El santo grial del talento emprendedor
No se trata de un don que tienen algunas personas; la creatividad y el esp¨ªritu innovador se aprenden
?El emprendimiento es un talento que Dios ha concedido s¨®lo a unos elegidos o es una cualidad del car¨¢cter que todas las personas pueden aprender a desarrollar? La respuesta tiene consecuencias pr¨¢cticas importantes, tanto en el orden social como econ¨®mico. La creencia de que es un don de Dios aumentar¨¢ las desigualdades de todo tipo. Por el contrario, si pensamos que es una cualidad del car¨¢cter que puede aprenderse, lograremos una econom¨ªa m¨¢s din¨¢mica y una sociedad m¨¢s justa.
La expresi¨®n ¡°captar y retener talento¡± se ha convertido en un mantra del mundo empresarial y de los gobiernos. Se apoya en la primera creencia. Algunos han querido ver en la brecha entre las habilidades que las empresas demandan al mundo laboral y lo que ense?a el sistema educativo la causa del elevado desempleo y de las dificultades que tienen las empresas para encontrar perfiles profesionales adecuados. Tambi¨¦n los gobiernos parecen estar convencidos de que la mejor forma de cerrar esta brecha es promover las asignaturas llamadas STEM (Ciencia, Tecnolog¨ªa, Ingenier¨ªa, Matem¨¢ticas). ?Tienen raz¨®n?
No del todo. El santo grial del dinamismo econ¨®mico que mueve las econom¨ªas contempor¨¢neas est¨¢ en otro lugar. Pero vayamos por pasos. Hag¨¢monos tres preguntas: ?Por qu¨¦ es necesario fomentar el talento emprendedor? ?Cu¨¢les son los motores de ese talento? ?Qu¨¦ deber¨ªan hacer las empresas para aumentarlo?
Un mandamiento de la econom¨ªa establece que la riqueza de un pa¨ªs, los buenos empleos y el bienestar social son el resultado de su productividad. Sin embargo, la productividad ha sufrido una desaceleraci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Lo que no est¨¢ claro son los motivos. Una explicaci¨®n lo relaciona con un d¨¦ficit en capacidades STEM. Pero no es una buena explicaci¨®n. La historia de los pa¨ªses desarrollados muestra que la fuente de la productividad y el crecimiento es el dinamismo econ¨®mico del conjunto de la poblaci¨®n. Ese es el caso de Espa?a en los a?os sesenta y setenta, los de la industrializaci¨®n y la aparici¨®n de las grandes clases medias. Sin embargo, ese dinamismo econ¨®mico ha deca¨ªdo en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
La investigaci¨®n econ¨®mica reciente relaciona la ralentizaci¨®n de la productividad con la p¨¦rdida de inclusi¨®n producida en las ¨²ltimas d¨¦cadas en las econom¨ªas desarrolladas (The Productivity-Inclusiveness Nexus, OCDE, 2019). Consciente del impacto de las desigualdades territoriales en la productividad, el sector empresarial privado del Reino Unido ha creado un potente centro (The Productivity Institute) que ha situado en Manchester y no en el ¨¢rea de Londres. El nexo entre el aumento de las desigualdades y la p¨¦rdida de productividad tiene sentido: cuanto m¨¢s pobre y desigual sea un pa¨ªs, menos emprendedores y productivos ser¨¢n sus ciudadanos. La pobreza es un despilfarro de talento emprendedor. Si queremos mejorar el dinamismo emprendedor y la productividad tenemos que invertir en las personas y en los territorios. En esa direcci¨®n van los criterios de reparto de los fondos Next Generation UE. Tambi¨¦n los grandes programas de inversi¨®n de la Administraci¨®n Biden.
La segunda cuesti¨®n es cu¨¢l es la fuente del talento emprendedor, si es un don que s¨®lo tienen algunas ¨¦lites o es una cualidad de la personalidad que se aprende con el uso. En un art¨ªculo reciente, el premio Nobel de Econom¨ªa James J. Hechman sostiene la idea de que las cualidades que definen la personalidad se aprenden con la pr¨¢ctica. (The Economic Approach to Personality, Character and Virtue, 2023). Se apoya en la diferencia que sobre esta cuesti¨®n mantuvieron ya S¨®crates y Arist¨®teles. El primero sostuvo que la virtud es un don de Dios, el segundo que se ense?a. La investigaci¨®n emp¨ªrica de Heckman avala la posici¨®n aristot¨¦lica. En la misma l¨ªnea van los resultados de trabajos de los tambi¨¦n premios Nobel Edmund Phelps y Esther Duflo.
Cuando escucho a personas premiadas por ser emprendedoras veo que mencionan cualidades como el optimismo, la curiosidad, la confianza, la ambici¨®n, el esfuerzo, la resiliencia al fracaso... Todas se relacionan con el car¨¢cter. Una mayor cantidad de capacidades STEM no le viene mal a la econom¨ªa espa?ola, pero si se pretende fomentar el talento emprendedor hay que buscar el santo grial en otro lugar: en la ense?anza de las virtudes que mueven el dinamismo econ¨®mico de la poblaci¨®n. La formaci¨®n dual, un modelo educativo que combina escuela con empresa, es un camino de ¨¦xito vital y profesional y empresarial. La f¨¢brica es un lugar donde se practican y aprenden las virtudes cardinales cl¨¢sicas: prudencia, justicia, fortaleza, templanza; a las que yo a?adir¨ªa la puntualidad.
Por ¨²ltimo, ?que deber¨ªan hacer las empresas para aumentar la cantidad de talento emprendedor que necesitan? Han de dejar de pensar en lo que el sistema educativo puede hacer por ellas para pensar lo que ellas pueden hacer para mejorar la formaci¨®n y las capacidades de las personas. Tienen que convertirse en empresas formadoras comprometidas con la formaci¨®n dual. Este modelo formativo es la celestina que empareja el deseo de muchas personas de lograr un buen trabajo con la necesidad de las empresas de tener empleados con talento. Las empresas tienen que dejar de comportarse como Di¨®genes, que sal¨ªa a las calles de Atenas con un farol de aceite encendido a buscar las escasas personas honestas para, en vez de salir a ¡°captar¡± talento, comprometerse con su formaci¨®n. Un reciente informe del Consejo Econ¨®mico y Social de Espa?a (CES) sobre formaci¨®n dual pone de manifiesto c¨®mo un n¨²mero creciente de empresas espa?olas se est¨¢n comprometiendo con la formaci¨®n dual, tanto profesional como universitaria. Esta tendencia es esperanzadora.
Hay mucho talento emprendedor en todas las personas, pero lo despilfarramos por falta de uso. En unos casos por no invertir en ellas. En otros, al no reconocer las capacidades que muchas personas han adquirido a lo largo de su vida laboral pero que carecen del aval de un t¨ªtulo. La nueva formaci¨®n profesional dual y las microcredenciales que est¨¢ impulsando el Ministerio de Universidades de acuerdo con la Comisi¨®n Europea son el camino. La exigencia de un grado universitario para acceder a buenos empleos p¨²blicos y privados es un techo de papel que impide a muchas personas con capacidad y talento lograr esos buenos empleos. Es necesario acabar con este techo de papel.
La visi¨®n elitista del talento emprendedor como un don que s¨®lo tienen algunas personas est¨¢ dando paso a otra m¨¢s m¨¢s democr¨¢tica que se apoya en la idea de que la creatividad y el esp¨ªritu innovador se aprenden. Aqu¨ª est¨¢ el santo grial del talento emprendedor que mueve la productividad, el dinamismo econ¨®mico, los buenos empleos y el bienestar social.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.