Conjura en Salamanca para mantener la universidad abierta
La ciudad se desangra sin vida acad¨¦mica, as¨ª que en sus campus se extreman las medidas sanitarias y se castigan las imprudencias. 36 infractores han sido expulsados dos semanas desde el inicio del curso
En una tierra, Castilla y Le¨®n, que no se anda con miramientos los rectores de la Universidad de Salamanca (USAL) y Pontificia de Salamanca y el alcalde del PP se han conjurado para mantener las aulas abiertas, cumpliendo, claro, las normas sanitarias. Ricardo Rivero, Mirian Cort¨¦s y Carlos Garc¨ªa Carbayo est¨¢n dispuestos a enfrentarse para ello a los estudiantes d¨ªscolos, los colegios mayores o a algunos bares. EL PA?S cit¨® este martes a los tres gestores para hablar de este intrincado curso acad¨¦mico, vital para una poblaci¨®n de 145.000 habitantes que se conserva eternamente joven gracias a sus 32.000 universitarios y sus 34.000 estudiantes de espa?ol.
La Universidad es el sost¨¦n econ¨®mico, cultural y promocional. Si cierra, caer¨¢n el comercio, la hosteler¨ªa, el negocio inmobiliario y la vida social. Ya hay 36 estudiantes expulsados 15 d¨ªas por no cumplir las medidas anticovid, mientras se contabilizan apenas 39 universitarios contagiados (33 de ellos en USAL) desde que arranc¨® el curso presencial, hace tres semanas en la Pontificia y una en la de Salamanca. La primera ha sometido a pruebas PCR a su plantilla y a los alumnos de Enfermer¨ªa, y la segunda realiza un estudio serol¨®gico de toda su comunidad universitaria que ayudar¨¢ a analizar la incidencia del virus en un colectivo.
El encuentro es por la ma?ana en el paraninfo de la Universidad de Salamanca (27.000 estudiantes, p¨²blica). Impone ese solemne sal¨®n de actos en el que Miguel de Unamuno, entonces rector, se enfrent¨® en 1936 al general Mill¨¢n Astray. Nada m¨¢s saludar al alcalde, la rectora de la Pontificia (4.500 alumnos, en manos de la Conferencia Episcopal Espa?ola), le pregunta preocupada por la situaci¨®n en el hospital universitario. Garc¨ªa Carbayo la tranquiliza. Tras 15 d¨ªas con medidas de la fase 1, el escenario mejor¨®, pero proliferan las fiestas en pisos y las barras libres en bares. Los tres gestores se santiguan. En el cogote tienen el ejemplo de las ciudades de Le¨®n y Palencia, confinadas desde el lunes pasado.
¡°En la primera semana he expulsado a siete alumnos y tengo otros casos pendientes, no podemos pasar ni una¡±, reconoce expeditivo Rivero antes de sentarse en una silla propia de un rey. La cifra de expulsados cautelarmente en la USAL subi¨® a 36 el jueves. Aunque matiza: ¡°Se est¨¢ haciendo una generalizaci¨®n injusta por una minor¨ªa. La mayor¨ªa de los universitarios son muy conscientes de lo que est¨¢ en juego¡±. El rectorado ha elaborado unos v¨ªdeos de concienciaci¨®n junto con las delegaciones de alumnos de Medicina y Derecho protagonizados por los j¨®venes.
El vicepresidente regional Francisco Igea (Ciudadanos) ha animado a otros rectores a sumarse a la penalizaci¨®n de Rivero: ¡°Ha sido un ejemplo de compromiso con su ciudad¡±. La Pontificia no ha echado a ning¨²n alumno, pero Cort¨¦s asegura que no le temblar¨¢ el pulso en hacerlo. ¡°No nos puede pasar como en Valencia¡±, justifica el rector el castigo. All¨ª cuatro fiestas universitarias tienen como saldo 168 contagiados y 20.000 alumnos de la Polit¨¦cnica de Valencia sin clases presenciales. ¡°No podemos tirar por la borda ser la ciudad universitaria por excelencia. Por eso he seguido con mucha alegr¨ªa los trabajos de protocolos para el inicio de curso de forma presencial. No les dejar¨¦ de agradecer nunca el esfuerzo¡±, reconoce el alcalde. Su Ayuntamiento, algo inusual, concede becas de talento en las universidades y cuenta con una oficina de atenci¨®n al estudiante de espa?ol, lo que da idea de la pujanza del sector.
Los n¨²meros ratifican el inter¨¦s municipal. El estudio El impacto econ¨®mico de la Universidad de Salamanca (2016) estima el peso de la instituci¨®n en 920 millones de euros. Eso supone el 7% del PIB provincial y sit¨²a a la USAL entre las 20 mayores entidades de Castilla y Le¨®n. Los datos disgregados permiten conocer el consumo de los alumnos (159 millones), el de sus familiares (19 millones) o gastos propios en servicios (43,2 millones). ¡°Esos datos creo que se quedan cortos, pero hay que ser prudentes¡±, valora ?lvaro Juanes, presidente de la Asociaci¨®n de Hosteler¨ªa de Salamanca. Los 35.000 estudiantes de espa?ol, que vienen a lo grande y gastan unos 1.200 euros mensuales, suponen ¡ªseg¨²n el Ayuntamiento¡ª otros 50 millones. De la Pontificia no hay datos, pero atendiendo a su proporci¨®n su impacto rondar¨¢ los 150 millones.
Rivero recuerda que las matriculaciones, como en el resto de Espa?a, no han ca¨ªdo pero en su caso tiene m¨¦rito porque el 70% no son de estudiantes salmantinos y corren el riesgo de pagar un piso cuando el curso puede irse a remoto. Lo mismo ocurre en la Pontificia y su rectora lo argumenta. ¡°Desde que nos adaptamos al virtual, estuvimos trabajando para que este curso fuese presencial. El alumno busca espec¨ªficamente Salamanca y no se le puede dar a trav¨¦s de una pantalla, quiere sus calles, su ambiente universitario, los 800 a?os de su universidad¡¡±. La USAL fue fundada en 1218 y la Pontificia en 1940, pero desde 1254 hab¨ªa facultades de c¨¢nones y reyes.
Los erasmus, como en todo el pa¨ªs, tambi¨¦n han descendido pero en menor porcentaje. En la USAL hay 600 erasmus, un tercio menos que el a?o pasado, mientras en las universidades catalanas han menguado al menos a la mitad. En paralelo, la Pontificia recibe a un centenar de erasmus, tan solo un 18% menos que el a?o pasado. ¡°No notamos reticencias en los extranjeros. Tenemos un colegio lleno de alumnos de estudios eclesi¨¢sticos de Latinoam¨¦rica, Asia y ?frica¡±, explica la rectora.
¡°En el Consejo de Universidades manifest¨¦ mi oposici¨®n a llevar todo a docencia online, porque creo que en la universidad los j¨®venes conviven, aprenden de otras vivencias, comparten otras culturas y eso no se puede sustituir por nada¡±, sostiene Rivero. En Santiago y Granada, donde el peso de los universitarios tambi¨¦n es enorme, sus universidades han apostado por la presencialidad. Pilar Aranda, rectora en Granada, lo ten¨ªa claro. Con la Alhambra sin turistas, la ciudad no pod¨ªa renunciar a los 22.000 matriculados en grado de otras zonas de Espa?a (el 48% del total) y a sus 4.000 extranjeros.
En la Pontificia no ha habido expulsados, pero el director de su ¨²nico colegio mayor, el Nuestra Se?ora de Guadalupe, Javier M¨¦rida es tan simp¨¢tico como tajante: ¡°A los residentes les tengo fritos. En la charla del primer d¨ªa se lo dije muy claro, este a?o empat¨ªa cero¡±. M¨¦rida, licenciado en Derecho, ha incluido las medidas covid dentro de la normativa del colegio, de forma que al infractor se le pueda castigar desde la amonestaci¨®n a la expulsi¨®n. ¡°S¨ª, no son meras recomendaciones¡±, puntualiza. En lo peor de la pandemia una decena de m¨¦dicos se hospedaron en el colegio ¡ªcom¨ªan aislados en sus habitaciones que se limpiaban como si estuviesen contagiados¡ª y esta situaci¨®n extrema ha dejado mucha huella en este director treinta?ero.
La pantalla de la recepci¨®n del Guadalupe sobrecoge al que llega. Parece una esquela en blanco y negro de grandes dimensiones. En realidad, informa del n¨²mero de contagiados y muertos. M¨¦rida ha optado por esta v¨ªa para concenciar, consciente de que los j¨®venes leen poco la prensa. Por este vest¨ªbulo, sin pararse a mirar, pasa con una tabla y una plancha Carla Mart¨ªnez, estudiante de segundo de Comunicaci¨®n. Este puente no ha viajado a Asturias porque su colectivo es foco evidente de contagio. ¡°Si antes la cosa se desparramaba a las cinco de la ma?ana, ahora es a las once porque como cierran los bares todo se ha adelantado¡±. Carla reconoce que hay barras libres en las que con el desenfreno muchos terminan quit¨¢ndose las mascarillas.
Juanes, presidente de los hosteleros, barre para su casa. ¡°Los due?os de los bares deben de velar por que se cumplan las normas sanitarias, pero no son la polic¨ªa. Tambi¨¦n est¨¢ la responsabilidad de cada uno¡±. El alcalde, por su parte, explica que los 200 agentes municipales no dan abasto: comprueban que se cumplen las cuarentenas (penas de hasta 60.000 euros si no est¨¢n en casa), multan las fiestas en pisos y vigilan en las zonas de bares. ¡°Hay que ir a por la gente incumplidora, no que paguen justos por pecadores. Los estudiantes son bienvenidos, que disfruten de la ciudad¡±.
El lunes este diario comprob¨® c¨®mo la polic¨ªa nacional patrullaba por la zona de ocio en la que los estudiantes casi abarrotaban sin alboroto las terrazas que durante el d¨ªa hab¨ªan estado desiertas. ¡°Este puente deb¨ªamos rondar el 100% de ocupaci¨®n hotelera y andamos por el 30%¡±, calculaba Juanes a media ma?ana del viernes. El cierre de Madrid a las pocas horas trunc¨® que mejoraran los datos del turismo, la otra gran fuente de ingresos de Salamanca. Todo parece jugarse a una carta, la universidad, y nadie quiere perderla.
Llega la hora de las fotos y los dos rectores y el alcalde posan en la Biblioteca General Hist¨®rica entre incunables, globos terr¨¢queos y mapas. Ni hablar de quitarse la mascarilla aunque se les retrate distanciados. Deben dar ejemplo si tienen intenci¨®n de sancionar.
34.000 estudiantes de espa?ol ya no buscan hospedaje
Salamanca es pura universidad ¡ªMiguel de Unamuno, fray Luis de Le¨®n o la tuna¡ª pero tambi¨¦n tiene en la ense?anza del espa?ol una fuente de actividad y de ingresos. Cada a?o visitan la ciudad 34.000 estudiantes de espa?ol y permanecen entre dos semanas y casi un a?o, en el caso de los orientales. Pero este alumnado casi ha desaparecido. Miguel Benito, presidente de la Asociaci¨®n de Escuelas de Espa?ol de Castilla y Le¨®n, calcula que van a recibir un 94% menos de alumnos. La debacle es generalizada en toda Espa?a. International House ¡ªque imparte clases de espa?ol¡ª ha echado el cierre definitivo a 7 de sus 21 centros, emplazados en Catalu?a, Baleares y Arag¨®n.
En Salamanca muchas escuelas est¨¢n cerradas y la de Benito, la Miguel Delibes, mantiene a mucha plantilla en ERTE pero ha optado por reabrir por sus estudiantes chinos que llevan en la ciudad desde inicios de a?o. Por sus aulas pasan cada a?o 4.000 alumnos y en estos momentos hay matriculados 70 y se felicitan. Con cuenta gotas entran algunos nuevos: una nigeriana, una turca, un taiwan¨¦s... Muchos optaban por alojarse en familias para forzarse a hablar espa?ol. Un negocio al margen del fisco que va a pasar factura a cientos de hogares salmantinos.
Rosa Calzada y Enrique Clavero, de la escuela T¨ªa Tula, creen que los ciudadanos no son conscientes del impacto del aprendizaje del espa?ol en la vida de la ciudad. ¡°La mayor¨ªa de los alumnos dispone de un alto poder adquisitivo, viajan por Espa?a, salen, comen, les visita su familia...¡±. Ahora T¨ªa Tula tiene 15 estudiantes.
Los alumnos acuden a hacerse un carn¨¦ de descuentos a la oficina de atenci¨®n al estudiante de espa?ol, dependiente del Ayuntamiento. Su directora, Carmen Ballesteros, se enorgullece de este espacio en el p¨®rtico de la plaza Mayor. All¨ª les asesoran, pero tambi¨¦n ella viaja por el mundo contando las bondades de estudiar en Salamanca y asegura que siempre hay retorno. Salamanca encuentra competencia en Granada, Valencia y Barcelona.
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