadas, la narrativa del FMI y del Banco Mundial ha sido que la prosperidad global llegar¨¢ eliminando las barreras al comercio y los flujos econ¨®micos. ?Y las personas? El economista Michael Clemens ¡ªexperto en migraciones¡ª argumenta que si se levantaran las trabas a la movilidad de la mano de obra, las ganancias estimadas oscilar¨ªan entre el 50% y el 150% del PIB mundial.
Alemania avis¨® en enero de que si no consegu¨ªa aumentar el n¨²mero de trabajadores con la inmigraci¨®n podr¨ªa socavar la productividad y poner en peligro la transici¨®n energ¨¦tica. Y, cerca de sus fronteras, las bombas siguen detonando. Los enfrentamientos provocan profundas crisis demogr¨¢ficas. Durante la Gran Guerra ¡ªobserva Guillaume Vandenbroucke, economista del Banco de la Reserva Federal de San Louis, en el ensayo Fertilidad y guerras: el caso de la Primera Guerra Mundial en Francia¡ª las tasas de natalidad de las naciones europeas se desplomaron. Las muertes jam¨¢s alumbran vidas. ACNUR estimaba en junio que entre el 12% y el 15% de la poblaci¨®n ucrania (unos 5,1 millones de personas) a¨²n viv¨ªa en otros pa¨ªses. Fuera de Europa act¨²an igual que cientos de miles de importadores individuales. Provocan una fuga de divisas ¡ªacorde con el Banco Nacional de Ucrania¡ª de 100 millones de d¨®lares diarios. Alfa Bank estima que el uso en el extranjero de sus tarjetas creci¨® del 8% (antes de la invasi¨®n) al 28% en mayo pasado.
Esta di¨¢spora de econom¨ªa y personas trae sorpresas. ¡°Todo el mundo sabe que durante el colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica muchos cient¨ªficos e ingenieros emigraron a Occidente. Pero pocos conocen que esa fuga de talento ha continuado. En 2014, cuando Rusia invadi¨® Crimea, y se convirti¨® en un Estado muy autoritario, bastantes rusos abandonaron su tierra. Ahora llegan noticias de que cientos de miles quieren irse¡±, relata Peri. Y los primeros en salir son matem¨¢ticos, ingenieros, cient¨ªficos, esenciales para una econom¨ªa.
D¨¦cada tras d¨¦cada, Europa y Estados Unidos han defendido una pol¨ªtica migratoria de ¡°ojo de aguja¡±. Desde 1965 unos 50 millones de inmigrantes fueron expulsados de EE UU, casi el mismo n¨²mero que vive hoy en el pa¨ªs. En un libro publicado en mayo, Streets of Gold: America¡¯s Untold Story of Immigrant Success, por Ran Abramitzky y Leah Boustan, economistas de las universidades de Stanford y Princeton, respectivamente, desmontan, con una inmensidad de datos, la leyenda negra del emigrante.
Todos los emigrantes que llegan a EE UU vienen dispuestos a trabajar duro para ponerse a la altura econ¨®mica del resto. ¡°Los hijos de inmigrantes de casi la totalidad de las naciones del mundo, incluidas las m¨¢s pobres como M¨¦xico, Guatemala y Laos, tienen una mayor movilidad ascendente que los v¨¢stagos de residentes nacidos en Am¨¦rica y que se criaron en familias con un nivel de ingresos similares¡±, escriben. ¡°Los inmigrantes de hoy ascienden en la escala econ¨®mica al mismo ritmo que lo hac¨ªan los europeos en el pasado¡±.
Sin rastro de los n¨®madas digitales
La economía genera espejismos. Arena donde debería brotar agua. El teletrabajo parecía, al principio de la pandemia, destinado a zarandear la migración internacional. Pero sus efectos son “contradictorios”, asume Carmen González, investigadora principal del Real Instituto Elcano. Puede aumentar el tránsito de profesionales hacia países o zonas con mayor calidad de vida y menores costes. Encender el ordenador en Canarias y trabajar para una firma inglesa. Sin embargo, la tecnología admite el viaje contrario. El efecto es la reducción del volumen de migrantes internacionales. “Los expertos de un país podrían prestar sus servicios en una compañía extranjera sin trasladarse allí donde se encuentran las instalaciones”, desgrana la analista. “Muchos profesionales españoles, emigrados a Alemania o el Reino Unido durante la crisis sanitaria, descubrieron, en ese periodo, que era posible trabajar para la misma compañía desde España”. Además, tampoco existe ninguna evidencia estadística de que el teletrabajo esté fomentando la movilidad interna dentro del país. Espejismos. Nómadas sedentarios.
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