Las horas (docentes universitarias)

Un tema cr¨ªtico, estos d¨ªas, es la movilizaci¨®n del personal temporal contratado por las Administraciones p¨²blicas, sobre todo, con relaciones laborales de m¨¢s de tres a?os. La Uni¨®n Europea ya ha llamado, varias veces, la atenci¨®n a los sucesivos gobiernos espa?oles. Tomemos como ejemplo de Administraci¨®n P¨²blica a las Universidades, ahora que, con el cierre del curso acad¨¦mico, se encuentran dise?ando los Planes de Ordenaci¨®n Docente (POD). Unos planes donde se establecen los repartos de las asignaturas del pr¨®ximo curso entre el profesorado estable y el profesorado con contrataciones sucesivas, esto es, el profesorado asociado.

Para naturalizar la disparidad en salarios y reconocimientos acad¨¦micos entre ambos tipos de docentes, una mirada interesada nos convence de que las diferencias entre el profesorado estable y el profesorado asociado se asientan en un trabajo docente totalmente distinto tanto en su contenido como en su intensidad. Si as¨ª fuera, en esos POD universitarios, impartir¨ªamos asignaturas distintas con obligaciones diferentes. Ve¨¢moslo.

Si bien la figura del profesorado asociado se cre¨® por ley en 2001 para aportar la experiencia profesional a la Universidad espa?ola, actualmente, y desde 2010, el profesorado asociado imparte las asignaturas de la singular implantaci¨®n en Espa?a del Plan Bolonia. La realidad material es que esas asignaturas son las mismas que imparte el resto del profesorado universitario, el estable, puesto que no hay otras. Lo m¨¢s destacable de las asignaturas euro-homogeneizadas del Plan Bolonia es que al profesorado les llegan ya confeccionadas desde los objetivos y temarios hasta c¨®mo y cu¨¢ndo proceder a la evaluaci¨®n continua. No hay programas de asignaturas sino una gu¨ªa docente ¨Daprobada y verificada por diferentes instancias internas y externas a las universidades¨D donde est¨¢ todo marcado.

El profesorado estable, que comienza con 320 horas de docencia anuales, puede llegar a tener que impartir solo 80 horas

Si las asignaturas que se imparten en un grado universitario actual no son diferentes seg¨²n el tipo de profesorado, las horas docentes universitarias deben tener una din¨¢mica similar en cuanto a contenidos y ejercicios que corregir para la evaluaci¨®n continua. Quiz¨¢s la diferencia, entonces, se encuentre en la cantidad de horas impartidas entre profesorado estable y profesorado asociado.

El profesorado estable, que comienza con 320 horas de docencia anuales (como marca el vigente decreto Wert), puede llegar a tener que impartir solo 80 horas. Esta reducci¨®n de la denominada carga docente se le ofrece por toda la actividad extra-gu¨ªa-docente que realiza, como actividades de gesti¨®n o de investigaci¨®n. Esas reducciones horarias tambi¨¦n suponen directamente el cobro de complementos salariales por cargo o por sexenio de investigaci¨®n, por ejemplo. La realidad material del profesorado asociado son contratos de 90 a 180 horas docentes sin ninguna opci¨®n de reducci¨®n de la carga docente.

Nada ni nadie les est¨¢ impidiendo a las universidades p¨²blicas seguir abusando de la barata figura del asociado

Ante una jornada docente no tan dispar entre el diferente profesorado universitario y la impartici¨®n de id¨¦nticas asignaturas, la naturalizaci¨®n de una diferencia de salario y de reconocimientos acad¨¦micos la observamos en el contexto neoliberal donde el mercado segrega entre quienes tienen unas condiciones adecuadas y unos sindicatos de clase y quienes no tienen esas condiciones y necesitan representaciones de su precarizaci¨®n como las kellys, los riders o las plataformas de profesorado asociado. David Graeber defini¨® mejor que nadie las diferencias. El profesorado asociado desde luego no realiza los trabajos de postureo (bullshits jobs) que con 15 horas semanales de trabajo real se le reconocen horas de preparaci¨®n hasta cobrar un salario por 37 horas. El profesorado asociado materializa los trabajos basura (shits jobs), pues imparte m¨¢s del 50% de la ense?anza de grado ¡ªel necesario¡ª, cobra y cotiza poco ¡ªmenos de un tercio de salario por similar carga docente con el profesorado estable¡ª y no tiene posibilidades de carrera acad¨¦mica.

Nada ni nadie les est¨¢ impidiendo a las universidades p¨²blicas espa?olas seguir abusando de la barata figura del profesorado asociado. El Observatorio del Sistema Universitario ha publicado recientemente un informe en el que concluye, entre otras cuestiones, que el 70% de las universidades p¨²blicas espa?olas exceden el 40% de contrataci¨®n de PDI temporal establecido legalmente.

La Universidad de Valencia, en abril de 2017, tom¨® el acuerdo en Junta de Gobierno de reconocer al profesorado estable que para cada hora docente necesitaba sobre cuatro horas de trabajo dedicadas a la preparaci¨®n (excluyendo cargos, sexenios y dem¨¢s reconocimientos extra-retribuidos). En el mismo documento, negaba expl¨ªcitamente esas cuatro horas al profesorado asociado. ?Estamos ante un orden institucional que articula la explotaci¨®n?

Vicent Monroig y Teresa Samper pertenecen a la Plataforma PDI Precariat de la Universidad de Valencia.

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