As¨ª prepara un colegio p¨²blico el nuevo curso: ¡°Me preocupa lo de fuera, porque la escuela no es herm¨¦tica¡±

Josep Forta?a entra en el colegio y se?ala a la derecha, donde al calor del confinamiento y el cierre escolar las malas hierbas han crecido hasta alcanzar un metro y medio de altura. ¡°Estoy esperando a que vengan del Ayuntamiento a arreglarlo. Necesito tener el patio fet¨¦n y parcelado en 10 zonas el d¨ªa 7 para que los ni?os puedan salir a jugar sin mezclarse¡±, dice el director del colegio p¨²blico de infantil y primaria El Grau, en Valencia, un centro de tama?o medio al que asisten hijos de familias de clase media, trabajadora y, en una proporci¨®n moderada, desfavorecida.

La escuela es urbana, pero la parcela de casi 6.000 metros cuadrados para 195 alumnos, que incluye un gran patio, ha permitido al equipo directivo organizar con cierta calma el curso m¨¢s complejo que recuerdan.

En las tres clases de infantil y en primero y segundo de primaria han formado grupos de convivencia estable, las llamadas burbujas, en las que los chavales se relacionar¨¢n sin mascarilla y sin guardar la distancia interpersonal a cambio de no tener contacto con el resto de clases. El tama?o de cada uno de estos grupos oscilar¨¢ entre los 17 y los 23 ni?os (el l¨ªmite es de 25).

En tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria no habr¨¢ burbujas. Los estudiantes tendr¨¢n que mantenerse a metro y medio dentro de clase, pero, salvo que se produzcan cambios de ¨²ltima hora, podr¨¢n quitarse las mascarillas una vez sentados. ¡°Las cuatro clases de estos niveles que hab¨ªa el curso pasado las hemos convertido en cinco clases de 20 alumnos. Para la nueva hemos ocupado el aula de ingl¨¦s¡±, explica Forta?a.

Mezcla de edades

En dos de estas cinco clases se mezclar¨¢n ni?os de edades distintas (en un aula convivir¨¢n chavales de cuarto y quinto de primaria, y en la otra, de quinto y sexto). Es la f¨®rmula ideada por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n para que a los centros les resulte m¨¢s sencillo cuadrar grupos de 20. La normativa auton¨®mica establece que, adem¨¢s de mantenerse a medio y metro, en las aulas debe haber al menos 2,25 metros cuadrados por cada alumno.

¡°Nuestro colegio tiene una l¨ªnea (un grupo por curso), y hasta ahora ¨¦ramos 15 docentes a tiempo completo y dos m¨¢s compartidos con un centro cercano. Pero a partir de septiembre tendremos un tutor m¨¢s, para el nuevo grupo de primaria, y otro profesor de refuerzo. Era lo que necesit¨¢bamos¡±, afirma Forta?a.

Aumento de profesores

La planificaci¨®n de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n valenciana, puesta como ejemplo por sindicatos de profesores de ¨¢mbito estatal como CC OO, empez¨® pidiendo a los centros que le comunicaran qu¨¦ necesitaban para cumplir las nuevas condiciones. En la segunda mitad de julio, los equipos directivos supieron con qu¨¦ efectivos iban a contar, lo que les ha permitido organizar el curso con cierto margen. La Comunidad Valenciana incorporar¨¢ 4.374 profesores el pr¨®ximo curso, lo que supone un aumento del 5,2% en el conjunto del sistema y de algo menos del 7% en la p¨²blica.

En El Grau todav¨ªa quedan cosas por hacer. ¡°Los paneles transparentes con los que vamos a dividir en cinco el comedor todav¨ªa no han llegado, y a¨²n tenemos qu¨¦ decidir c¨®mo vamos a ampliarlo¡±, afirma. Parte de los alumnos comer¨¢n en el gimnasio y otra opci¨®n que barajan es sacar mesas a la zona central del colegio, que tiene techo pero est¨¢ abierta por los lados, lo que facilitar¨ªa la ventilaci¨®n.

¡°Hemos se?alizado itinerarios, preparado una sala de aislamiento por si tenemos un caso sospechoso, comprado term¨®metros para tomarles la temperatura a los ni?os antes de entrar en clase... pero es muy importante la responsabilidad personal¡±, afirma el director.

¡°Yo estoy preocupada¡±, a?ade Vanessa Segovia, tutora de primero de primaria, ¡°no tanto por la escuela como por lo que veo que pasa fuera. Hay gente muy relajada y hay muchas variables que no podemos controlar, la escuela no es herm¨¦tica. Las familias tienen que ser conscientes de que si el ni?o se levanta con fiebre no lo pueden traer. Llevo muchos a?os y he visto alumnos a los que cuando se les pasa el efecto del Apiretal que les han dado antes de venir se ponen malos en clase¡±.

Generaci¨®n con miedo

Irene Briz, cuyas hijas mellizas empezar¨¢n segundo de primaria en este colegio en septiembre, ha visto en las redes sociales el movimiento de padres que anuncian que no llevar¨¢n a sus ni?os a clase por temor de los contagios. No es su caso. Las hijas de Briz, educadora infantil, fueron a la escuela de verano que organiz¨® en julio su colegio y vio, afirma, que los grupos burbuja pueden funcionar.

¡°Yo estoy tranquila. No es que crea que no va a haber problemas, pero los ni?os y nosotros tenemos que aprender a convivir con el virus, porque no sabemos cu¨¢nto tiempo va a quedarse. Si las cosas se hacen bien, con protocolos de seguridad e higiene, es fundamental que los ni?os vayan al cole. M¨¢s all¨¢ de transmitir conocimientos, la escuela es necesaria por la convivencia y la socializaci¨®n. No podemos tener una generaci¨®n de ni?os que se queden en casa, sin relacionarse y sometidos al miedo¡±, afirma. Sus hijas, Llum y Neila, est¨¢n de acuerdo con su madre: ¡°Tengo ganas de ir al cole, ver a mis amigos y hacer deberes¡±, responden por tel¨¦fono a la par.

Contaminar las burbujas

Briz tambi¨¦n es partidaria de que en la medida de lo posible se active el aula matinal (de 8 a 9) y las actividades extraescolares, dos elementos que de momento han quedado suspendidas en su colegio. ¡°Vamos a esperar. Pueden desvirtuar los grupos burbuja y de momento tenemos que centrarnos en lo esencial, que es garantizar la ense?anza presencial. La ense?anza a distancia no ha dado buenos resultados a estas edades¡±, dice el director. Casi todas las comunidades dejan en manos de los centros la decisi¨®n de ofrecer extraescolares. Cantabria, en cambio, las ha suspendido y revisar¨¢ la decisi¨®n cada dos meses.

Siga EL PA?S EDUCACI?N en Twitter o Facebook

Ap¨²ntese a la Newsletter de Educaci¨®n de EL PA?S