Pol¨ªticas que transforman vidas en base a la evidencia cient¨ªfica
El Laboratorio de Pol¨ªticas de Inclusi¨®n ha conseguido poner la evaluaci¨®n y la generaci¨®n de evidencias en el centro del ejercicio de las pol¨ªticas de inclusi¨®n
La pandemia de la covid-19 supuso un duro golpe para muchas familias. En algunas, agrav¨® una situaci¨®n de vulnerabilidad que ya atravesaban desde hac¨ªa tiempo. Este fue el caso de Manuel. La pandemia le dej¨® con graves problemas de salud, sin empleo y posteriormente sin hogar. Con esa crudeza nos lo relat¨® el pasado mes de febrero en un evento organizado por el Ministerio de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones. Pero tras tocar fondo, Manuel logr¨® reconstruir su vida. Solicit¨® el Ingreso M¨ªnimo Vital, que le proporcion¨® una base econ¨®mica desde la cual empezar a construir. Esta prestaci¨®n le dio la seguridad necesaria y el espacio mental para ocuparse de asuntos m¨¢s all¨¢ de c¨®mo llegar al final del d¨ªa. Empez¨® a buscar trabajo y a d¨ªa de hoy dirige una peque?a empresa que gestiona cuatro ligas regionales de f¨²tbol sala. Unos meses m¨¢s tarde, renunci¨® a la prestaci¨®n porque ya no la necesitaba. En sus propias palabras, renunci¨® para que se la dieran a otra persona que la necesitara m¨¢s.
Rara vez nos detenemos a reflexionar sobre el impacto transformador que las pol¨ªticas p¨²blicas tienen en la vida de las personas. El sistema p¨²blico de pensiones, la sanidad p¨²blica, el sistema de desempleo, las prestaciones por discapacidad, entre otros, constituyen una red de protecci¨®n que se activa cuando las personas m¨¢s lo necesitan. Esta acci¨®n protectora se refuerza con voluntad pol¨ªtica y liderazgo claro, como se demostr¨® con la puesta en marcha del escudo social que impidi¨® que 1,5 millones de personas cayeran en la pobreza durante la pandemia.
Pero las pol¨ªticas p¨²blicas son mucho m¨¢s que una red de protecci¨®n. Como en el caso de Manuel, act¨²an tambi¨¦n como una palanca para impulsar cambios en trayectorias vitales y fomentar la activaci¨®n laboral. Sin embargo, para que desplieguen todo su potencial transformador, a menudo es necesario que se complementen con otras medidas adicionales. Manuel nos relat¨® que hubo dos elementos indispensables detr¨¢s de su incre¨ªble historia de superaci¨®n. El primero, como mencion¨¦ anteriormente, fue percibir el Ingreso M¨ªnimo Vital. El segundo fue el acompa?amiento social que obtuvo de Hogar S¨ª, una entidad del tercer sector enfocada en la lucha del sinhogarismo. Esta entidad le proporcion¨® servicios y ayudas adicionales. Pero sobre todo le ofreci¨® una mano tendida, alguien que le escuch¨® y le dijo que confiaba en ¨¦l. D¨ªa a d¨ªa en nuestro pa¨ªs, trabajadoras y trabajadores sociales, educadores, psic¨®logos, de entidades locales, auton¨®micas y del tercer sector son fundamentales para catalizar estos procesos de progreso y superar las situaciones de exclusi¨®n social.
El Ingreso M¨ªnimo Vital, al igual que la mayor¨ªa de las pol¨ªticas de rentas m¨ªnimas en otros pa¨ªses, se configura como una prestaci¨®n econ¨®mica que va acompa?ada de estrategias de inclusi¨®n e inserci¨®n laboral para los beneficiarios. En el caso del Ingreso M¨ªnimo Vital y ante el gran abanico de potenciales estrategias y programas, se decidi¨® apostar por una primera fase basada en la experimentaci¨®n. El objetivo era evaluar diferentes enfoques y ver qu¨¦ funciona mejor para despu¨¦s usarlo como base en el escalado de los programas a las pol¨ªticas p¨²blicas. As¨ª naci¨® el Laboratorio de Pol¨ªticas de Inclusi¨®n en el cual durante los ¨²ltimos tres a?os se han llevado a cabo 32 proyectos piloto por todo el territorio espa?ol y en el que han participado 90.000 personas. Los proyectos, financiados mediante el Plan de Recuperaci¨®n Transformaci¨®n y Resiliencia y los fondos NextGenEU, han sido implementados por comunidades aut¨®nomas, ayuntamientos y entidades del tercer sector, mientras que la evaluaci¨®n ha sido llevada a cabo por la Secretar¨ªa General de Inclusi¨®n.
Uno de los aspectos que hace ¨²nica esta iniciativa es que los proyectos han sido evaluados conforme a los m¨¢s altos est¨¢ndares cient¨ªficos, en concreto, mediante ensayos aleatorizados. Esta metodolog¨ªa, an¨¢loga a los ensayos cl¨ªnicos en medicina, consiste dividir de manera aleatoria a una poblaci¨®n en dos grupos e implementar el programa s¨®lo en uno de ellos. Al finalizar el programa, se comparan los resultados de ambos grupos. Si el grupo de tratamiento muestra un mejor desempe?o que el grupo de control, podemos atribuir esta diferencia al impacto causal del programa. Para llevar a cabo estas evaluaciones, la Secretar¨ªa General de Inclusi¨®n estableci¨® alianzas estrat¨¦gicas con dos instituciones acad¨¦micas de reconocido prestigio, el CEMFI (Centro de Estudios Monetarios y Financieros) y el Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (J-PAL), dirigido por los Premios Nobel de Econom¨ªa Esther Duflo y Abhijt Banerjee.
El pasado 17 de junio, tuvimos oportunidad de presentar los resultados de esta iniciativa en un evento organizado por el Ministerio de Inclusi¨®n. La Ministra Elma Saiz estuvo acompa?ada por el profesor del Massachusetts Institute of Technology, Abhijit Banerjee. Ambos pusieron en valor el Laboratorio, como una experiencia pionera en el mundo por el elevado n¨²mero de evaluaciones experimentales impulsadas desde una administraci¨®n p¨²blica. La iniciativa ha despertado un gran inter¨¦s en diversos organismos internacionales y, en concreto, en la Comisi¨®n Europea, donde es valorada como un caso de ¨¦xito y un modelo de futuro para el uso de fondos europeos donde la evaluaci¨®n y generaci¨®n de evidencias se ponen en el centro del ejercicio de la pol¨ªtica p¨²blica.
Los resultados del laboratorio apuntan a que las estrategias de inclusi¨®n, cuando est¨¢n bien dise?adas y son efectivas, constituyen una pieza clave en la inserci¨®n socio-laboral de los colectivos en situaci¨®n de exclusi¨®n social. No solo es una cuesti¨®n de justicia social reforzar la inclusi¨®n de las personas m¨¢s desfavorecidas, sino que tambi¨¦n es altamente rentable. Las medidas de acompa?amiento constituyen una inversi¨®n social, donde el coste de proporcionar un acompa?amiento de calidad se compensa ampliamente con la reducci¨®n en el grado de dependencia de las prestaciones y con la mejora en la inserci¨®n laboral.
Debemos seguir avanzando en promover medidas de acompa?amiento en base a las mejores pr¨¢cticas y evidencias. De esta manera, conseguiremos que, cuando personas como Manuel se enfrenten al pr¨®ximo bache, el Estado les tienda la mano para proporcionarles los mejores apoyos para impulsar sus vidas.
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