El profesorado asociado se dispara y la mayor¨ªa de universidades sobrepasa el l¨ªmite legal de contratos temporales
Un informe del Observatorio del Sistema Universitario apunta al uso excesivo e irregular de la controvertida categor¨ªa, pero con un reflejo muy heterog¨¦neo en los distintos campus


Las universidades p¨²blicas espa?olas ya casi han recuperado la cifra de profesores e investigadores que ten¨ªan antes de la crisis que, hace una d¨¦cada, empez¨® desangrar los campus: en el curso 2009-2010, la plantilla era de algo m¨¢s de 100.000 docentes y en el 2018-2019, ¨²ltima estad¨ªstica disponible, de 99.440. Sin embargo, la imagen detr¨¢s de esas cifras es muy distinta, con una plantilla mucho m¨¢s precaria e inestable (entonces, un 32% trabajaba a tiempo parcial, ahora es casi el 37%), en la que el grueso de la recuperaci¨®n se ha hecho, seg¨²n deja en evidencia un estudio presentado este martes por el Observatorio del Sistema Universitario, a base de contratar profesores asociados. Se trata esta de una categor¨ªa creada a primeros de los ochenta para que profesionales destacados en su campo pudieran aportar su experiencia a la educaci¨®n universitaria, pero que a lo largo de los a?os se ha ido utilizando tambi¨¦n, y cada vez m¨¢s, como una alternativa barata ¡ªcobran desde 300 euros¡ª y precaria de cubrir las necesidades docentes.
El trabajo del observatorio, un organismo independiente formado por docentes, doctorandos y estudiantes, firmado por los especialistas Alfonso Herranz y Vera Sacrist¨¢n, refleja c¨®mo, tras unos primeros a?os de reducci¨®n general del profesorado durante la crisis, especialmente fuerte en el caso de los asociados, estos ¨²ltimos empezaron a aumentar de nuevo a partir del curso 2014-2015, hasta crecer un 20% y representar hoy un cuarto de las plantillas de los campus p¨²blicos (el an¨¢lisis deja fuera a los asociados de Ciencias de la Salud, por tener caracter¨ªsticas muy distintas). Esta evoluci¨®n, seg¨²n el informe, no solo deja claro ¡°el uso excesivo de esta figura, mucho m¨¢s all¨¢ del previsto en la ley¡±, sino que es la principal raz¨®n de que ¡°la mayor parte de las universidades espa?olas est¨¢n en la actualidad en una situaci¨®n de ilegalidad, al representar su profesorado contratado temporal un porcentaje significativamente superior al l¨ªmite del 40% del total previsto en la ley¡±. Los contratos de asociados son temporales (como los de los ayudantes, ayudantes doctores y visitantes) y a tiempo parcial. Sin embargo, advierten que la situaci¨®n es muy heterog¨¦nea: ¡°Es un problema distribuido muy desigualmente; en algunos sitios no est¨¢ pasando y en otros est¨¢ ocurriendo en unas dimensiones muy grandes¡±, destaca Herranz. Lo mismo ocurre, a?ade, dentro del colectivo de asociados, en el que una parte no responde a las caracter¨ªsticas que fija la ley, pero otra parte s¨ª lo hace.
As¨ª, la proporci¨®n de los asociados va desde el 5,5% de la Universidad de Ja¨¦n hasta el 58,7% de la Universidad Rovira i Virgili, con cifras absolutas muy llamativas como la de la Universidad de Barcelona, con un total de 2.425 profesoras y profesores asociados, el 9,7% del total de Espa?a. Adem¨¢s, los investigadores han detectado que la presencia de asociados es mayor en las facultades de Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas y que las diferencias entre departamentos (destacando los vinculados a Empresa, Derecho y, sobre todo, Educaci¨®n) tambi¨¦n son espectaculares. Con ejemplos extremos como el de Pedagog¨ªa de la Universidad Rovira i Virgili o el de Educaci¨®n Ling¨¹¨ªstica y Literaria y Did¨¢ctica de las Ciencias Experimentales y de la Matem¨¢tica de la Universidad de Barcelona, donde la proporci¨®n de asociados supera el 80%.
Aunque este es el reflejo de los asociados en la plantilla universitaria, no lo es del reparto de la docencia que imparten, ya que, como recuerda el vicerrector de Profesorado de la Universidad de Burgos, Jos¨¦ Mar¨ªa C¨¢mara, los asociados trabajan a tiempo parcial, con lo que el resto de profesores a tiempo completo se hacen cargo de una mayor parte de la carga docente. ¡°El porcentaje de profesores asociados en la Universidad de Burgos, contabilizado en equivalentes a tiempo completo, es del 30%, algo inferior si excluimos a los profesores asociados sanitarios¡±, se?ala una portavoz por correo electr¨®nico.
En todo caso, la ley no hace distinciones de dedicaci¨®n parcial o completa cuando limita al 40% de la plantilla docente la proporci¨®n de contratos temporales. Y son 32 de las 48 universidades p¨²blicas las que sobrepasan ese l¨ªmite legal, sobre todo en los casos de Rovira i Virgili (69,7%), Carlos III de Madrid (64,5%), Rey Juan Carlos (64,4%), Pompeu Fabra (62,9%), Illes Balears (62,4%), Lleida (61,8%), Aut¨®noma de Barcelona (60,7%) y Barcelona (60%), destaca el trabajo. ?C¨®mo puede ser que exista y se mantengan semejantes situaciones de ilegalidad? Diversas fuentes sindicales admiten que no es f¨¢cil denunciar situaciones en las que los propios afectados podr¨ªan verse perjudicados y en las que la alternativa a este tipo de contrataci¨®n es que no se contrate en absoluto. Vera Sacrist¨¢n, por su parte, se?ala: ¡°Lo que se ha venido haciendo hasta ahora para solucionar estas situaciones es cambiar la ley para ir elevando los l¨ªmites¡ Primero se elevaron los l¨ªmites de profesorado contratado, luego del temporal, los de los asociados¡ En fin, se han ido haciendo modificaciones de la ley para adaptarse a la realidad, en lugar de planes de reconversiones para ajustar la situaci¨®n a una ley que pone limitaciones por alg¨²n motivo¡±.
Porque lo que deja claro el trabajo es que la utilizaci¨®n en ocasiones muy excesiva de los contratos temporales, y en especial de los asociados, no obedece a ning¨²n inter¨¦s especial de las universidades por la precarizaci¨®n, sino sobre todo a una situaci¨®n de crisis y falta de financiaci¨®n, con la prohibici¨®n de cubrir todas las plazas vacantes de profesorado a tiempo completo. La ca¨ªda media de la financiaci¨®n p¨²blica en el periodo estudiado fue del 25% en toda Espa?a, llegando al 34% en Catalu?a. ¡°En nuestro caso, hemos tenido que implantar nuevas titulaciones en los ¨²ltimos 10 a?os con la tasa de reposici¨®n [porcentaje de vacantes que se pueden cubrir] como l¨ªmite para la contrataci¨®n de profesorado y sin m¨¢s posibilidad de dar respuesta a las demandas sociales que la de utilizar la figura del profesorado asociado¡±, se?ala por correo electr¨®nico la rectora de la Universidad Jaume I de Castell¨®n, que corrige adem¨¢s el porcentaje de asociados que ofrece el informe del observatorio para su instituci¨®n, ya que en la informaci¨®n que env¨ªan para la estad¨ªstica oficial no separan los asociados de ciencias de la salud del resto. Una vez separados, su porcentaje, recogido en una segunda versi¨®n del primer gr¨¢fico de esta informaci¨®n, es de un 36,7% de asociados.
¡°La ¨²nica soluci¨®n definitiva, por muchas reformas que se hagan, es aumentar la financiaci¨®n de las universidades, porque las universidades que lo hacen es porque no tienen recursos para contratar de otro modo¡±, insiste Alfonso Herranz. El especialista se refiere al proyecto conocido hace unos d¨ªas del nuevo Estatuto del Personal Docente Investigador (PDI) redactado por el Ministerio de Universidades, que propone crear una carrera laboral de profesores paralela a la de los funcionarios y ponerle coto al uso viciado del contrato de profesor asociado, oblig¨¢ndoles a acreditar fehacientemente que tienen un trabajo principal fuera de la universidad y limitando a 60 las horas de clase que pueden impartir; ahora est¨¢n en muchos casos por encima de las 100. El colectivo, a trav¨¦s de la Asociaci¨®n del Profesorado Asociado de las Universidades P¨²blicas, ha rechazado la propuesta porque considera que les deja a los pies de los caballos, sin una soluci¨®n clara para regularizar su situaci¨®n.
V¨ªctor Jorquera, profesor asociado en la Universida de Barcelona desde hace casi tres lustros, describe la situaci¨®n con dos palabras: ¡°precariedad y fraude¡±. Habla del uso generalizado del contrato de asociado como primer paso para que los titulados que est¨¢n haciendo la tesis empiecen su carrera docente, de contratos parciales para ofrecer 180 horas de clase (el 75% de las que un docente a tiempo completo), ¡°pero cobrando el 20%¡± y ¡°completando la jornada con horas investigaci¨®n y gesti¨®n¡± que se les exige aunque nadie les paga. Tambi¨¦n menciona casos en los que el trabajo principal que deben acreditar no tiene nada que ver con lo que ense?an en la universidad o es otro contrato de asociado en una universidad distinta.
Pero Francisco L¨®pez Segarra, soci¨®logo y profesor asociado desde principios de los a?os noventa, explica que el problema va m¨¢s all¨¢ de los falsos asociados, pues ¡°el maltrato laboral¡± tambi¨¦n afecta a aquellos que, c¨®mo ¨¦l, tienen realmente su trabajo principal fuera de los campus y no tienen inter¨¦s ni intenci¨®n de hacer carrera permanente e investigadora en la Universidad. ¡°Si tenemos ocho horas de trabajo, en realidad hacemos 12 horas, s¨¢bados, domingo, siempre...., porque no llegas con la burocracia y la preparaci¨®n de las clases... Adem¨¢s, cobramos menos, por eso reivindicamos que a igual trabajo, igual sueldo, pero no nos han hecho ni caso¡±, dice este profesor de la Universidad Jaume I de Castell¨®n.
Para buscar las soluciones adecuadas, en todo caso, Herranz y Sacrist¨¢n insisten en que empezar estableciendo la cifra real de esos llamados falsos asociados, es decir, los que en realidad est¨¢n dando clase como profesores ordinarios y cuales responden a lo que dice la ley. ¡°Hay profesionales que van a la Universidad y en sus clases transmiten su experiencia. La figura del asociado es una buena idea, no se trata de tirarla a la basura, sino de utilizarla bien¡±, se?ala Herranz.
El ministerio habla en su proyecto de 33.954 asociados, que representan el 34% del total de la plantilla de las universidades p¨²blicas. Sin embargo, el estudio del Observatorio del Sistema Universitario deja fuera de su an¨¢lisis a los 8.873 asociados de Ciencias de la Salud (profesionales sanitarios en ejercicio en los centros m¨¦dicos en los que se forman los alumnos) ¡°por considerar que constituye un colectivo con caracter¨ªsticas muy diferentes¡±. As¨ª, su trabajo se centra en los 25.081 asociados del resto de ¨¢reas, que suponen el 25,2% del profesorado y constituyen la base de una situaci¨®n que se revela como irregular y contraproducente para el sistema.
Y el trabajo ha encontrado numerosas evidencias del abuso. ¡°El hecho de que hasta 2017-18 el profesorado asociado no dejara de aumentar mientras se reduc¨ªan los efectivos del resto de profesorado ser¨ªa indicativo de un proceso gradual de sustituci¨®n de profesorado permanente a tiempo completo por profesorado asociado, con contrato temporal a tiempo parcial¡±, dice el informe. Adem¨¢s, la estructura por edades del profesorado asociado (casi dos tercios tiene menos de 50 a?os) indicar¨ªa que esta figura ¡°se ha convertido en muchos casos en una etapa temprana y precaria de la carrera acad¨¦mica ordinaria¡±, concluye el trabajo.
Entre las consecuencias negativas de esa situaci¨®n, los especialistas se?alan la reducci¨®n de la actividad investigadora, debilitamiento del v¨ªnculo de la plantilla con la instituci¨®n y la amenaza contra la libertad acad¨¦mica ¡°al aumentar su vulnerabilidad laboral¡±.
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