Los jueces ponen orden en el metaverso
Las marcas llevan a los tribunales sus conflictos por infracciones de propiedad intelectual en este universo
El metaverso es un nuevo mundo de realidad virtual en el que las marcas quieren posicionarse. Metaverso, a?o 1: una arriesgada y millonaria apuesta para retener a los j¨®venes que reniegan de las redes socialespero en el que tambi¨¦n se generan conflictos que, de hecho, ya han empezado a dirimirse en los tribunales. La primera batalla judicial en el metaverso ha sido el caso MetaBirkin. El Tribunal de distrito del Sudeste de Nueva York, en su sentencia del pasado 8 de febrero, ha dado la raz¨®n a Herm¨¨s en su disputa contra Mason Rothschild. El artista estadounidense deber¨¢ pagar una indemnizaci¨®n de 133.000 d¨®lares a la maison francesa por haber infringido los derechos de marca registrada vendiendo bolsos virtuales del famoso modelo Birkin en formato NFT (Non-Fungible Token, en ingl¨¦s) sin el permiso de la firma de lujo.
La resoluci¨®n ha supuesto un hito porque es la primera vez que un tribunal castiga una vulneraci¨®n de marca a trav¨¦s de tokens no fungibles en un entorno virtual. Sin embargo, aunque el contexto es diferente, el problema legal no es nuevo. Como explica Cristina Mesa, socia del departamento de propiedad industrial e intelectual de Garrigues, lo que se discut¨ªa era si deb¨ªa prevalecer el derecho de Herm¨¨s a prohibir el uso de su marca Birkin o el de Rothschild a utilizarlo de base en su producci¨®n art¨ªstica. ¡°El est¨¢ndar utilizado para decidir el caso fue Rogers v. Grimaldi, una demanda marcaria de finales de los a?os 80 interpuesta por Ginger Rogers en Estados Unidos¡±, subraya la abogada.
Alejandro Touri?o, socio director de ECIJA destaca que con este fallo ¡°se confirma el derecho de monopolio del titular de derechos de marca frente a cualquier tercero, tambi¨¦n en los nuevos usos que se dan en el metaverso¡±. Para el letrado la sentencia marcar¨¢ la pauta de casos similares en el futuro. Algo que tambi¨¦n apunta Carmen Gonz¨¢lez, directora del ¨¢rea de marcas y brand intelligence de PONS IP, que la califica como un importante precedente y una buena noticia para los titulares de marcas.
Por su parte, Miquel Monta?¨¢, socio de Clifford Chance, especializado en propiedad intelectual, se muestra cauteloso respecto a las consecuencias de esta resoluci¨®n. En primer lugar, porque no es firme y Mason Rothschild ya ha anunciado que presentar¨¢ recurso de apelaci¨®n. En segundo lugar, porque est¨¢ predeterminada por el veredicto de un jurado y, en su opini¨®n, tendr¨ªa mayor inter¨¦s si, como ocurre en Europa, la sentencia la hubiera dictado un tribunal especializado en derecho de marcas sin la intermediaci¨®n de un jurado. Adem¨¢s, el experto considera arriesgado extrapolar este resultado a otros asuntos, ya que este caso se refiere a una marca de renombre como es Herm¨¨s, y como tal, goza de una protecci¨®n reforzada.
El caso Nike contra StockX
En cualquier caso, se esperan m¨¢s pronunciamientos sobre protecci¨®n de marcas en el metaverso, como el que derive, tambi¨¦n en Estados Unidos, del enfrentamiento entre Nike y la plataforma de compraventa de zapatillas de deporte StockX. Esta disputa, valora Mesa, es ¡°jur¨ªdicamente m¨¢s compleja¡± porque los productos que se venden en StockX son zapatillas Nike originales y los NFT se utilizan para certificar que lo son y trazar las ventas sucesivas. Sin embargo, Nike alega que la representaci¨®n digital de las zapatillas que se incluye en la plataforma es un producto que utiliza su marca sin autorizaci¨®n. ¡°Lo que est¨¢ intentando impedir Nike es que StockX pueda desarrollar este mercado secundario¡±, concluye la experta.
Tambi¨¦n en Espa?a ha llegado a los tribunales un asunto sobre el uso de tokens. Se trata del conflicto que enfrenta a VEGAP, la entidad de gesti¨®n de derechos de los artistas pl¨¢sticos, con la marca de moda Mango. El motivo de la reclamaci¨®n de VEGAP, como indica Touri?o, es el uso por parte de Mango de obras de los pintores Joan Mir¨®, Antoni T¨¤pues y Miquel Barcel¨® en versi¨®n NFT en la inauguraci¨®n de su tienda en la Quinta Avenida de Nueva York.
Otro caso interesante en esta materia, a?ade Touri?o, es el que se dirime en Estados Unidos sobre si Opensea, la mayor plataforma mundial de NFT, tiene o no responsabilidad cuando los usuarios que venden estos intangibles a trav¨¦s de la web infringen la propiedad intelectual de terceros.
Los expertos coinciden en que esto es solo el principio y que en un futuro ser¨¢ muy habitual que los jueces resuelvan conflictos sobre protecci¨®n de marcas en el metaverso. Un ¨¢mbito en el que Monta?¨¢ prev¨¦ una elevada litigiosidad, al menos hasta que se disponga de una doctrina jurisprudencial consolidada que aclare las reglas de juego. ¡°Hasta que los tribunales de instancias superiores sienten una doctrina clara, asistiremos a una verdadera traves¨ªa del desierto judicial del metaverso¡±, vaticina.
Con este panorama no est¨¢ de m¨¢s que las marcas preparen su estrategia en este terreno. En este sentido, Gonz¨¢lez recomienda reforzar la cobertura aplicativa de las marcas protegiendo los productos y servicios virtuales, con independencia de los planes inmediatos de uso en entornos virtuales. ¡°Teniendo en cuenta que tenemos cinco a?os para iniciar dicho uso, es una actuaci¨®n preventiva que nos puede ayudar de forma efectiva a luchar contra utilizaciones no autorizadas¡±, advierte. La principal dificultad, agrega, es tener una cobertura territorial adecuada, ya que los entornos digitales tienen un alcance m¨¢s global.
Burberry no tiene distintividad
La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea ha denegado a Burberry registrar su clásico estampado de cuadros como marca de patrón para productos en el metaverso debido a falta de distintividad, como característica única y diferenciada. Lo mismo ha ocurrido con el diseño Damier Azur de Louis Vuitton. “En el caso de las marcas no tradicionales, como los patrones de Burberry, la distintividad sólo suele adquirirse después del uso intensivo”, aclara Cristina Mesa, socia de Garrigues. Un requisito que, explica la abogada, no demostró la casa británica de moda. Es más, según Miquel Montañá, socio de Clifford Chance, una eventual distintividad adquirida en el mundo real podría no ser suficiente para probar que también se reconoce en los espacios del metaverso.
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