As¨ª se ha convertido Per¨² en el rey de los ar¨¢ndanos azules
Tras ser un competidor menor en la d¨¦cada pasada, el pa¨ªs sudamericano se ha convertido en el principal exportador global de estos frutos
Per¨² ha dado un golpe en la mesa en el mundo de los frutos del bosque. El pa¨ªs sudamericano se ha convertido en el principal exportador de ar¨¢ndanos azules (blueberries, en ingl¨¦s) en el planeta, superando a grandes potencias, como EE UU, Canad¨¢ y Chile. Despu¨¦s de haber sido un competidor menor en la d¨¦cada pasada, se ha coronado como el rey del llamado oro azul. La receta del ¨¦xito tiene diversos ingredientes: un h¨¢bitat perfecto (el desierto costero con extensiones significativas para la producci¨®n a gran escala), el desarrollo de sistemas de riego sofisticados (que han permitido una alta productividad), una agricultura basada en la ciencia (con un arduo trabajo de investigaci¨®n en gen¨¦tica vegetal) y un grupo de empresas abiertas a explorar nuevas variedades para satisfacer al mercado.
¡°Durante la ¨²ltima d¨¦cada, la industria de los ar¨¢ndanos se ha convertido en verdaderamente global¡±, afirma Cindy van Rijswick, experta en productos frescos de Rabobank. ¡°El mercado internacional est¨¢ creciendo con Per¨²¡±, reconoce. En 2022, la industria del pa¨ªs andino export¨® 287.806 toneladas de ar¨¢ndanos por un valor de 1.400 millones de d¨®lares (unos 1.250 millones de euros). Esta cifra representa un r¨¦cord hist¨®rico, el cuarto consecutivo, para un negocio que en 2012 no comercializaba nada m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Uno de los protagonistas en esta historia es Carlos Gereda, fundador y director ejecutivo de Inka¡¯s Berries.
Tras una importante visita de empresarios peruanos a Chile en 2002, cuando el ar¨¢ndano ya ten¨ªa un impacto destacado en los mercados internacionales, Gereda, graduado de la Universidad Agraria La Molina, descubri¨® que en su pa¨ªs hab¨ªa un desconocimiento generalizado sobre el producto. A partir de ello, sac¨® dos conclusiones. En primer lugar, la producci¨®n de esta fruta en suelo peruano ten¨ªa un gran potencial durante la temporada baja en el hemisferio norte, la regi¨®n donde se consume en mayor cantidad. EE UU, que era el principal abastecedor de blueberries en el mundo, suministraba ar¨¢ndanos al mercado entre mayo y agosto. Despu¨¦s, la temporada se terminaba parcialmente y hab¨ªa que esperar a Chile (que hasta hace poco lideraba en Am¨¦rica Latina) para que tomara el relevo en diciembre. Es decir, entre septiembre y noviembre no hab¨ªa suficientes ar¨¢ndanos en el mercado para satisfacer la creciente demanda. Argentina y Uruguay, tambi¨¦n participantes en el negocio, apenas pod¨ªan cubrir el vac¨ªo que se abr¨ªa durante ese periodo. Y all¨ª estaba la ventana de oportunidad para Per¨².
La segunda conclusi¨®n a la que lleg¨® Gereda fue que, para aprovechar el hueco, era necesario tener acceso r¨¢pido y a precios razonables a plantas que se adaptaran a las condiciones locales. As¨ª que se puso manos a la obra y se lanz¨® a la b¨²squeda de una variedad que pudiera ser cultivada en la costa peruana. No fue algo sencillo. Esta fruta requiere un periodo de fr¨ªo (conocido como enfriamiento invernal) para su cultivo. Se necesitan al menos de 400 a 800 horas de fr¨ªo a temperaturas por debajo de cierto umbral, que suele ser alrededor de siete grados, y que en la costa peruana no se pueden conseguir. Despu¨¦s de un par de a?os y tras probar con 14 variedades diferentes, Gereda dio en el clavo con cuatro de ellas, lo que llev¨® a la creaci¨®n de protocolos para la propagaci¨®n in vitro. El siguiente desaf¨ªo fue encontrar empresas agr¨ªcolas dispuestas a subirse al carro del ar¨¢ndano en una tierra donde los cultivos de uva, esp¨¢rragos y aguacates (o palta, como le llaman all¨ª) abundan.
Variedad clave
As¨ª fue como, en 2009, Gereda fund¨® Inka¡¯s Berries. Ese mismo a?o, Camposol, uno de los grandes productores del pa¨ªs, decidi¨® probar una de las variedades ya testadas por Gereda para ingresar al negocio. Ambas empresas descubrieron que la variedad Biloxi se adaptaba mejor a las condiciones locales. Fue entonces cuando Camposol se enfoc¨® en el desarrollo de esta fruta de manera decidida. La empresa reconvirti¨® sus campos de esp¨¢rragos, cuyo rendimiento ven¨ªa en declive, en plantaciones de ar¨¢ndanos. En 2011 plantaron sus primeras 50 hect¨¢reas. Para 2016, ya ten¨ªan 1.600 hect¨¢reas. Actualmente, Camposol, la mayor exportadora de blueberries del pa¨ªs, cuenta con 3.000 hect¨¢reas. ¡°En Per¨² surgi¨® algo transformador y m¨¢gico¡±, dice Jos¨¦ Antonio G¨®mez, consejero delegado de la empresa, que en 2022 export¨® unas 50.820 toneladas, casi la misma cantidad que Espa?a vendi¨® al exterior. El a?o pasado factur¨® casi 500 millones de d¨®lares, de los cuales el 65% fueron gracias a los blueberries.
Actualmente, los agricultores peruanos producen la fruta durante todo el a?o, aunque el pico de producci¨®n se da entre septiembre y octubre. Las hect¨¢reas dedicadas son m¨¢s de 20.000. Se venden a m¨¢s de 30 naciones, y el pa¨ªs ocupa el tercer lugar como productor, despu¨¦s de EE UU y China. Adem¨¢s de Camposol, tambi¨¦n participan diversas compa?¨ªas, como Agrovisi¨®n Per¨², Hortifrut, Agr¨ªcola Cerro Prieto o Exportadora Frut¨ªcola del Sur, entre otras. ¡°Hemos estimado que en la ¨²ltima campa?a se generaron 135.000 puestos de trabajo directos¡±, afirma Luis Miguel Vegas, gerente de ProAr¨¢ndanos.
En cuanto a las variedades, se han certificado m¨¢s de 65 diferentes. Adem¨¢s, Gereda, en colaboraci¨®n con la Universidad de Georgia, ha desarrollado nuevas. ¡°El ar¨¢ndano es el ¨²ltimo gran producto de agroexportaci¨®n en el pa¨ªs, pero fue precedido primero por el esp¨¢rrago, la uva y la palta¡±, dice Piero Ghezzi, socio fundador de HacerPer¨² y tambi¨¦n exministro de Producci¨®n de ese pa¨ªs. Ghezzi resalta que el ¨¦xito se ha fundamentado en una confluencia de factores. Primero, las decisiones de pol¨ªtica p¨²blica que ha tomado el pa¨ªs en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Entre ellas, el desarrollo de los proyectos de irrigaci¨®n en la costa peruana, en el fortalecimiento del Senasa ¡ªla entidad sanitaria encargada de la apertura de nuevos mercados de exportaci¨®n¡ª, pero tambi¨¦n la Ley de Promoci¨®n Agraria ¡ªpuesta en marcha en 2000, renovada en 2006 y derogada en 2020 ¡ª, que estableci¨® un r¨¦gimen especial tributario y laboral, as¨ª como los tratados de libre comercio firmados con diferentes mercados, entre ellos el estadounidense, el europeo y el chino, que han permitido las exportaciones libres de arancel.
El boom, sin embargo, no est¨¢ exento de riesgos. ¡°El principal es que los agricultores expandan la producci¨®n demasiado r¨¢pido¡±, dice Van Rijswick. Esto podr¨ªa presionar los m¨¢rgenes y precios, que ya han estado a la baja en los ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s, se suma la competencia de otros pa¨ªses, las tensiones geopol¨ªticas (como la guerra en Ucrania, que ha aumentado los costes de los insumos), las dificultades log¨ªsticas, los disturbios pol¨ªticos internos y los efectos del cambio clim¨¢tico. Este ¨²ltimo factor ya est¨¢ haciendo mella. Un clima m¨¢s caluroso afecta a algunas variedades y es dif¨ªcil saber cu¨¢l ser¨¢ la producci¨®n de la campa?a 2023-2024, explica el gerente de ProAr¨¢ndanos. ¡°Manejamos tres escenarios: el primero es que crecer¨¢n las exportaciones, el segundo es que mantendremos los n¨²meros del a?o pasado y el tercero es que caer¨ªamos en volumen¡ Si se da este ¨²ltimo, a¨²n mantendr¨ªamos nuestra posici¨®n como primer exportador mundial¡±, concluye.
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