Francisco Blanch (Bank of America): ¡°La crisis energ¨¦tica no se resolver¨¢ hasta que haya un acuerdo con Rusia¡±
El responsable de materias primas de la entidad augura precios de 100 d¨®lares por barril de petr¨®leo hacia la segunda mitad de 2023, cuando se reactive plenamente la econom¨ªa china
Francisco Blanch (Madrid, 49 a?os), uno de los espa?oles con mejor informaci¨®n sobre la coyuntura energ¨¦tica, est¨¢ sacando provecho de las oportunidades que ha brindado la pandemia para el trabajo en remoto. Tras m¨¢s de dos d¨¦cadas fuera ¡ªel Reino Unido primero, Estados Unidos despu¨¦s¡ª, hace un a?o cambi¨® Nueva York por su ciudad natal manteniendo su responsabilidad como jefe global de materias primas y derivados de Bank of America. Desde esa atalaya, que le concede una visibilidad ¨²nica sobre el panorama econ¨®mico actual, recibe a Negocios en una fresca -que no fr¨ªa- ma?ana de enero.
Pregunta. Si nos llegan a decir hace unos meses, con todos los temores disparados sobre la crisis energ¨¦tica, que en enero ¨ªbamos a estar como estamos, hubi¨¦ramos firmado sin dudar. Se han alineado los astros en lo meteorol¨®gico.
Respuesta. Se ha pagado, y mucho, por el gas, con un impacto enorme tanto en las familias como para los Gobiernos en forma de d¨¦ficits presupuestarios. Adem¨¢s, hemos tenido la gran suerte de que el invierno est¨¢ siendo muy templado, y eso ha terminado por descolocar a [Vlad¨ªmir] Putin. Su estrategia era apretar las tuercas a Europa en un invierno fr¨ªo.
P. ?Qu¨¦ m¨¢s factores han entrado en juego?
R. Ha habido otro, importante: EE UU ha rescatado a la UE de sus propios errores insistiendo en que hab¨ªa que cambiar la pol¨ªtica de sanciones de bloqueo completo a un tope en el precio del petr¨®leo de 60 d¨®lares por barril. Tambi¨¦n ha relajado las sanciones a los barcos que transportan crudo ruso. Se han diluido mucho las sanciones y eso ha contribuido a relajar los mercados energ¨¦ticos.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. EE UU ha dicho: ¡°Mejor vamos a intentar que aumente la oferta, que caiga el precio y que, as¨ª, los rusos ganen menos dinero¡±. En 2022, con el TTF [el mercado gasista holand¨¦s, el principal en la UE] en los niveles en los que lleg¨® a estar, y a pesar de exportar una peque?a fracci¨®n que en a?os anteriores, Rusia gan¨® mucho m¨¢s dinero. A largo plazo, para ellos es pan para hoy y hambre para ma?ana; pero a corto, el precio lo est¨¢bamos pagando nosotros. Al final se han dado cuenta de que lo mejor para deprimir los ingresos del Estado ruso es, en realidad, que haya m¨¢s oferta.
P. ?C¨®mo va a salir Rusia del atolladero en el que se ha metido?
R. Mucho m¨¢s d¨¦bil. Exporta, sobre todo, energ¨ªa y armas. En energ¨ªa han perdido a su principal cliente: hoy el nivel de confianza de Europa en Rusia es cero. Y en armas, la guerra no ha sido precisamente positiva para su industria. Las dos principales patas de su econom¨ªa han quedado tocad¨ªsimas. En una democracia, habr¨ªa un cambio de Gobierno que cambiar¨ªa, tambi¨¦n, su estrategia de negociaci¨®n. Pero en Rusia hay un se?or que, mientras siga arriba [en el poder], impide un cambio de ciclo en su relaci¨®n con la UE. De haberlo [un relevo en el Kremlin], tendr¨ªa un efecto impresionante sobre los mercados energ¨¦ticos, con una deflaci¨®n brutal. Y ser¨ªa muy bueno para el crecimiento econ¨®mico.
P. Aunque solo sea un efecto temporal, la guerra ha provocado una gran sustituci¨®n de gas y petr¨®leo por carb¨®n. Es una muy mala noticia en lo ambiental.
R. El a?o pasado, Europa consigui¨® energ¨ªa pagando un much¨ªsimo dinero y gracias al carb¨®n chino, que liber¨® cantidades enormes de gas en Asia. China es el mayor productor y consumidor de carb¨®n del mundo, y se ha hinchado a producir en contra de su propia pol¨ªtica, que pasa por reducirlo para aumentar las renovables. Pero as¨ª ha cubierto, en gran medida, el agujero que ha dejado el gas ruso en el mercado mundial.
P. Hay un consenso en dar pr¨¢cticamente por superado este invierno en Europa. Ahora, el foco de preocupaci¨®n est¨¢, m¨¢s bien, en el pr¨®ximo.
R. La gran suerte es que vamos a salir de este invierno con unos inventarios mucho m¨¢s altos de lo que pens¨¢bamos. Y eso nos ha dado, tambi¨¦n, un colch¨®n brutal en crecimiento econ¨®mico e inflaci¨®n. La dificultad para el que viene es c¨®mo rellenar los dep¨®sitos sin el gas ruso que llegaba a Europa por tubo. Es una iron¨ªa que el segundo mayor proveedor de gas de la UE siga siendo Rusia; eso enfatiza la gran dependencia energ¨¦tica de ese pa¨ªs, como en los ¨²ltimos 40 o 50 a?os.
P. Europa ha echado mano del gas natural licuado (GNL) como soluci¨®n de urgencia. ?Hay suficiente GNL para todos en los pr¨®ximos a?os?
R. Esa es la gran pregunta. Europa probablemente s¨ª podr¨¢ seguir trayendo una buena parte del gas que antes iba a Asia porque, aunque se est¨¦ empobreciendo r¨¢pidamente, es un continente rico. Seguiremos con precios elevados: veo muy dif¨ªcil que el TTF [el mercado gasista holand¨¦s, que se utiliza como referencia para todo el bloque] promedie menos de 80 euros [por megavatio hora] en 2023. Si no, no va a poder recibir el gas que antes iba a los pa¨ªses asi¨¢ticos.
P. No ve tan sencilla, entonces, la sustituci¨®n de gas por tubo por gas licuado, por barco.
R. El problema es que, a corto plazo, no hay capacidad suficiente de licuefacci¨®n [el proceso necesario para transportar el gas en buques metaneros]. Hay muchas bocas, nuevas regasificadoras, pero no hay alimento para todas. Nunca vamos a volver a un 40% de dependencia energ¨¦tica de Rusia, como antes de la guerra, pero vamos a necesitar algo de gas ruso por tubo a medio plazo. Por tres motivos: porque est¨¢ al lado, porque tiene mucho gas y porque es el gas m¨¢s barato.
P. No cree, entonces, que el final de la crisis energ¨¦tica europea est¨¦ a la vuelta de la esquina.
R. No se resolver¨¢ hasta que no haya un acuerdo completo con Rusia; hasta entonces, no tendremos precios aceptables de la energ¨ªa para empresas, hogares y Gobiernos. Tenemos por delante tres o cuatro a?os muy complicados en Europa. No es ning¨²n secreto: no hay energ¨ªa, vas a tener que seguir pagando mucho m¨¢s y vas a perder industria: fertilizantes, procesamiento de metales, qu¨ªmica¡
P. Europa depender¨¢ cada vez m¨¢s del sector servicios.
R. Hay mucha gente que dice que, en realidad, esas industrias no son una gran parte del PIB. Y, en parte, es verdad. Pero te est¨¢s empobreciendo a toda velocidad. Por mucho que el invierno est¨¦ siendo m¨¢s tranquilo de lo esperado en precios. BASF, por ejemplo, ha cerrado f¨¢bricas y no va a volver a abrirlas hasta que haya una visibilidad clara sobre la oferta energ¨¦tica. De nuevo, o hay una realineaci¨®n con Rusia o tendremos a?os muy complejos para el mercado mundial de hidrocarburos y de carb¨®n. No solo era el principal proveedor de Europa, sino tambi¨¦n el primer exportador mundial de gas y petr¨®leo. Rellenar ese agujero es muy dif¨ªcil.
P. ?Cu¨¢nto trastoca los planes la reapertura de la econom¨ªa china?
R. Bastante. Tanto en gas como, sobre todo, en petr¨®leo. La demanda va a aumentar mucho, en especial en el transporte. Solo en el a¨¦reo va a aumentar la demanda en 300.000 o 400.000 barriles diarios, una barbaridad. Y a eso hay que sumar que una de las formas clave de estimular su econom¨ªa el a?o pasado fue vender coches, y, aunque muchos son el¨¦ctricos, este a?o toca conducirlos. Cuando China empiece a tirar, en la segunda mitad de 2023, podemos tener una segunda ola de inflaci¨®n energ¨¦tica. Eso nos lleva a pensar que el petr¨®leo promediar¨¢ 100 d¨®lares en el a?o [lejos de los 80 actuales], con un pico de 110 en verano. No hay margen de maniobra: si EE UU y Europa tambi¨¦n estuviesen a tope econ¨®micamente, no habr¨ªa forma humana para que los precios del petr¨®leo no se fueran a la luna.
P. ?Acelerar¨¢ la crisis energ¨¦tica la transici¨®n hacia las renovables?
R. A corto plazo nos va a asfixiar a todos, pero a medio s¨ª la va a acelerar. Tenemos la suerte de que los costos de generaci¨®n de la solar y de la e¨®lica han bajado enormemente. Y eso est¨¢ permitiendo, en pa¨ªses como Espa?a, una generaci¨®n el¨¦ctrica muy barata.
P. Baja poco a poco la energ¨ªa. ?Y los alimentos?
R. Prevemos una reversi¨®n a la media. No hay una OPEP del trigo, del ma¨ªz, ni de la soja, y creemos que la presi¨®n alcista de los ¨²ltimos meses se revertir¨¢ en 2023. Los costes energ¨¦ticos est¨¢n bajando y estamos viendo cosechas bastante potentes. Es un factor desinflacionario grande.
P. ?No es el momento de que la Reserva Federal y el BCE se replanteen su pol¨ªtica tan agresiva de subidas de tipos?
R. A corto plazo, la ca¨ªda en los precios de la energ¨ªa dan un bal¨®n de ox¨ªgeno que no ten¨ªamos hace tres meses, y no me extra?ar¨ªa que los bancos centrales hiciesen pivote [dejasen de subir los tipos]. A medio, la inflaci¨®n principalmente puede venir de los salarios: si no acompa?an, es dif¨ªcil que estas subidas de precios se mantengan. Y en Europa, donde la inflaci¨®n ha venido principalmente derivada de la energ¨ªa y las materias primas, los salarios no est¨¢n subiendo como en EE UU.
P. ?Se est¨¢ pasando de frenada, entonces, el BCE?
R. La realidad es que, aqu¨ª, la inflaci¨®n no viene derivada de mano de obra. Es de oferta, no de demanda.
P. ?Le llama la atenci¨®n, entonces, que est¨¦ yendo tan lejos?
R. Hace unos meses [Christine] Lagarde dec¨ªa que en Europa hay tres trabajadores por cada empleo, mientras que en EE UU es al rev¨¦s: hay tres empleos por cada trabajador. Otra cosa es que se le olvide lo que dijo.
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