Vodafone sigue atrapado en su laberinto
Nick Read, consejero delegado del operador brit¨¢nico, abandona el cargo a finales de a?o presionado por los accionistas, descontentos con la marcha en Bolsa del grupo
Cuando Nick Read cogi¨® las riendas de Vodafone en octubre de 2018, el grupo brit¨¢nico era una especie de ONU de las telecomunicaciones, no solo por la cantidad de pa¨ªses en los que estaba presente, sino porque le costaba adoptar medidas estrat¨¦gicas. El ejecutivo se marc¨® como objetivo aligerar esa estructura y hacer m¨¢s ¨¢gil la toma de decisiones. Cuatro a?os despu¨¦s, el grupo ha aminorado un poco su tama?o pero sigue siendo una mezcolanza que opera bajo su marca en 22 pa¨ªses (y asociado con otras firmas en otros 47), con el centro del negocio en Europa, una filial africana cotizada, y mercados tan ex¨®ticos como Turqu¨ªa o Australia. Y, lo que es peor, en ese periodo no ha conseguido frenar la ca¨ªda de ingresos y rentabilidad, lo que se ha reflejado en el precio de las acciones, que ha perdido un 40% desde que se hiciera con el cargo, incluida una bajada de casi el 20% en los ¨²ltimos doce meses (aunque en la l¨ªnea de otras operadoras como Telef¨®nica, cuya cotizaci¨®n ha ca¨ªdo a la mitad en los ¨²ltimos tres a?os).
La presi¨®n dentro del consejo se ha hecho insostenible y la pasada semana se anunciaba que Read dejar¨¢ su cargo como consejero delegado el pr¨®ximo 31 de diciembre. La junta de Vodafone ha iniciado un proceso para encontrar un nuevo consejero delegado. Mientras tanto, la actual directora financiera de la operadora, Margherita Della Valle, ha sido nombrada consejera delegada interina. La dimisi¨®n encubierta de Read se produce en un contexto en el que los nuevos accionistas que han entrado en la operadora se muestran mucho m¨¢s agresivos y deseosos de rentabilizar su inversi¨®n.
La rebeli¨®n ha sido encabezada por el magnate franc¨¦s Xavier Niel, que adquiri¨® en septiembre un 2,5% de la compa?¨ªa, tras ver como se abortaba a comienzos de este a?o el intento de compra de 11.250 millones de euros por la filial italiana de Vodafone lanzada por Iliad, participada por Niel y el fondo de inversi¨®n Apax Partners. Read rechaz¨® la oferta por considerarla insuficiente. Ahora, con los ingresos en Italia cayendo un 2,8% en el primer semestre fiscal, tendr¨ªa dif¨ªcil conseguir una oferta similar.
Niel se ha aliado a otros accionistas como Cevian Capital, BlackRock, o Vanguard Group y HSBC Holdings para exigir a Vodafone que saque m¨¢s partido a sus activos (fundamentalmente las redes) y abandone los mercados no rentables. La amenaza m¨¢s evidente si el sucesor de Read no toma decisiones r¨¢pidas en ese sentido, puede venir de Etilasat. El operador de Emiratos ?rabes Unidos acaba elevar su participaci¨®n al 11% del capital de la operadora, con una inversi¨®n cercana a los 5.000 millones, y ya suenan rumores de opa.
Read ha adelgazado ligeramente el mapamundi aunque con operaciones casi anecd¨®ticas. Los 10 mercados m¨¢s peque?os de Vodafone solo representan el 15% de la valoraci¨®n total del grupo, seg¨²n JP Morgan. As¨ª, se han vendido las filiales de Hungr¨ªa, Nueva Zelanda, Malta y Qatar, y ha integrado sus activos africanos en su filial Vodacom. El grupo tambi¨¦n ha desagregado las torres de antenas m¨®viles en una empresa de infraestructura independiente (Vantage Towers), dando entrada Global Infrastructure Partners (GIP) y KKR en una operaci¨®n que puede dispararse hasta los 7.100 millones por casi la mitad de la sociedad.
Pero no ha podido llevar a cabo ninguno de los movimientos de consolidaci¨®n en los grandes mercados que prometi¨®. Tras negar la puerta a Iliad en Italia, en el Reino Unido est¨¢ en conversaciones con CK Hutchison, propietario de Three, para la fusi¨®n de sus negocios el pa¨ªs, con el objetivo de crear un operador l¨ªder en el mercado, aunque no se ha llegado a cerrar ning¨²n acuerdo y, en caso de hacerlo, tendr¨¢n complicado obtener el visto bueno del regulador brit¨¢nico. En Portugal, adquiri¨® los activos de M¨¢sM¨®vil. Y en Espa?a, fracasaron sus negociaciones para fusionarse con M¨¢sM¨®vil, que finalmente eligi¨® a Orange en su proceso para crear el segundo gran operador que le haga frente a Telef¨®nica.
Los ingresos del grupo se han mostrado pr¨¢cticamente planos en estos cuatro a?os y de hecho, para este ejercicio fiscal ha tenido que revisar a la baja sus previsiones de beneficios ante las perspectivas de recesi¨®n en Europa, especialmente en el Reino Unido y Alemania. La operadora brit¨¢nica obtuvo un beneficio neto de 986 millones de euros en los seis primeros meses de su a?o fiscal, un 1% menos que en el mismo periodo del ejercicio precedente, mientras que la cifra de negocio entre abril y septiembre alcanz¨® los 22.930 millones de euros, un 2% m¨¢s.
Repercusi¨®n en Espa?a
A buen seguro que la salida de Read tendr¨¢ una repercusi¨®n en Espa?a. La filial espa?ola es la que peor comportamiento tuvo en el primer semestre: sus ingresos por servicio cayeron un 4,5%, frente a los retrocesos de Italia (-2,8%) y Alemania (-0,8%) y el incremento en el Reino Unido (+6,7%). Para hacer frente a esa merma de ingresos, Vodafone ha decidido ligar sus precios a la inflaci¨®n, una medida que en Espa?a supondr¨¢ un aumento del 8,1% de las tarifas a partir de enero.
En el Mobile World Congress de Barcelona de 2019, apenas unos meses despu¨¦s de su nombramiento, Read asegur¨® que nunca hab¨ªan pensado en la venta de la filial espa?ola. Su sucesor puede cambiar de idea. Por el momento, tendr¨¢ encima de la mesa el reto de rentabilizar la red fija de banda ancha la que se estima que puede arrancar hasta 4.000 millones de euros. No lo va a tener f¨¢cil. Gran parte de esa red (7,5 millones de l¨ªneas) son del cable (HFC), una tecnolog¨ªa obsoleta heredada de la compra Ono. Fue precisamente esta operaci¨®n, por la que pag¨® 7.200 millones de euros en 2014, la que supuso el principio del declive imparable en Espa?a. No solo no le dio una ventaja competitiva sino que lastr¨® la inversi¨®n para el despliegue de fibra ¨®ptica.
Y aunque el despliegue de red sigue siendo vital, el mayor desaf¨ªo de Vodafone en Espa?a es enderezar su rumbo comercial. Mes a mes se deja una sangr¨ªa de clientes y, pese a su valiente renuncia al f¨²tbol y su apuesta por las plaformas de streaming de cine y series, no logra mantener a los clientes de m¨¢s valor. Solo Lowi, su marca de bajo coste, resiste la embestida de operadoras tan agresivas como M¨¢sM¨®vil o Digi. Si no hay un cambio de tendencia pronto, el sucesor de Read puede reconsiderar la presencia del grupo en Espa?a.
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