Balance expr¨¦s de la vuelta a clase: ¡°El curso ha arrancado porque los profesores nos hemos dejado la piel¡±
Medio centenar de docentes describen el inicio del a?o escolar. Sus desvelos giran en torno a la seguridad frente al virus, la falta de espacios y de apoyo institucional y el impacto de la crisis en el aprendizaje de los alumnos


Entre el entusiasmo por volver a clase y el miedo a los contagios; entre el cansancio por las incontables horas extra, el desconcierto por el vaiv¨¦n de instrucciones y el orgullo colectivo de haber sacado adelante la tarea en las peores circunstancias. En ese revoltijo de sensaciones viven los profesores en este arranque de curso, el m¨¢s extra?o que se recuerda por la pandemia de covid, seg¨²n el balance de los primeros d¨ªas de vuelta clase que medio centenar de docentes de colegios e institutos de toda Espa?a han hecho para este peri¨®dico. ¡°El curso ha arrancado porque nos hemos dejado la piel, el est¨®mago y los ojos en cada medida que cada centro ha realizado por su propia cuenta y riesgo, con dinero de su propio bolsillo y tiempo, echando horas a destajo¡±, resume la directora de un colegio p¨²blico sevillano.
Un total de 53 docentes de todas las comunidades contestaron entre el martes y el s¨¢bado pasados al cuestionario enviado por este diario sobre el arranque del curso. Y sus respuestas dejan claro, por un lado, que cada centro es un mundo en s¨ª mismo, que el contexto geogr¨¢fico, el ¨¢nimo de sus plantillas y la implicaci¨®n de las familias pueden marcar diferencias m¨¢s all¨¢ de los dos elementos centrales: los medios humanos y materiales con que les doten las comunidades.
Pero tambi¨¦n dejan claro que, pese a las diferencias, todos se enfrentan a problemas muy serios. Cuando no hay suficiente refuerzo de profesores, es imposible bajar el n¨²mero de alumnos por aula para asegurar las distancias de seguridad; si llegan m¨¢s docentes, en muchos centros no hay espacio f¨ªsico donde meter m¨¢s clases; y si se opta entonces por opciones semipresenciales (que los alumnos vayan a la escuela unas horas al d¨ªa o en d¨ªas alternos), el problema es la falta de medios materiales, de formaci¨®n y, de nuevo, de profesores para atender unas labores docentes que se multiplican sin parar¡ "[Los problemas] dependen mucho de cada comunidad. En algunas s¨ª se han puesto los recursos materiales y personales necesarios. En general, los espacios disponibles en cada centro han condicionado mucho la posibilidad de reducir ratios¡±, resume Vicent Ma?es, director del colegio Bertomeu Llorens i Royo de Catarroja (Valencia) y presidente de la federaci¨®n espa?ola de asociaciones de directores de centros p¨²blicos de infantil y primaria, Fedeip.
¡°El horario para dar clase se ha visto muy reducido al tener que dedicar gran parte del tiempo en la toma de temperatura, el lavado de manos y las entradas y salidas escalonadas¡±Mar¨ªa Bellot, maestra de primaria en un colegio p¨²blico de Madrid
Pero, sea cual sea el escenario, al final, casi todos admiten que la situaci¨®n pasar¨¢ irremediablemente factura a la calidad de la ense?anza. ¡°En esta comunidad al menos se redujo la ratio para los grupos de primero de ESO, pero en bastantes casos se ha hecho a costa de horas de atenci¨®n a la diversidad: desdobles, compensatoria, refuerzos¡¡±, escribe Toni Solano, director del instituto p¨²blico Bovalar de Castell¨®n. Incluso en las mejores circunstancias sanitarias, habr¨¢ consecuencias pedag¨®gicas, aseguran: ¡°El horario para dar clase se ha visto muy reducido al tener que dedicar gran parte del tiempo en la toma de temperatura, el lavado de manos y las entradas y salidas escalonadas¡±, se?ala Mar¨ªa Bellot, maestra de primaria en un colegio p¨²blico de Madrid.
Tambi¨¦n son comunes y absolutamente generalizados los reproches a las Administraciones por improvisaci¨®n, descoordinaci¨®n, falta de claridad y, sobre todo, de apoyo. Los docentes sienten que les han dejado solos para solucionar casi todo, incluidos muchos asuntos que exceden lo educativo para entrar en lo sanitario, sin tener los conocimientos ni la formaci¨®n adecuada para hacerlo. Ya han vivido jornadas de huelga los docentes del Pa¨ªs Vasco y Andaluc¨ªa, y los de Madrid lo har¨¢n esta semana.
¡°Todo el trabajo ha reca¨ªdo en los equipos directivos"Profesor de un instituto de Ciudad Real
Se quejan de haber sido abandonados a su suerte y hablan de una especie de ¡°autonom¨ªa de centro convertida en t¨² te las apa?as¡±. ¡°Todo el trabajo ha reca¨ªdo en los equipos directivos, con una gran sensaci¨®n de abandono, tanto del Gobierno central como de las comunidades (existe la sensaci¨®n de que cada una de estas Administraciones pasa la patata caliente a la otra y nadie resuelve nada)¡±, escribe un profesor de un instituto p¨²blico de Ciudad Real (una parte de los docentes que han contestado al cuestionario han preferido que no apareciera su nombre).
Y esa sensaci¨®n de soledad se puede aceptar m¨¢s o menos bien en la parte pedag¨®gica, aun con protestas por la falta de tiempo, de formaci¨®n y de medios, pero no en el ¨¢mbito de la salud. ¡°Ni somos expertos sanitarios ni en prevenci¨®n de riesgos laborales y necesitar¨ªamos que especialistas en la materia estudiaran la realidad de cada centro y aula y nos asesoraran¡±, reclama Diego Redondo, director del centro de adultos Sierra Norte, de Torrelaguna (Madrid). Un profesor de un instituto segoviano pone un ejemplo b¨¢sico de esa falta de supervisi¨®n por parte de especialistas de la salud: ¡°El personal docente ¨Dlicenciados o graduados en Historia del Arte, Qu¨ªmica, Humanidades o Biolog¨ªa¨D se ha encargado de orientar el sentido de las flechas, trazar los recorridos, establecer las distancias y se?alizar las puertas de acceso y evacuaci¨®n para gestionar la movilidad de 500 alumnos de edades comprendidas entre los 12 y los 18 a?os, con cinta adhesiva y pegatinas¡±.
De ese modo, buena parte de los docentes que han contestado la encuesta reclaman el apoyo de profesionales de la salud, de forma permanente en los centros a ser posible o, al menos, acelerar la asignaci¨®n de personas de referencia concretas en los centros de salud: ¡°Nuestro contacto m¨¦dico en el centro de salud el lunes pasado no estaba nombrado a¨²n¡±, dice Duarte Correa, jefe de estudios del instituto Ram¨®n Cabanillas de Cambados (Pontevedra). Y, sobre todo, explicar muy bien a los responsables de atender la epidemia en cada centro qu¨¦ tienen que hacer: ¡°No es normal que el coordinador covid (que es el jefe de estudios) todav¨ªa no haya recibido la formaci¨®n correspondiente a d¨ªa de hoy [por el jueves 16]¡±, escribe Miguel Fern¨¢ndez Frutos, profesor de Geograf¨ªa e Historia en un instituto de Madrid.
¡°Nuestro contacto m¨¦dico en el centro de salud el lunes pasado no estaba nombrado a¨²n¡±Duarte Correa, jefe de estudios de un centro de Cambados (Pontevedra)
Porque no se trata de lidiar ¨²nicamente con los s¨ªntomas y las cuarentenas de clases cuando se produzcan, sino de dar informaci¨®n a las familias y reorganizar continuamente el trabajo cada vez que falten profesores por enfermedad o aislamiento. ¡°A fecha de hoy, 16 de septiembre, hay tramitadas seis bajas docentes entre el 1 y el 4 de septiembre por incapacidad temporal, de las cuales se cubri¨® una el d¨ªa 10¡±, se?ala Mar¨ªa Bego?a Chac¨®n Arrabal, directora de un colegio p¨²blico de Granada. Sonsoles Gir¨®n, orientadora escolar, pone otro ejemplo de un instituto p¨²blico de Sagunto: ¡°El jueves 10 de septiembre faltaban 14 profesores (entre bajas y confinados). Todos ellos han dado PCR negativa, pero tienen que estar unos d¨ªas en casa. Se est¨¢n sustituyendo las bajas por enfermedad, maternidad, pero no las de profesores confinados. Es muy dif¨ªcil la gesti¨®n de un centro con la plantilla incompleta y esto va a ser continuo¡±.
Hay, sin embargo, una peque?a parte de la muestra docente de esta consulta que considera que la seguridad sanitaria est¨¢ bastante solucionada o, al menos, razonablemente resuelta en sus centros. A la pregunta sobre los problemas durante los primeros d¨ªas Miguel Mu?oz, secretario del colegio p¨²blico de Monesterio (Badajoz), responde: ¡°Casi ninguno¡±. Otro profesor de FP de un colegio concertado de Valencia explica: ¡°En principio, en nuestro centro no har¨ªa falta nada m¨¢s, disponemos de servicio de enfermer¨ªa y nos han proporcionado EPI [equipos de protecci¨®n individual] y productos de higiene en todas las aulas¡±.
¡°Encuentro m¨¢s problemas a nivel pedag¨®gico"Luis Celis, director de un instituo de Cantabria
Pero incluso en esos casos, pasan a un primer plano otras dificultades que no son menores, o no deber¨ªan serlo en espacios educativos. ¡°Encuentro m¨¢s problemas a nivel pedag¨®gico: el hecho de dar la clase sin acercarte a los alumnos, sin poder juntarlos para nada, sin poder disponer la clase en U, con m¨¢scaras todo el tiempo¡ Estamos fomentando continuamente (y tal vez no haya otra alternativa) el individualismo m¨¢s atroz¡±, protesta Luis Celis, director del IES Vega de Toranzo, de Alceda (Cantabria), en la comarca del Pas.
En general, tanto para los problemas sanitarios como para los pedag¨®gicos, la propuesta de soluci¨®n m¨¢s repetida no sorprender¨¢ a nadie: m¨¢s profesores para seguir bajando las ratios de alumnos por clase, buscando m¨¢s espacios alternativos, si hace falta, fuera del centro. Muchos reconocen el esfuerzo hecho por las comunidades con m¨¢s de 30.000 docentes de apoyo, pero creen que no son suficientes, ya que no se trata solo de bajar ratios, sino tambi¨¦n de compensar las lagunas educativas por la disminuci¨®n del tiempo de clase, las dificultades de la ense?anza semipresencial o para, como proponen varios docentes consultados, establecer turnos de ma?ana y de tarde para que todos los estudiantes puedan recibir ense?anza presencial en clases de pocos alumnos. Tambi¨¦n reclaman m¨¢s personal sanitario y de limpieza y piden agilidad y apoyo a las Administraciones, menos burocracias menos cambios de criterio de ¨²ltima hora.
¡°Lo primero que necesitamos es di¨¢logo y consenso con la comunidad educativa¡±, dice Montse Mil¨¢n, profesora de FP en Barcelona. Y resume: ¡°Lo que no puede ocurrir es que el bienestar y la seguridad de los alumnos o de los profesionales sea desigual porque las condiciones f¨ªsicas de sus centros son distintas o porque la capacidad de gesti¨®n de los equipos de trabajo no sea igual de eficaz en todos lados¡±.
La sorpresa de las familias y la batalla de las Term¨®pilas
Preguntados por el ambiente que se vive estos d¨ªas en los centros escolares, un peque?o pu?ado de los 53 docentes que han respondido a este peri¨®dico lo han hecho con expresiones netamente positivas, que van desde ¡°aceptable¡± hasta ¡°bastante bueno¡± e, incluso, ¡°inmejorable¡±. Pero, en general, las respuestas expresan sensaciones de malestar, con miedo, preocupaci¨®n, incertidumbre, cansancio, estr¨¦s y tristeza.
Es cierto que muchas veces esos sentimientos negativos vienen contrapesados con otros de ¨¢nimo y esperanza. Sobre todo, de confianza renovada en el trabajo y el esfuerzo colectivo, con declaraciones muy cercanas a la euforia de directores que se deshacen en elogios (a veces con sorpresa) hacia sus docentes y de profesores que declaran su apoyo incondicional a sus compa?eros y a sus equipos de mando. ¡°En mi centro hay un magn¨ªfico equipo docente, liderado por un equipo directivo brillante. Tanto es as¨ª, que si Le¨®nidas, el rey de Esparta, hubiera contado entre sus filas con soldados tan eficaces como el equipo directivo de mi cole, la batalla de las Term¨®pilas se hubiera quedado en una escaramuza¡±, compara M? Cruz Matas Trujillo, profesora del colegio p¨²blico San Pl¨¢cido de Badolatosa (Sevilla).
Por supuesto, demostrando una vez que cada escuela es un ecosistema ¨²nico, tambi¨¦n hay reproches hacia los docentes ¡ª¡°Los profesores estaban muy nerviosos y reivindicativos, disconformes con la situaci¨®n, no quer¨ªan asumir ninguna hora m¨¢s de las que marca la normativa¡±, dice un director riojano¡ª, hacia alumnos que no se colocan bien la mascarilla y no respetan las distancias y familias que llevan a sus hijos a clase con fiebre.
Sin embargo, en este caso tambi¨¦n son aplastantemente superadas por las declaraciones (de nuevo, sorprendidas, eso s¨ª) de buen comportamiento. ¡°El apoyo de las familias est¨¢ siendo fundamental. Comprenden que estamos haciendo todo lo posible para atender de la mejor forma posible a sus hijos a pesar de las enormes dificultades de la situaci¨®n¡±, dice Jaume Bonet Florit, director de un instituto p¨²blico en Ma¨® (Menorca).
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