As¨ª funciona la gran industria de la droga: una hidra con siete cabezas
Con la crisis del fentanilo en auge, los c¨¢lculos oficiales cifran en un bill¨®n de d¨®lares el coste de la drogadicci¨®n en EE UU
La calle Figueroa en el centro de Los ?ngeles refleja un submundo. Una iglesia alza sus plegarias por megafon¨ªa: ¡°?Jesucristo quiere salvarte y convertir tus l¨¢grimas en alegr¨ªa!¡±. Quien conozca el barrio sabe que Dios abandon¨® esas calles a principios de los noventa cuando era una zona hispana de clase baja. Debajo de las plataformas ¡ªdonde nunca para el tr¨¢fico¡ª, mendigos y drogadictos malviven en peque?as tiendas de campa?a. El trapicheo de fentalino empieza a mezclarse con nitazenes. Otro opi¨¢ceo sint¨¦tico algo menos peligroso, que se corta con drogas tradicionales.
El coste de la crisis, recuerda Kasia Malinowska-Sempruch, directora mundial del programa sobre drogas de Open Society Foundations, es de un bill¨®n de d¨®lares anuales en Estados Unidos. ¡°Si esta tendencia contin¨²a, nuestra seguridad y prosperidad nacional pueden verse comprometidas, considerablemente a largo plazo¡±, asegura. El Instituto Nacional de Drogas y Adicciones destinar¨¢ este a?o 1.633 millones de d¨®lares (unos 1.525 millones de euros) a esta batalla. El Departamento de Seguridad Nacional cuenta con 4.335 millones para enfrentar esta epidemia, que ha costado 70.000 vidas. Y la Administraci¨®n de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, siglas en ingl¨¦s) gestiona 5.800 millones de d¨®lares, unos 1.300 m¨¢s que durante 2023. ?Suficiente frente a la avalancha? ¡°Los incentivos econ¨®micos para los grupos del crimen organizado son claros¡±, indica Steve Rolles, analista principal de Transform, Drug Policy Foundation. ¡°Los opioides sint¨¦ticos son f¨¢ciles de fabricar, muy rentables y se trafican sin dificultad. ?Por qu¨¦ importar 50 kilos de hero¨ªna sipuedes importar un kilo de fentanilo y ganar el mismo dinero?¡±.
Este es el coste ¡°tradicional¡± si uno va a la guerra sin trincheras. Mark Thornton, investigador del Instituto Mises (Alabama), propone que una consecuencia no deseada de la prohibici¨®n de las drogas es el aumento de su potencia, al crear un incentivo para que los traficantes maximicen el valor en la calle de su producto y reduzcan al m¨ªnimo su tama?o. Es la versi¨®n actual de la Ley de Hierro de la Prohibici¨®n, cuando a los contrabandistas de ron les resultaba m¨¢s rentable colocar alcohol ilegal (a menudo adulterado) que vender cerveza. ¡°La aplicaci¨®n de la Ley de Hierro har¨¢ que el producto sea m¨¢s caro y m¨¢s dif¨ªcil de comprar, pero tambi¨¦n lo volver¨¢ m¨¢s potente, de menor calidad, m¨¢s mortal, por lo que incluso si el tr¨¢fico se reduce un poco, aumentar¨¢n las sobredosis y las muertes¡±, predice el economista.
Lo mismo sucedi¨® cuando se cerr¨® en los a?os ochenta la costa de Florida. El cannabis despareci¨® y fue reemplazado por la hero¨ªna. ?El valor? ¡°Es imposible cuantificar el coste total de la guerra. Podemos medir el precio de encarcelar a una persona, pero ?qu¨¦ sucede con sus familias y la p¨¦rdida de producci¨®n econ¨®mica?¡±, se pregunta. La prohibici¨®n de las drogas ¡ªzanja Thornton¡ª ha sido una pol¨ªtica ¡°destructiva y sin beneficio social¡±.
Regular la coca¨ªna
La econom¨ªa ha abierto parte del debate. ?msterdam, Berna (Suiza) y el Senado colombiano hablan de formas de regular la coca¨ªna. Una sustancia, hasta ahora, lejos de la discusi¨®n europea. En la regi¨®n, acorde con Europol y el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicoman¨ªas (OEDT), estas sustancias generan 31.000 millones de euros. El corte es el esperado. Cannabis (12.100 millones), coca¨ªna (11.600), hero¨ªna (5.200), anfetaminas (1.600) y ¨¦xtasis (600). Millones que caen por un desag¨¹e bien conocido. ¡°La corrupci¨®n tiene un efecto corrosivo en el tejido social, socavando la gobernanza, la seguridad y el Estado de derecho¡±, advierten desde el Observatorio.
Alemania, Portugal, Luxemburgo y Malta (a trav¨¦s de asociaciones) han despenalizado el consumo y el cultivo de cannabis para uso personal. Conviven con programas pilotos de venta en tiendas en Suiza y Pa¨ªses Bajos. ¡°Esto puede producir ahorros en gastos policiales y penitenciarios, pero no generar ning¨²n ingreso fiscal, ya que el mercado contin¨²a siendo ilegal y controlado por grupos del crimen organizado¡±, matiza Steve Rolles. Su propuesta pasa por la luz verde. ¡°Legalizar la producci¨®n y el suministro puede tener beneficios adicionales al trasladar gran parte de este comercio al espacio legal donde se podr¨ªa regular¡±. El c¨¢lculo es progresivo. El modelo comercial regulado de cannabis en Canad¨¢, por ejemplo, gener¨® unos 1.300 millones de euros en el periodo 2022-2023 entre ingresos fiscales federales y provinciales.
En este espacio no existe una ecuaci¨®n que lo solucione todo. Cada sustancia tiene su propia f¨®rmula. La respuesta no es despenalizar sin mirar a ambos lados de la calle. Estados Unidos demuestra c¨®mo el mercado de la hero¨ªna pasa r¨¢pida y catastr¨®ficamente a estar dominado por los opi¨¢ceos sint¨¦ticos. Baratos, f¨¢ciles de transportar, distribuir y con unos efectos incontrolables. ¡°Las redes criminales que operan en los m¨¢rgenes de las drogas en la UE son altamente adaptables, innovadoras y resilientes a las crisis globales, la inestabilidad y los cambios pol¨ªticos y econ¨®micos profundos como la pandemia, la invasi¨®n de Ucrania o la llegada al poder [en Afganist¨¢n] de los talibanes [que han impuesto una prohibici¨®n sobre los opi¨¢ceos]¡±, desgrana un informe de este a?o del OEDT.
Lejos de Figueroa, el trayecto se completa con el lavado del dinero procedente del tr¨¢fico il¨ªcito. ¡°Los mecanismos para blanquear droga son los mismos que los de cualquier grupo criminal que tenga medios para poderlo hacer a gran escala. Utilizar, por ejemplo, contables y abogados, muchas veces cubiertos por leyes que protegen su secreto profesional¡±, desgrana un portavoz de la oeneg¨¦ Tax Justice Network. Y a?ade: ¡°Los sectores m¨¢s atractivos para el blanqueo son aquellos en los que el efectivo se utiliza habitualmente, mueven grandes cantidades de dinero y el cliente no necesita ser identificado¡±.
El fentanilo es el resultado de la guerra contra las drogas y la Ley de Hierro de la Prohibici¨®n. Si la batalla contin¨²a ¡ªaventura Mark Thornton¡ª, productos a¨²n peores entrar¨¢n en el mercado negro.
Los criminales navegan en los puertos
El 16 de febrero pasado el puerto de Cork (Irlanda) decomisó 32,8 millones de euros en metanfetaminas. En 2023, Amberes, uno de los principales canales marítimos de Europa, incautó una cantidad récord de cocaína. Los puertos se han convertido en coladeros de droga por una sencilla razón. Sólo el 10% de los contenedores —según The Economist— que procede de Latinoamérica y el 1,5% mundial son revisados en Europa. Pese a las mejoras tecnológicas de detección, los traficantes siempre cuentan con la opción de desviar la mercancía a puertos medianos como el de Málaga o Helsingborg (Suecia). Cada entrada tiene un coste humano y económico. De acuerdo con los datos aportados por el Ministerio del Interior, la cantidad total invertida por la Administración General del Estado y los Planes Autonómicos de Drogas en 2022 fue de 380,5 millones de euros. Las adicciones tienen su precio.
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