Balance de una doble crisis
La relajaci¨®n monetaria se seguir¨ªa produciendo en Europa dados sus pobres registros de actividad econ¨®mica
Visto con cierta perspectiva, el desenlace de los impactos superpuestos sobre la econom¨ªa mundial de la pandemia y de la crisis energ¨¦tica que depar¨® la guerra de Ucrania, aderezados de un contexto geopol¨ªtico ciertamente inestable, no deja de ser, para bien, sorprendente. De momento.
Como esboza el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicado esta semana coincidiendo con la cita anual de su asamblea, y aunque queda trabajo por hacer, han revertido los serios da?os iniciales en t¨¦rminos de crecimiento econ¨®mico y posteriores tensiones inflacionistas. Singularmente la escalada de precios, aunque con un grado y un timing desigual seg¨²n zonas y pa¨ªses. La econom¨ªa mundial ha alcanzado de nuevo, si no un cierto equilibrio dentro de su comportamiento c¨ªclico, s¨ª al menos un territorio m¨¢s normalizado.
Aunque destaca el ¨¦xito que ha tenido la pol¨ªtica monetaria a nivel global para superar la batalla contra la inflaci¨®n sin generar un da?o c¨ªclico excesivo, las perspectivas de crecimiento econ¨®mico dibujan un comportamiento asim¨¦trico entre Estados Unidos y Europa. En el primer caso destaca una evoluci¨®n robusta, con un crecimiento cercano al 3% este ejercicio y superior al 2% en 2025, sin que ello cuestione una esperada reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s. Relajaci¨®n monetaria que tambi¨¦n se seguir¨ªa produciendo en Europa, incluso con mayor justificaci¨®n, dados sus pobres registros de actividad econ¨®mica. Sobre todo, los de su principal econom¨ªa, Alemania, que estar¨¢ acompa?ada por el resto de las principales si se except¨²a el excepcional desempe?o de Espa?a, cuyo crecimiento se pronostica similar al de Estados Unidos en este bienio, muy por encima del entorno del 1% previsto para la eurozona.
En cualquier caso, el entorno es uno de los m¨¢s complicados en mucho tiempo, y viene marcado no s¨®lo por la situaci¨®n macroecon¨®mica sino, sobre todo, por los movimientos tect¨®nicos que se est¨¢n produciendo en la geopol¨ªtica global. En los ¨²ltimos a?os, y de forma m¨¢s acelerada desde 2020, estamos asistiendo a un aumento de la fragmentaci¨®n ¡ªcomercial y en otras muchas dimensiones¡ª sin precedentes en los ¨²ltimos 75 a?os. Esto es paralelo a una erosi¨®n de la gobernanza y p¨¦rdida de influencia de las instituciones que definen el actual sistema desde la II Guerra Mundial ¡ªFMI, Banco Mundial, G7, G20¡ª y a un aumento de episodios b¨¦licos de gran magnitud con riesgo de escalada global. Adem¨¢s, estamos en la antesala de unas elecciones clave para Estados Unidos y para el mundo, pues en funci¨®n de qui¨¦n consiga la victoria, podr¨ªa derivar en un nuevo golpe al ya da?ado sistema de reglas y relaciones internacionales prevalente en las ¨²ltimas ocho d¨¦cadas. Y todo lo anterior, sin contar con las reformas y ajustes estructurales a¨²n pendientes en muchas econom¨ªas.
¡°De momento¡± es por tanto una expresi¨®n obligada al realizar el balance econ¨®mico de este periodo.
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