Regalos de Navidad que pueden acabar en despido

Hace a?os que la tradici¨®n de hacer regalos durante las fiestas navide?as se col¨® en las empresas, que en estas fechas suelen agasajar a sus mejores proveedores o clientes con unos vinos o dulces t¨ªpicos, una entrada al f¨²tbol o un jam¨®n, entre otros obsequios. Pero, ojo con este intercambio de detalles porque, en algunos casos, tiene consecuencias. Y es que las compa?¨ªas pueden amonestar e, incluso, despedir a un empleado por aceptar un regalo excesivo. Adem¨¢s, si el gesto se hace para conseguir un trato de favor, puede incurrirse en un delito de corrupci¨®n, o de soborno si hay de por medio un funcionario.

No existe una regla de oro para saber si el regalo que ha llegado a la oficina o a casa por Navidad deber¨ªa de rechazarse por sospechoso, aunque su valor econ¨®mico o excepcionalidad pueden servir de gu¨ªa tanto para el que lo da como para el que lo recibe. Como explica Mar¨ªa Jes¨²s Hern¨¢ndez, socia de RSM, especialista en penal econ¨®mico y corporate compliance (conjunto de buenas pr¨¢cticas de las que se dota una organizaci¨®n para cumplir con la legalidad), ¡°no hay un criterio unificado de los l¨ªmites cuantitativos, pero, se entiende que est¨¢n admitidos todos los que se encuentren dentro de los usos sociales, de cortes¨ªa, y que tengan un valor m¨ªnimo¡±.

En cualquier caso, el empleado debe acatar la pol¨ªtica ¨¦tica de la compa?¨ªa y rechazar los regalos prohibidos. Eso s¨ª, un primer filtro siempre ser¨¢ el sentido com¨²n: no es lo mismo una botella de vino que un viaje a Punta Cana. Las compa?¨ªas suelen fijar un l¨ªmite de entre 90 y 300 euros por presente. Una barrera que en muchos casos baja a los 50 o 100 euros, afirma Jeannell Alfau, manager de corporate crime & compliance en Ecija. Lo normal, explica la abogada, es que, a la hora de vetar ciertos regalos, las empresas se gu¨ªen por ¡°la posible incidencia que puedan tener en la toma de decisiones de quien los recibe¡±. En el contexto navide?o, apunta, estar¨ªan permitidos obsequios como ¡°botellas de vino, cestas de frutas, d¨¦cimos de loter¨ªa, detalles promocionales o corporativos, as¨ª como invitaciones puntuales a actos sociales o eventos deportivos¡±.

En caso de duda sobre el importe de la d¨¢diva navide?a, lo mejor es dirigirse al responsable de la organizaci¨®n (compliance officer) ¡°y poner a su disposici¨®n la entrada o el presente para que proceda de conformidad con las pol¨ªticas internas de la empresa¡±, recomienda Mar¨ªa Jes¨²s Hern¨¢ndez. Poner la lupa en estos obsequios deber¨ªa ser algo habitual en las organizaciones, opina la abogada. De hecho, su bufete aconseja que las compa?¨ªas exijan el visto bueno del compliance officer cada vez que un empleado ¡°reciba o env¨ªe un regalo a un cliente o proveedor con el que haya relaci¨®n profesional¡±.

Actuar de espaldas a la empresa y quedarse determinados regalos puede considerarse un abuso de confianza. Si es grave, justificar¨ªa el despido disciplinario del trabajador. Como en el caso de dos empleados de banca cesados despu¨¦s de aceptar obsequios como viajes a Punta Cana con acompa?ante, cenas en restaurantes caros y hasta un contrato temporal para sus hijos a cambio de hacer la vista gorda en algunas operaciones. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ratific¨® el despido en 2015 de estos dos operarios dando por buena la versi¨®n de los auditores de la entidad. Por el contrario, la justicia andaluza rechaz¨® en 2019 el cese de otra empleada de banca cuyo marido acept¨® la herencia de uno de sus clientes porque, aunque iba en contra del c¨®digo ¨¦tico, no pod¨ªa imponerse a una persona ajena a la entidad.

Riesgo penal

Lo cierto es que desde que las empresas pueden sentarse en el banquillo de los acusados (en Espa?a desde 2010) escudri?an cualquier presente que huela a chamusquina. Cuando se trata de un posible il¨ªcito penal, la vara de medir no es tanto el precio del obsequio, sino que ¡°constituya una contraprestaci¨®n a cambio de un favor irregular¡±, explica Jos¨¦ Mar¨ªa de Pablo, socio y responsable del ¨¢rea penal en Bufete Mas y Calvet. ¡°Hacer un regalo como manifestaci¨®n de afecto, gratitud o buena educaci¨®n navide?a no es ning¨²n delito¡±, puntualiza el abogado.

Por ejemplo, el Tribunal Supremo, en 2017, consider¨® ¡°acto de cortes¨ªa¡± el regalo a unos altos funcionarios de unas botellas de Vega Sicilia y de Ali¨®n valoradas en casi 685 euros porque ¡°no comprometieron la imparcialidad de los aforados¡±.

A diferencia del delito de cohecho, que implica comprar a un funcionario p¨²blico para conseguir, por ejemplo, una contrataci¨®n, la corrupci¨®n en las relaciones comerciales consiste en engatusar con regalos para favorecer indebidamente una venta o una contrataci¨®n de servicios. Como este comportamiento, penado con hasta cuatro a?os de c¨¢rcel, puede salpicar a la organizaci¨®n, ¡°si la empresa considera que hay un acto delictivo debe denunciar al empleado e incoarle un expediente, adem¨¢s de poner los medios necesarios para impedirlo¡±, afirma De Pablo.

Hay que tener en cuenta, agrega Mar¨ªa Jes¨²s Hern¨¢ndez, que con estos il¨ªcitos lo que se protege es ¡°el libre mercado y a los consumidores¡±. Por tanto, se?ala Jeannell Alfau, las empresas beneficiadas por el trasiego pueden ser penalmente responsables siempre que hayan sacado provecho ¡°directo o indirecto¡± e incumplido ¡°gravemente¡± los deberes de ¡°supervisi¨®n, vigilancia y control¡± con el empleado corrupto. Para prevenir, aconsejan las expertas, lo ideal es empapar a la organizaci¨®n de cultura ¨¦tica porque, hasta en Navidad, hay regalos envenenados.

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