La imposici¨®n de la mezcla de asignaturas en el nuevo curr¨ªculo
La formaci¨®n inicial del profesorado est¨¢ parcelada en diferentes especialidades, el docente adolece de los recursos y planteamientos necesarios para ayudar y guiar al alumnado en el aprendizaje de las otras materias
El Ministerio de Educaci¨®n est¨¢ justificando los nuevos cambios curriculares se?alando que en la actualidad el aprendizaje escolar se basa en la memorizaci¨®n de datos sobre contenidos enciclop¨¦dicos. Ante este diagn¨®stico contrapone como pretendida soluci¨®n el trabajo por ¨¢mbitos de conocimiento, asegurando que de esta forma se trabajan mucho mejor las capacidades b¨¢sicas. Sorprende que este deseo loable no posea una base emp¨ªrica s¨®lida que lo sustente. En la Comunidad de Valencia este curso ya es obligatoria reducir de 11 a 8 las asignaturas en primero de la ESO y muchos institutos han fusionado en el llamado ¨¢mbito cient¨ªfico tecnol¨®gico las matem¨¢ticas, la biolog¨ªa y la tecnolog¨ªa.
En este contexto, el ¨¢mbito cient¨ªfico-tecnol¨®gico recoge b¨¢sicamente el movimiento STEM (siglas en ingl¨¦s de ciencias, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas) promovido en Estados Unidos hace treinta a?os. Este acr¨®nimo, entendido como la integraci¨®n de estas materias, se ha convertido en una propuesta alternativa a la ense?anza actual.
Existen muchos estudios que se?alan las carencias te¨®ricas y las deficiencias metodol¨®gicas del movimiento STEM, as¨ª como la ausencia de pruebas emp¨ªricas que apoyen la presunta eficacia de esta fusi¨®n disciplinar. Prestigiosos investigadores en ense?anza de las ciencias advierten que todo ello condiciona seriamente tanto su viabilidad como su posible efectividad. Resulta muy discutible que se pueda realizar en la pr¨¢ctica esa integraci¨®n disciplinar. Cada disciplina posee unos conceptos estructurantes espec¨ªficamente jerarquizados que requieren presentaciones y procesos de construcci¨®n singulares, que se difuminan con esta nueva forma de trabajo. Como resultado, la integraci¨®n STEM provoca una devaluaci¨®n relevante de la ense?anza de la ciencia y de las matem¨¢ticas. La p¨¦rdida de organizaci¨®n disciplinar, as¨ª como la selecci¨®n casual de contenidos asociada, producen en el alumnado aprendizajes dispersos, inconexos y carentes de significado, con la generaci¨®n de lagunas importantes.
Otro aspecto muy discutible es la evaluaci¨®n STEM. Este proceso se vuelve sumamente complejo con esta nueva metodolog¨ªa. Por ejemplo, ?qu¨¦ peso espec¨ªfico debe tener cada materia a la hora de evaluar al alumnado en el ¨¢mbito? Diferentes an¨¢lisis muestran el papel preponderante de la tecnolog¨ªa en esta unificaci¨®n disciplinar, ya que es la que permite dar al ¨¢mbito su dimensi¨®n pr¨¢ctica por posibilitar la configuraci¨®n de distintos artefactos. ?Ser¨ªa suficiente en s¨ª misma la construcci¨®n en grupo de uno de estos dise?os para conseguir una evaluaci¨®n positiva? ?C¨®mo se habr¨ªa evaluado entonces en cada alumno el manejo de conceptos abstractos y de modelos, la capacidad de argumentaci¨®n e indagaci¨®n, la interpretaci¨®n y el manejo del lenguaje simb¨®lico o la facultad de resolver problemas, entre otros aspectos importantes? ?Estar¨ªan todas las materias igualmente atendidas o representadas? ?Se pretende con ello rebajar de forma encubierta los par¨¢metros de exigencia para disminuir de forma enga?osa el porcentaje de evaluaciones negativas?
Otra circunstancia muy llamativa es que no existen profesores espec¨ªficos STEM. Actualmente, la formaci¨®n inicial del profesorado est¨¢ parcelada en diferentes especialidades. Adem¨¢s, no existen planes espec¨ªficos de formaci¨®n permanente de integraci¨®n STEM. Cada profesor de secundaria ¨²nicamente posee conocimientos did¨¢cticos de la disciplina de la que es especialista, pero adolece de los recursos y planteamientos necesarios para ayudar y guiar al alumnado en el aprendizaje de las otras materias. Por tanto, la implantaci¨®n normativa del trabajo integrativo por ¨¢mbitos, sin un plan te¨®rico-pr¨¢ctico de formaci¨®n del profesorado riguroso y reflexivo a largo plazo sobre las debilidades y las posibles fortalezas de esta unificaci¨®n de asignaturas est¨¢ condenada al m¨¢s absoluto fracaso.
Juan Qu¨ªlez Pardo es catedr¨¢tico de F¨ªsica y Qu¨ªmica profesor del IES Llu¨ªs Vives de Valencia.
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