Una br¨²jula de habilidades para la inteligencia artificial

El hurac¨¢n de la inteligencia artificial (IA) nos vuelve a recordar la necesidad de la formaci¨®n continua, dada la creciente obsolescencia de los conocimientos, especialmente en los ¨¢mbitos tecnol¨®gicos. Lo que parece que muchos de nosotros no terminamos de asimilar es que es nuestra propia responsabilidad el actualizarnos. As¨ª como con la ¨²ltima ola de innovaci¨®n a escala ¡ªel metaverso¡ª, muy pronto se alzaron voces esc¨¦pticas sobre la magnitud del impacto real en los distintos sectores y en nuestras propias rutinas, parece que con la IA no hay duda alguna de su poder disruptivo. Est¨¢ siendo comparada con la imprenta y con internet. De los m¨¢s de 21.000 millones invertidos en IA desde 2014, 11.000 millones se han invertido en los tres primeros meses de 2023. El n¨²mero de aplicaciones se multiplican cada d¨ªa, y newsletters como AI Tool Report nos muestran diariamente las nuevas aplicaciones. Esta vez va en serio y es ahora el momento de tomar decisiones. ?Y c¨®mo escoger la siguiente habilidad que uno tiene que desarrollar para seguir siendo relevante en un entorno donde la IA puede sustancialmente transformar nuestro trabajo?

Hace a?os que entre las competencias m¨¢s demandadas estaba el an¨¢lisis e interpretaci¨®n de datos, la capacidad de entender c¨®mo funcionan los algoritmos, la infraestructura y el gobierno del big data. Todas ellas muy relevantes para entender y utilizar la IA. Sin embargo, no son f¨¢ciles de aprender ni igualmente relevantes para todos. Es clave el saber escoger d¨®nde tenemos que poner el foco a la hora de invertir en mejorar nuestra carrera profesional en este entorno de continua innovaci¨®n.

Para ayudar a navegar la marea de las necesidades de re-skilling y de upskilling Coursera ¡ªla plataforma de programas online¡ª y Burning Glass Institute han tipificado estas competencias en alta demanda en funci¨®n de tres variables: el tiempo y esfuerzo que cuesta adquirir esa habilidad, la longevidad de la competencia y, por ¨²ltimo, el valor de la competencia expresado en t¨¦rminos de sueldos alcanzables. Est¨¢n aquellas habilidades que denominan ¡°inversi¨®n s¨®lida¡±: es decir, aquellas que aunque cueste tiempo adquirirlas, con frecuencia generan sueldos altos y son bastante durables: en esta categor¨ªa est¨¢n las competencias propias de la digitalizaci¨®n (programaci¨®n en varios idiomas, creaci¨®n de algoritmos, gesti¨®n del big data, y otros), pero tambi¨¦n aparecen las competencias en gesti¨®n de proyectos y en gesti¨®n de riesgos. En el otro extremo, est¨¢ la categor¨ªa de habilidades con ¡°fuertes dividendos¡±, es decir, aquellas razonablemente f¨¢ciles de adquirir y con un valor alto y razonablemente duradero. Aqu¨ª aparecen, entre otros, el an¨¢lisis e interpretaci¨®n de datos, pero tambi¨¦n habilidades de planificaci¨®n y presupuestaci¨®n, estimaci¨®n de costes, etc¨¦tera. Las habilidades relacionadas con la IA est¨¢n en la categor¨ªa de competencias de ¡°adaptabilidad¡±: es m¨¢s f¨¢cil adquirirlas que las que son una ¡°inversi¨®n segura¡±; sin embargo, tienen, hasta la fecha, una vida media corta, pero de mucho valor.

?Qu¨¦ hay detr¨¢s de estas competencias en IA? Adem¨¢s de entender los conceptos b¨¢sicos y las tecnolog¨ªas detr¨¢s de IA, volvemos a encontrarnos con la necesidad de tener un m¨ªnimo confort con el an¨¢lisis e interpretaci¨®n de datos, aqu¨ª los esenciales de estad¨ªstica descriptiva nos pueden llevar muy lejos, la gesti¨®n de los datos y la toma de decisiones bas¨¢ndose en datos son competencias clave. Reaparecen igualmente conceptos de gesti¨®n de riesgos y gesti¨®n del cambio (gesti¨®n de proyectos como una parte importante).

Las buenas noticias para la gran mayor¨ªa de los lectores es que estas competencias tienen, de hecho, un valor diferencial para aquellos profesionales que no est¨¢n en el mundo de la tecnolog¨ªa. La reciente investigaci¨®n del Oxford Internet Institute (F.Stephany et al.) ofrece una perspectiva interesante sobre el valor de las habilidades en funci¨®n de la complementariedad a las que ya se tienen. En general, tienen un valor superior cuando est¨¢n acompa?adas de otras habilidades dentro del dominio de especializaci¨®n del trabajador. Sin embargo hay dos excepciones a esta regla general que pueden ser de especial inter¨¦s para aquellos lifelong learners dudosos de qu¨¦ es lo siguiente que tienen que aprender: habilidades de finanzas y legales as¨ª como competencias digitales tienen un valor superior cuando son transversales, se combinan con otras t¨¦cnicas m¨¢s especializadas. Evidentemente el saber presupuestar y analizar el retorno de una inversi¨®n tiene mucho valor para los profesionales de las finanzas, pero tiene diferencialmente m¨¢s valor para aquellos que no est¨¢n especializados en esta rama.

Dado que de nuestra propia carrera nos encargamos nosotros y no nuestro empleador, es importante no solo estar al d¨ªa de las competencias m¨¢s demandadas ¡ªesto todav¨ªa no est¨¢ tristemente recogido en un ¨ªndice o un mercado digital donde podemos ver f¨¢cilmente las competencias que suben y las que bajan¡ª. Tampoco existe todav¨ªa una herramienta de diagn¨®stico personalizado que recomiende a Juan la siguiente competencia que tiene que desarrollar y a Mar¨ªa le recomiende la m¨¢s adecuada para ella en funci¨®n de lo que ya sabe y de sus aspiraciones futuras. Sigue siendo un mercado muy imperfecto con informaci¨®n no transparente. En general, las organizaciones cuando forman un m¨ªnimo a sus empleados, lo suelen hacer bien en temas de obligado cumplimiento (compliance) bien en temas de inter¨¦s para la empresa, no necesariamente en temas que promuevan la empleabilidad del trabajador. Como bien dice el doctor en Educaci¨®n, ingeniero aeron¨¢utico y licenciado en Ciencias Empresariales Jaime del Rey, ¡°la gesti¨®n de la carrera profesional, (¡­) es una responsabilidad personal que requiere capacidades de an¨¢lisis y de previsi¨®n, y en todo caso implica la atenci¨®n inexcusable de los titulados a su formaci¨®n continua¡±. Parece que, con IA o sin ella, lo que no hay que perder es la curiosidad y la capacidad de seguir aprendiendo. Aprender a aprender es probablemente la competencia de mayor valor para trabajadores de 28, 38 e incluso de 58 a?os.

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