Las empresas de talla intermedia tambi¨¦n existen

Un movimiento empresarial se viene produciendo y tomando cuerpo desde hace un tiempo en el seno de la Uni¨®n Europea. Se trata de la iniciativa de la European Family Businesses (EFB), el equivalente al Instituto de la Empresa Familiar espa?ol en el ¨¢mbito europeo, de proponer cambios en las categor¨ªas de las empresas para facilitar su desarrollo y crecimiento. Es decir, crear una nueva categor¨ªa intermedia que se encuadre entre las pymes (peque?as y medianas empresas) y las grandes empresas. Se las denominar¨ªa mid-caps (mediana capitalizaci¨®n, en ingl¨¦s) o empresas de talla intermedia.

Esta categor¨ªa recoger¨ªa a las empresas que han rebasado el techo de lo que se define como pyme en Europa (hasta 250 trabajadores y 50 millones de euros de facturaci¨®n) y se encuentran en tierra de nadie porque tampoco llegan a la consideraci¨®n de grandes empresas. Su curva de crecimiento las saca del escal¨®n m¨¢s bajo y no se pueden beneficiar de las pol¨ªticas regulatorias y los programas de apoyo de los que disfrutan las pymes. Operan como una mediana empresa ¨¢gil y resiliente; pero, al tiempo, est¨¢n muy lejos de tener la capacidad y el m¨²sculo necesario para abordar los requisitos de cumplimiento normativo de una gran empresa.

Esa circunstancia provoca que, a menudo, muchas de esas empresas sean reacias a rebasar la l¨ªnea de crecimiento que marca la calificaci¨®n de pyme y que hace que se las considere grandes y, por tanto, se les impongan exigencias normativas como si ya fueran grupos con actitudes m¨¢s ambiciosas. Una vez que el negocio supera los 250 empleados, la empresa tiene que cumplir con las mismas regulaciones que una gran empresa, a menudo desalentando a las peque?as empresas a dar un impulso para seguir creciendo. Aunque no se han establecido ningunos l¨ªmites para considerar a esta categor¨ªa, se han barajado las cifras de 500 millones de euros y 1.500 empleos.

La citada instituci¨®n ha solicitado a la Comisi¨®n Europea y al Parlamento Europeo desarrollar esa nueva categor¨ªa que est¨¦ bien definida en la UE, con pol¨ªticas espec¨ªficas que permitan su desarrollo y no frenen su crecimiento. EFB se basa en el impacto econ¨®mico y social y las contribuciones que hacen y pueden seguir haciendo en la econom¨ªa. El objetivo, seg¨²n el espa?ol Jes¨²s Casado Navarro-Rubio, director general de EFB, es ayudar a los responsables pol¨ªticos europeos a comprender el potencial de crecimiento y el impacto de estas empresas, as¨ª como aclarar los beneficios que se desprenden de crear una categor¨ªa distinta para las empresas de talla intermedia con el apoyo pol¨ªtico espec¨ªfico. Los promotores reconocen que ¡°es dif¨ªcil para el Gobierno entender que no operamos como una gran multinacional, y necesitamos un sistema diferente para administrar la empresa¡±, pero quieren que entiendan los beneficios que tendr¨ªa la adaptaci¨®n.

Si bien se trata de una regulaci¨®n nacional, el respaldo desde Europa a una nueva categor¨ªa alentar¨ªa a cada pa¨ªs a abordar las regulaciones y pol¨ªticas apropiadas para las empresas intermedias. Este no es el caso hoy en d¨ªa, y animar¨ªa y permitir¨ªa a estas empresas seguir creciendo.

El t¨¦rmino mid-cap, de hecho, ha aparecido en algunos documentos del Parlamento y de la CE. Un ejemplo es la Directiva de Debida Diligencia sobre Sostenibilidad de las Empresas (CSDDD), en la que se argument¨® qu¨¦ categor¨ªas de negocio estaban cubiertas y se redujo significativamente tras las reflexiones del Consejo, en particular por lo que se refiere a las pymes. En el caso de las mid-cap de sectores de alto impacto, las normas se aplicar¨¢n despu¨¦s de un periodo transitorio. Adem¨¢s, las obligaciones de diligencia debida de estas empresas se limitan ¨²nicamente a los impactos graves relevantes para su sector.

Se estima que en torno al 70% de las empresas intermedias son de propiedad familiar, consolidadas en varias generaciones. Las empresas familiares representan entre el 70% y el 90% del PIB mundial y m¨¢s del 60% de todas las empresas en Europa. Adem¨¢s, desempe?an un papel importante como creadores de empleo, impulsores de la innovaci¨®n y mantenimiento del medio rural utilizando el suministro local y contribuyendo a la sostenibilidad del bienestar de sus comunidades. Se trata, por tanto, de fuentes esenciales de empleo, principales contribuyentes a la prosperidad econ¨®mica local y regional, catalizador del crecimiento econ¨®mico y de la responsabilidad social, impulsores de la innovaci¨®n, estimuladores pol¨ªticos para integrar una cultura empresarial en la UE y reducir la deslocalizaci¨®n.