M¨¢s de 12.000 alumnos siguen sin comedor escolar en Andaluc¨ªa tres semanas despu¨¦s del arranque del curso
Las familias denuncian las dificultades para conciliar y la Junta, que ha incumplido su promesa de resolver la situaci¨®n en dos semanas, no da plazo para el reinicio de actividad en los 132 centros afectados
Los comedores escolares de 132 centros educativos de Andaluc¨ªa a¨²n no han comenzado a funcionar tres semanas despu¨¦s de que arrancara el curso. La mayor¨ªa est¨¢n en Ja¨¦n (51) y M¨¢laga (47), pero tambi¨¦n en el resto de provincias, a excepci¨®n de C¨¢diz. Entre todos, atienden a algo m¨¢s de 12.000 alumnos.
El pasado 10 de septiembre, primer d¨ªa de clase del alumnado de infantil en la comunidad, muchas madres y padres se enteraron de que no tendr¨ªan servicio de comedor escolar a las puertas de sus respectivos centros escolares. La Junta de Andaluc¨ªa ¨Dgobernada por PP y Ciudadanos con el apoyo de Vox¨D asegur¨® entonces que la situaci¨®n se arreglar¨ªa en dos semanas. Pero, superado ese tiempo, la Administraci¨®n no da ahora plazo para el reinicio de actividad.
La log¨ªstica familiar con hijos de tres, seis y nueve a?os nunca es f¨¢cil. Pero lo es todav¨ªa menos cuando, con todo planificado, te avisan solo un d¨ªa antes del inicio del curso de que el comedor escolar del centro de tus tres peques no abrir¨¢. ¡°?C¨®mo reordenas todo tan r¨¢pido?¡±, se pregunta Laura Teruel, cuyos ni?os van al colegio p¨²blico Carmen de Burgos, en M¨¢laga. Su trabajo le permite cierta flexibilidad para recogerlos, pero otras muchas familias han tirado de abuelos para resolver la papeleta. Como este, en Andaluc¨ªa hay 132 comedores escolares que a¨²n no han comenzado a funcionar, la mayor¨ªa en Ja¨¦n (51) y M¨¢laga (47), pero tambi¨¦n en el resto de provincias, a excepci¨®n de C¨¢diz. Una ausencia que ha trastocado el d¨ªa a d¨ªa a las familias de 12.000 alumnos. Para los 2.000 afectados de Ja¨¦n, adem¨¢s, llueve sobre mojado: el curso pasado tampoco tuvieron comedor desde octubre hasta febrero.
El Gobierno andaluz afirm¨® que todo se deb¨ªa a la quiebra de dos empresas: Col-Servicol y Perea Rojas, quienes ¨Dseg¨²n la Junta¨D hab¨ªan comunicado sus problemas sin tiempo para poder resolverlo. Sin embargo, el gerente de ambas empresas asegur¨® d¨ªas despu¨¦s en el Diario Sur que pod¨ªan empezar la actividad en cualquier momento, pero que la Junta les deb¨ªa 1,5 millones de euros y, sin ese dinero, no pod¨ªan trabajar.
¡°De nada sirve que se echen la culpa la empresa y la administraci¨®n: vuelven a abandonar a las familias¡±, se?ala Bel¨¦n Navarro, presidenta de la federaci¨®n Fampa Los Olivos, que representa a 257 asociaciones de madres y padres de la provincia de Ja¨¦n. Para los 2.000 afectados de Ja¨¦n, adem¨¢s, llueve sobre mojado: el curso pasado tampoco tuvieron comedor desde octubre hasta febrero. ¡°Es inexplicable que, conociendo las dificultades previas de las empresas concesionarias, la Junta de Andaluc¨ªa no haya resuelto este tema en verano¡±, protesta Ana Jim¨¦nez y su marido, Alfonso Jim¨¦nez, padres de dos alumnos de primaria del colegio Miguel de Cervantes de Lopera (3.665 habitantes, Ja¨¦n), que ya estuvieron cuatro meses sin comedor el a?o pasado por un problema similar. ¡°El comedor escolar no es un capricho, es indispensable¡±, afirman. ¡°Esto es un caos para las familias¡±, insiste Mari ?ngeles Guzm¨¢n, vicepresidenta de la Federaci¨®n democr¨¢tica de asociaciones de madres y padres de alumnos de M¨¢laga (Fdapa). ¡°La conciliaci¨®n, as¨ª, es imposible¡±, resume.
Desde la Consejer¨ªa de Educaci¨®n trabajan ya en una alternativa. Tratan de ¡°encontrar empresas que puedan hacerse cargo del servicio a trav¨¦s de contratos menores¡±. El objetivo de este procedimiento es acelerar los plazos y poner en marcha los comedores pronto mientras se licitan de nuevo los lotes en grandes adjudicaciones, cuyos tr¨¢mites burocr¨¢ticos tardan m¨¢s. ¡°Obviamente la intenci¨®n es reponer el servicio lo antes posible¡±, insisten desde Educaci¨®n, aunque el consejero, Javier Imbroda, reconoce que no es f¨¢cil porque los contratos resultan poco atractivos. Como ¡°soluci¨®n temporal¡± la Junta de Andaluc¨ªa anunci¨® la puesta en marcha de las denominadas aulas de espera. Son gratuitas y cuentan con personal al cuidado del alumnado hasta la llegada de los padres a las 16.00, como har¨ªan si hubiera comedor. Hasta esa hora, los menores tendr¨¢n que conformarse -con suerte- con bocadillos o comidas fr¨ªas, porque los monitores no pueden manejar alimentos. Adem¨¢s, las burbujas del alumnado se rompen ah¨ª, porque se mezclan diferentes edades. ¡°Solo es un mal parche¡±, denuncia Guzm¨¢n desde Fdapa. La mujer subraya que la iniciativa olvida adem¨¢s a las familias m¨¢s desfavorecidas cuyos menores hacen la principal comida del d¨ªa en el colegio. Salvo cuando no hay comedor. De momento, tampoco las aulas de espera funcionan en algunos centros como el propio Carmen de Burgos, donde arrancar¨¢ el 5 de octubre.
¡°Caer¨¢n m¨¢s empresas¡±
¡°Estos dos casos son solo la punta del iceberg: caer¨¢n m¨¢s empresas¡±, avisan desde la Asociaci¨®n empresarial de restauraci¨®n colectiva de Andaluc¨ªa (Aercan). Una veintena de ellas atienden a los m¨¢s de 2.000 comedores escolares andaluces. La organizaci¨®n subraya que arrastran una situaci¨®n que se ha vuelto insostenible y cuyo modelo, seg¨²n reconoc¨ªa esta semana el propio Imbroda, ¡°es un fracaso¡±. Primero, porque los precios p¨²blicos est¨¢n congelados desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. El precio p¨²blico por men¨² es de 4,38 euros, cantidad con la que deben afrontar la compra de materias primas para hacer una propuesta saludable, ¡°pero tambi¨¦n la elaboraci¨®n, el transporte, n¨®minas y otros gastos¡±. Segundo, por la suspensi¨®n del servicio en el ¨²ltimo tramo del curso pasado tras la suspensi¨®n de las clases por la crisis sanitaria, que supuso un fuerte da?o econ¨®mico para las firmas. Tercero, por la reducci¨®n del alumnado: en septiembre han ido casi un 40% menos de estudiantes a los comedores escolares que en el mismo mes del a?o pasado. Y, finalmente, por el mayor gasto que ha supuesto implementar medidas de seguridad, como equipos de protecci¨®n (EPI) y mascarillas para el personal o carros para llevar las comidas a las aulas, ya que muchos colegios han pedido comer ah¨ª para mantener las burbujas y las distancias de seguridad.
En Aercan subrayan, igualmente, que no est¨¢n obligadas a contratar m¨¢s monitores ni a ofrecer medidas sanitarias al alumnado, como les han insistido desde la propia Junta de Andaluc¨ªa. ¡°Hemos solicitado de a Educaci¨®n que se modifiquen los contratos para cubrir los gastos extraordinarios y no contestan¡±, a?aden desde la organizaci¨®n. Dan un ejemplo de lo que ello supone: solo con dar una mascarilla a cada ni?o, que les costar¨ªa 15 c¨¦ntimos, ¡°ya se deja de tener beneficio por cada men¨²¡±. ¡°El margen es m¨ªnimo¡±, insisten, para denunciar que cada d¨ªa se tira ¡°mucha comida¡± porque ¡°es imposible saber cu¨¢ntos ni?os van a comer cada d¨ªa en los comedores¡±. La ¨²nica certeza ocurre en los 132 centros que siguen sin comedor escolar: ah¨ª no ir¨¢ ni un alumno.
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