El cannabis prende en Europa

Era 2018 y el mundo miraba con algo de envidia y recelo c¨®mo Canad¨¢ legalizaba el uso recreativo del cannabis. Por aquel entonces, Borja Iribarne conoci¨® los productos con CBD, el componente no psicoactivo de la planta, el que no coloca. ¡°Todo parti¨® de un problema familiar. Mi madre ten¨ªa algunos achaques y encontr¨¦ una soluci¨®n natural en el CBD¡±, dice el ahora consejero delegado de ProfesorCBD. Despu¨¦s de esta experiencia, este malague?o experto en marketing se sumergi¨® en el mercado para analizar el negocio. ¡°Vi una oportunidad y decid¨ª lanzarme: mont¨¦ un e-commerce¡­, en el primer mes ya est¨¢bamos ingresando casi 1.000 euros¡±.

Hoy, sus productos (m¨¢s de 177, que van desde flores y aceites hasta cremas, cosm¨¦ticos y geles sexuales) se venden en la web y a trav¨¦s de una red de 247 tiendas en toda Europa, incluyendo farmacias, herborister¨ªas, estancos y gasolineras. La firma factura entre 1,5 y 2 millones de euros al a?o por comercializarlos en el pa¨ªs de forma legal. El CBD no es un medicamento. Su uso est¨¢ autorizado solo para cosm¨¦tica y, en teor¨ªa, no se puede vender para ser ingerido o fumado. A pesar de ello, las expectativas son m¨¢s que halag¨¹e?as. ¡°El inter¨¦s por el cannabis sigue creciendo¡±, afirma Iribarne. No solo en Espa?a, sino en todo el globo.

La ola de legalizaci¨®n (tanto para consumo recreativo como medicinal) en el mundo aviva las esperanzas de buenos rendimientos para las empresas relacionadas con el cannabis legal, el que est¨¢ regulado, que el a?o pasado sum¨® ventas por valor de 25.000 millones de d¨®lares (unos 23.000 millones de euros al tipo de cambio actual) en el ¨¢mbito global, seg¨²n la consultora Prohibition Partners. La perspectiva es que esta cifra se multiplique por dos en 2027, hasta llegar a los 55.000 millones de d¨®lares (50.000 millones de euros), de acuerdo con la firma de an¨¢lisis BDSA.

Pero mientras los buenos augurios florecen en Europa ¡ªpor ejemplo, en Alemania, donde se ha aprobado la legalizaci¨®n del consumo recreativo del cannabis, con ciertas restricciones, que entrar¨¢ en vigor a finales de este a?o, aunque su uso medicinal es legal desde 2017¡ª, en Estados Unidos y Canad¨¢, las compa?¨ªas y los fondos de inversi¨®n que han apostado por esta planta cambian el gesto debido a la saturaci¨®n del mercado, la alta competencia y la falta de acceso a capital.

El cannabis es un viejo conocido. Hist¨®ricamente, ha sido la droga il¨ªcita m¨¢s consumida en Europa. Se estima que unos 84 millones de adultos en la Uni¨®n Europea (de entre 15 y 64 a?os) han probado la hierba al menos una vez en su vida, seg¨²n el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicoman¨ªas ?(OEDT). En Francia, Alemania, Italia, Pa¨ªses Bajos y Espa?a est¨¢n el 72% de los consumidores.

Planta estigmatizada

La planta se cultiva desde hace miles de a?os. Su origen se remonta a Asia Central. Nuestros antepasados descubrieron en ella propiedades terap¨¦uticas, as¨ª que su fama se expandi¨® por diversas regiones y se ha sembrado en una amplia variedad de climas y terrenos. Fue a inicios del siglo XX cuando comenz¨® su prohibici¨®n. En los a?os sesenta, la Convenci¨®n ?nica sobre Estupefacientes de la ONU puso al cannabis al mismo nivel que otros opi¨¢ceos peligrosos y altamente adictivos como la hero¨ªna.

As¨ª que se estigmatiz¨® y criminaliz¨®, globalmente, en las siguientes dos d¨¦cadas, que fueron periodos de gran producci¨®n y venta ilegal. Fue en esta misma ¨¦poca cuando se abrieron los primeros coffeeshops en Pa¨ªses Bajos, la rara avis donde actualmente la venta de peque?as cantidades est¨¢ permitida, pero la producci¨®n y la distribuci¨®n es ilegal, es decir, su comercio opera en las sombras (el Gobierno quiere revertir esta situaci¨®n).

Ya en los a?os noventa, diversas naciones se lanzaron a debatir los efectos de la planta. Y a inicios de este milenio, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) se abri¨® a reclasificar el cannabis para facilitar la investigaci¨®n cient¨ªfica. Desde entonces, el tab¨² de su consumo y producci¨®n se ha venido esfumando. Uruguay dio un paso audaz en 2013 al legalizar el cannabis en toda su cadena: producci¨®n, distribuci¨®n y venta (importaciones y exportaciones). Lo hizo primero para la parte recreativa y despu¨¦s regul¨® el mercado medicinal. Se implement¨® por etapas y hasta 2017 no comenz¨® la venta de cannabis en farmacias.

¡°Muchos pensaron que iba a haber una epidemia de consumo de cannabis, pero nada de eso ocurri¨®. El pa¨ªs tiene un mercado regulado de la droga sin un impacto negativo en la poblaci¨®n¡±, se?ala Marcos Baudean, miembro de Monitor Cannabis Uruguay. La industria en esa peque?a naci¨®n, que no llega a cuatro millones de habitantes, ha crecido en sus exportaciones a los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y tambi¨¦n a Europa. Vende a Portugal, que act¨²a como un centro log¨ªstico para la distribuci¨®n en el Viejo Continente. Pero su mercado interno se ha estancado, debido a las trabas burocr¨¢ticas para acceder a la planta de forma legal y al bajo nivel psicoactivo que se ofrece.

All¨ª se dan tres variantes: Alfa, Beta y Gamma, esta ¨²ltima, incorporada hace no mucho, tiene una mayor potencia e hizo que 11.000 nuevos usuarios se adhirieran al sistema regulado. La peque?a naci¨®n latinoamericana cuenta con unos 250.000 usuarios de cannabis, seg¨²n las estimaciones del Instituto de Regulaci¨®n y Control del Cannabis (IRCCA), de los cuales solo poco m¨¢s de 86.200 est¨¢n registrados y acceden por farmacias, cultivo dom¨¦stico o clubes cann¨¢bicos. El resto opta por el mercado negro.

Posteriormente, en octubre de 2018, Canad¨¢ regul¨® el mercado recreativo y, por el tama?o de su econom¨ªa, se convirti¨® en el referente global. Dio un empuj¨®n a una industria legal de reciente creaci¨®n, que 10 meses antes se hab¨ªa venido arriba cuando en el sur de Estados Unidos, en California (con una regulaci¨®n sobre el uso medicinal desde 1996), se legalizaba tambi¨¦n el consumo de la planta, aunque no hab¨ªa sido el primer Estado en hacerlo. En 2012, Washington y Colorado inauguraron las ventas legales tanto en el ¨¢mbito recreativo como m¨¦dico. Pero la llegada de California marc¨® un hito: era (y lo es todav¨ªa) el territorio m¨¢s poblado, con 39 millones de habitantes, con una econom¨ªa del tama?o de Francia, con 270 millones de turistas al a?o, una frontera terrestre con M¨¦xico, e importantes puertos de entrada para el comercio con China.

El aspecto fiscal fue uno de los principales incentivos de los gobiernos estatales para plantearse la legalizaci¨®n. Colorado presum¨ªa en 2015 de unos 135 millones de d¨®lares de recaudaci¨®n por el cannabis, un 77% m¨¢s que en 2014 y el doble de la recaudaci¨®n por el alcohol. El Gobierno de California estim¨® en 1.000 millones de d¨®lares al a?o los ingresos, lo que significaba un man¨¢ de recursos frescos para rescatar las siempre an¨¦micas cuentas p¨²blicas de ese territorio. Incluso, el secretario del Tesoro de California, John Chiang, lleg¨® a plantear crear un banco para poder gestionar el dinero proveniente de la planta. El oro verde dio paso a compa?¨ªas que se convirtieron en grandes gigantes: Canopy Growth Corporation ¡ªparticipada por Constellation Brands (Corona) y Altria (que opera las marcas de Philip Morris, como Marlboro)¡ª, Aurora Cannabis ¡ªuna de las pioneras en cotizar en la Bolsa de Valores de Toronto y en el Nasdaq (Estados Unidos)¡ª, Tilray ¡ª?que en 2021 se fusion¨® con Aphria, creando un gran conglomerado¡ª, Cronos Group ¡ªque recibi¨® la primera inversi¨®n de Altria en el sector¡ª y Curaleaf, entre otras.

¡°Las expectativas avanzaron a tal velocidad con la l¨®gica de que otras regiones (por ejemplo, Europa) ver¨ªan el mismo efecto contagio que en Am¨¦rica del Norte, donde la legalizaci¨®n primero del cannabis medicinal y posteriormente del recreativo ocurr¨ªa de manera gradual por Estados¡±, detallan en un correo electr¨®nico Alex Khourdaji y Lawrence Purkiss, expertos de Prohibition Partners. ¡°Las acciones de cannabis en la Bolsa de valores canadiense experimentaron un fuerte crecimiento¡±, afirma Brendan Mitchel-Chesebro, analista de BDSA. ¡°Gran parte del subid¨®n parti¨® de la suposici¨®n de que el mercado interno crecer¨ªa r¨¢pidamente, tomando ventas del mercado il¨ªcito, y que las empresas ver¨ªan fuertes beneficios de las exportaciones a los mercados m¨¦dicos internacionales¡±, explica.

Las acciones de cannabis en Estados Unidos tambi¨¦n crecieron r¨¢pidamente y con ello las posiciones de los fondos de inversi¨®n y los fondos cotizados especializados (ETF) que pon¨ªan su capital en la revoluci¨®n de este producto. ¡°Hab¨ªa un gran entusiasmo por parte de los operadores e inversores y grandes cantidades de capital fueron invertidas en las empresas m¨¢s activas¡±, recalcan Khourdaji y Purkiss. Las compa?¨ªas utilizaron esos recursos para comprar y construir grandes instalaciones de cultivo y procesamiento en varios pa¨ªses (a precios inflados debido a la alta demanda), as¨ª como para contratar una importante cantidad de personal. ¡°Muchas cultivaron m¨¢s producto del que podr¨ªan vender¡±, dice Kate Lavin, experta en MJBizMagazine.

Vuelta al mercado ilegal

El primer golpe de realidad no se hizo esperar. En California, los consumidores que se hab¨ªan apresurado a ir a los dispensarios de cannabis legal estaban regresando al mercado ilegal debido a los altos precios que hab¨ªa en el mercado regulado. Los altos impuestos, las regulaciones estrictas, una lenta implementaci¨®n minorista en algunas ¨¢reas, as¨ª como reglas laxas sobre operaciones il¨ªcitas se combinaron para reducir las ventas legales en el Estado. Estas pasaron de 3.100 millones de d¨®lares en 2017 (que marc¨® un m¨¢ximo hist¨®rico) a 2.500 millones a finales de 2018, seg¨²n BDSA.

A pesar del bache, el consumo recreativo segu¨ªa avanzando en Estados Unidos ¡ªdonde en el ¨¢mbito federal es ilegal y se clasifica como una droga con alto potencial de abuso¡ª. En 2019 ya estaba aceptado en 11 Estados, mientras que en otros 33 su uso con fines medicinales se hab¨ªa vuelto com¨²n (actualmente son 38 de los 50 territorios en los que est¨¢ aprobado su uso m¨¦dico y en 21 su uso recreativo).

En ese entonces, diversos pa¨ªses del mundo debat¨ªan la legalizaci¨®n de la planta, sobre todo para su uso m¨¦dico. En algunos pa¨ªses de Europa, por ejemplo, Italia y Francia iban adelantados, pues desde 2013 ambos regularon el cannabis medicinal. Le siguieron Grecia y Noruega. El Reino Unido se sum¨® en 2018, al igual que Portugal, Suecia y posteriormente Austria. Y lo mismo pasaba en algunas partes de Am¨¦rica Latina y Asia, como Tailandia.

En California, 2019 se ve¨ªa como el a?o de la recuperaci¨®n y se proyectaron ventas que superar¨ªan las cifras r¨¦cord de 2017. Sin embargo, una serie de eventos desafortunados durante la segunda mitad del a?o frenaron el progreso y afectaron negativamente al negocio. Primero fue la crisis ligada a una enfermedad pulmonar grave asociada al vapeo de productos de cannabis, que gener¨® incertidumbre y temor entre los consumidores. A esto se sum¨® el exceso de oferta, que provoc¨® una ca¨ªda en los precios (no suficientemente importante para que la gente abandonara el mercado negro). Adem¨¢s, los usuarios buscaban niveles del componente psicoactivo (THC) m¨¢s altos.

¡°Las regulaciones sobre la potencia, el formato y la publicidad del producto llevaron a muchos a continuar accediendo al cannabis a trav¨¦s de rutas il¨ªcitas, ya que los productos eran demasiado ¡®d¨¦biles¡±, comenta Michael Armstrong, profesor en la Universidad Brock que estudia los aspectos econ¨®micos de la legalizaci¨®n del cannabis. ¡°Por ejemplo, los alimentos legales de cannabis en Canad¨¢ no pueden tener m¨¢s de 10 miligramos de THC por paquete. Eso es lo suficientemente fuerte para los nuevos usuarios, pero demasiado flojo para los consumidores experimentados que se han vuelto tolerantes al componente psicoactivo. Por lo tanto, esos usuarios prefieren productos il¨ªcitos que son m¨¢s potentes¡±, a?ade Armstrong.

Adicionalmente se agreg¨® una mayor presi¨®n impositiva (en algunas partes de EE UU se paga hasta un 45% en impuestos, entre los estatales y locales, por el cannabis de uso recreativo) y una mayor competencia por el creciente n¨²mero de empresas que se ve¨ªan atra¨ªdas por el bum, a pesar de que algunos comercios ya empezaban a echar el cierre.

A finales de 2019, el ¨ªndice North American Marijuana Index, que rastrea las principales acciones de cannabis en Estados Unidos y Canad¨¢, hab¨ªa ca¨ªdo m¨¢s del 52% en comparaci¨®n con el a?o anterior. Y algunos esc¨¢ndalos, como el cultivo de cannabis en instalaciones sin licencia por parte de la empresa cotizada CannTrust, comenzaron a da?ar la imagen de la industria. No obstante, se segu¨ªan lanzando nuevos fondos cotizados en Bolsa centrados en el negocio, como AdvisorShares Pure Cannabis (listado como YOLO: You Only Live Once), Cannabis ETF THCX (liquidado este a?o), Cambria Cannabis y Global X Cannabis ETF (que tambi¨¦n ech¨® el cierre a su operaci¨®n despu¨¦s de que cayera un 96%).

Impulso de la covid

La fiebre salt¨® el Atl¨¢ntico antes de la pandemia. El ETF Medical Cannabis and Wellness, el primero en su especie, comenzaba a cotizar en la Bolsa de Fr¨¢ncfort en enero de 2020. Luego estall¨® la covid. Los mercados en EE UU y Canad¨¢, a pesar del momento cr¨ªtico por el que atravesaba el mundo, se avivaron nuevamente, pues los productores y dispensarios fueron considerados negocios esenciales. ¡°Para muchos estadounidenses, abastecerse de marihuana fue tan esencial como abastecerse de papel higi¨¦nico¡±, dec¨ªa The New York Times. Las ventas en siete importantes Estados donde el cannabis es legal, monitoreadas por la firma de investigaci¨®n Headset, experimentaron un aumento del 51% de enero a septiembre en comparaci¨®n con el mismo periodo de 2019, seg¨²n recog¨ªa The Wall Street Journal. Tal fue el repunte que las ventas estadounidenses lograron un r¨¦cord de 17.500 millones de d¨®lares, seg¨²n datos de BDSA.

La industria parec¨ªa que recobraba fuerzas y apostaba por que el presidente Joe Biden, entonces reci¨¦n elegido, cumpliera su promesa de despenalizar el cannabis en todo el pa¨ªs, lo que eliminar¨ªa varios grandes dolores de cabeza para la industria. Sobre todo financieramente, pues al ser un delito que se persigue en el ¨¢mbito federal, las empresas tienen opciones limitadas para acceder a servicios bancarios habituales como una hipoteca, un pr¨¦stamo o el pago electr¨®nico. ¡°Pr¨¢cticamente, ninguna tienda de cannabis acepta tarjetas de cr¨¦dito¡±, comenta Lavin. As¨ª que las esperanzas tambi¨¦n influyeron en un aumento en la producci¨®n de la planta, lo que desencaden¨® una disminuci¨®n generalizada en el precio minorista promedio, que, a su vez, ejerci¨® presi¨®n entre los comercios m¨¢s peque?os, donde los aumentos en el volumen de ventas no fueron lo suficientemente grandes como para llevar adelante el negocio. A pesar de la bajada en el coste al por menor, el mercado negro segu¨ªa siendo una fuente importante para los usuarios: un 75% de las ventas estadounidenses todav¨ªa se realizaron en ¨¦l en 2021, seg¨²n la consultora Whitney Economics.

Y a medida que se implementaban las vacunas y se eliminaban las restricciones de movimiento, el consumo de cannabis legal se relajaba. ¡°Se coloc¨® r¨¢pidamente por encima de los niveles previos a la pandemia¡±, subrayan Khourdaji y Purkiss. Esta ca¨ªda en la demanda dej¨® el mercado inundado de cannabis. ¡°Actualmente, estamos comenzando a ver una estabilizaci¨®n¡±, dicen los expertos de Prohibition Partners. El sector, sin embargo, sigue haciendo frente a los mismos retos. ¡°Las limitaciones en el acceso bancario siguen afectando a toda la industria en Estados Unidos. Si bien el Congreso ha presentado el proyecto de ley SAFER [que prohibir¨ªa a los reguladores federales penalizar a los bancos y otras instituciones depositarias por brindar servicios a empresas legales] para abordar esto, las reformas del cannabis tienen pocas posibilidades de convertirse en ley en 2024¡å, asevera Mitchel-Chesebro, analista de BDSA.

Pero el negocio sigue creciendo aun con estas barreras. Hoy, en la primera econom¨ªa del mundo genera m¨¢s de 400.000 puestos de trabajo. En Canad¨¢, el a?o pasado, los consumidores gastaron alrededor de 5.000 millones de d¨®lares en cannabis recreativo legal (que equivale a una quinta parte de las ventas totales de alcohol) y 350 millones de d¨®lares en medicinal. Aunque Canad¨¢ tiene un mercado de cannabis fuerte, su lado medicinal est¨¢ en mal estado, ya que el n¨²mero de pacientes est¨¢ disminuyendo debido a que las reglas que rodean el acceso y la cobertura son restrictivas: solo se puede comprar directamente de un solo productor con licencia a trav¨¦s de autorizaciones m¨¦dicas y recetas.

Los cantos de sirena ya empiezan a escucharse en Europa. Alemania est¨¢ a punto de abrirse al cannabis recreativo con un programa que permite la venta a trav¨¦s de ¡°clubes sociales de cultivo¡±, que operar¨¢n como organizaciones sin fines de lucro proporcionando la planta a sus miembros. Es decir, la legalizaci¨®n como ha ocurrido en Canad¨¢. Sin embargo, la nueva legislaci¨®n da un mayor impulso a la planta para su uso medicinal. Antes, las empresas que buscaban cultivar en el pa¨ªs ten¨ªan que hacerlo mediante un proceso de licitaci¨®n. En los ¨²ltimos cuatro a?os, tres firmas (Aurora, Aphria y Demecan) fueron seleccionadas para esta labor y en conjunto cultivaron 10.400 kilogramos. Una vez que se hab¨ªa cosechado, el Instituto Federal Alem¨¢n de Medicamentos y Productos M¨¦dicos adquir¨ªa el producto y lo distribu¨ªa en las farmacias. Bajo la nueva normativa se elimina el proceso de licitaci¨®n, lo que significa que las firmas privadas ahora podr¨¢n operar libremente.

M¨¢s cultivos

¡°Esto significa que existe una alta posibilidad de que presenciemos un fuerte aumento de cultivadores nacionales en el pa¨ªs, incluidas empresas internacionales de cannabis que deseen apostar por el mercado alem¨¢n¡±, afirman los expertos de Prohibition Partners. Adem¨¢s, la eliminaci¨®n del cannabis en la Ley de Estupefacientes de Alemania facilita que los m¨¦dicos receten. Si hay una oportunidad de crecimiento de esta industria en el Viejo Continente, dicen los expertos consultados, est¨¢ en la parte medicinal, que ha experimentado un crecimiento constante en los ¨²ltimos a?os y que est¨¢ valorada en m¨¢s de 550 millones de euros.

Son pocos los pa¨ªses en los que la discusi¨®n de legalizar la parte recreativa est¨¢ sobre la mesa: Rep¨²blica Checa, Suiza, Pa¨ªses Bajos y Dinamarca. Solo en Malta es legal. En Espa?a (donde el autoconsumo no es delito y donde existen cientos de clubes cann¨¢bicos que operan en un vac¨ªo legal), el Ministerio de Sanidad inici¨® a principios de este a?o el tr¨¢mite para regular la parte m¨¦dica. Nada se dice, sin embargo, de la otra cara de la moneda: la recreativa.

La reina de las gominolas: ¡°El cannabis no te har¨¢ rico de la noche a la ma?ana¡±. Nancy Whiteman, fundadora de Wana Brands, cree que muchos pa¨ªses relajar¨¢n su legislaci¨®n

Nancy Whiteman (Chicago, 65 a?os) es conocida como la reina del cannabis legal. Hace 14 a?os, producto de una casualidad, vio una oportunidad de negocio en una industria que empezaba a dar sus primeros pasos. ¡°Me gustar¨ªa decir que fue un movimiento estrat¨¦gico, algo bien pensado, pero no fue as¨ª¡±, dice, a trav¨¦s de una videollamada, la cofundadora y consejera delegada de Wana Brands, una de las empresas de gominolas m¨¢s vendidas en Estados Unidos y Canad¨¢. ¡°Fue algo que se dio de chiripa¡±, agrega Whiteman, que en 2021, con una marca ya consolidada, vendi¨® la compa?¨ªa al gigante Canopy Growth Corporation por 350 millones de d¨®lares (unos 324 millones de euros, al tipo de cambio actual). Pero antes de llegar a este punto, Whiteman cuenta que en un d¨ªa del lejano 2010, en Boulder (Colorado), un amigo le cont¨® que estaba haciendo una bebida, algo entre un refresco e infusi¨®n con marihuana. ¡°Le dec¨ªamos as¨ª, ahora es cannabis¡±. ¡°Una cosa llev¨® a la otra y empezamos a producir algunas bebidas, nueces confitadas y productos horneados¡±, cuenta esta empresaria con una fortuna de unos 225 millones, seg¨²n la revista Forbes.

¡°No fue hasta el segundo a?o cuando fabricamos las gominolas, que es por lo que ahora nos conocen¡±, agrega la consejera delegada de esta firma que compite en un mercado valorado en 3.400 millones de d¨®lares, de acuerdo con la consultora Headset. Wana Brands est¨¢ presente en 17 Estados de EE UU, Puerto Rico y nueve provincias de Canad¨¢. Acaba de anunciar su desembarco en Suiza, de la mano del fabricante farmac¨¦utico de cannabis Alpen Group. Desde all¨ª la empresa quiere atisbar el mercado europeo.

Pregunta. Hace ya m¨¢s de una d¨¦cada que naci¨® Wana Brands, ?qu¨¦ desaf¨ªos enfrent¨® la empresa en ese momento?

Respuesta. Cuando creamos la empresa no ten¨ªamos idea del tama?o del negocio. Ninguna consultora hac¨ªa un estudio sobre la industria de los comestibles de cannabis. Por lo tanto, est¨¢bamos probando una multitud de cosas diferentes para ver qu¨¦ funcionaba. Ten¨ªamos dulces, nueces confitadas y productos horneados. Llev¨¢bamos dos a?os en el mercado cuando empezamos a fabricar gominolas. Me di cuenta de que hab¨ªa una empresa comprando ositos y gusanos de goma y simplemente los rociaba con aceite de hach¨ªs. La gente los compraba. Entonces se me ocurri¨® la idea de que podr¨ªamos hacerlo desde cero y nos centramos en ello. Esta categor¨ªa de productos ahora representa aproximadamente el 85% de las ventas de comestibles en Estados Unidos.

P. Hay un gran estigma sobre el cannabis, ?c¨®mo eliminarlo?

R. El estigma es algo que ha cambiado mucho en estos 14 a?os. Ahora hay mucho menos en Estados Unidos. La gran mayor¨ªa de la gente piensa que el cannabis deber¨ªa legalizarse en el ¨¢mbito nacional, al menos para uso m¨¦dico. Dir¨ªa que el problema del estigma se ha resuelto hasta cierto punto a medida que la gente se familiariza m¨¢s con los productos y los comprende no solo como una alternativa al alcohol, sino tambi¨¦n como una opci¨®n para su bienestar.

Ahora, en Europa no ha sucedido lo mismo. En t¨¦rminos de estigma, dir¨ªa que Europa podr¨ªa estar donde Estados Unidos estaba hace unos 14 a?os cuando comenzamos el negocio.

El reciente cambio de la ley en Alemania, que reclasific¨® el cannabis de narc¨®tico a no narc¨®tico, ser¨¢ muy significativo porque creo que muchos m¨¦dicos se mostraban reacios a recetarlo. Con esta reclasificaci¨®n, creo que veremos un verdadero avance. A medida que la gente gane m¨¢s experiencia con el producto y ampl¨ªe la comprensi¨®n de sus usos, creo que el estigma disminuir¨¢.

P. ?Es un buen momento para invertir en la industria?

R. S¨ª. Pero hay que estudiar la situaci¨®n global. Hay muchos pa¨ªses en el negocio del cannabis y cada uno adopta un enfoque muy diferente. En este momento, hay pa¨ªses que se centran en el suministro de la planta a otras naciones que desarrollan productos m¨¦dicos. Entre ellos est¨¢n Portugal, Colombia y Sud¨¢frica, que no cuentan con un gran mercado interno para el consumo de cannabis, pero son abastecedores de insumos.

Creo que veremos a muchas m¨¢s econom¨ªas, en todo el mundo, relajando sus pol¨ªticas referentes al cannabis, lo vemos en Suiza, por ejemplo, o en Australia, donde el mercado es bastante activo. Muchos creen que el siguiente pa¨ªs que dar¨¢ pasos en la liberaci¨®n del cannabis recreativo ser¨¢ Portugal. En Europa, los pa¨ªses han comenzado con un enfoque m¨¦dico y, a medida que la gente se sienta m¨¢s c¨®moda, habr¨¢ un impulso cada vez mayor para permitir el uso recreativo.

Por otra parte, tambi¨¦n vemos c¨®mo algunos pa¨ªses que han legalizado su uso quieren echarse para atr¨¢s, como Tailandia.

?Es un buen momento para invertir? Creo que no es un mercado donde te har¨¢s rico r¨¢pidamente. Hay que tener una visi¨®n m¨¢s hacia el futuro. No hay duda de que habr¨¢ una oportunidad enorme mundialmente, pero tendr¨¢s que elegir d¨®nde invertir y ser paciente.

P. ?Le preocupa la situaci¨®n del mercado en Estados Unidos?

R. Es complicado hablar del mercado estadounidense como un todo. Hay que ir Estado por Estado. Nueva Jersey, por ejemplo, est¨¢ en pleno crecimiento. Misuri tambi¨¦n. Hay algunos m¨¢s antiguos y maduros, cuyo ritmo se ha desacelerado. Pero si lo observamos en su conjunto, el mercado estadounidense sigue siendo el m¨¢s grande del mundo en el futuro previsible. Por lo tanto, todav¨ªa vemos una gran cantidad de oportunidades.

Hace un par de a?os que salimos de California [el mercado m¨¢s grande de cannabis en el mundo]. Entramos all¨ª justo cuando los precios mayoristas empezaban a caer. La situaci¨®n era complicada. Siempre digo que no estoy en este negocio por ego. Estoy aqu¨ª para ganar dinero. Y que, cuando no se puede hacer, no tiene sentido seguir operando.

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