El borrador del nuevo dise?o de la ESO: m¨¢s pr¨¢ctica, m¨¢s autonom¨ªa para los institutos y con perspectiva de g¨¦nero
La primera versi¨®n del decreto de la ESO plantea que los centros educativos biling¨¹es no podr¨¢n exigir requisitos ling¨¹¨ªsticos al matricular al alumnado y que los padres tendr¨¢n derecho a revisar los ex¨¢menes de sus hijos
El Gobierno ha dise?ado la nueva etapa de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO), que avanza en la direcci¨®n tomada por la nueva ley educativa, la Lomloe, hacia una ense?anza m¨¢s pr¨¢ctica e interdisciplinar, en la que, sin dejar de lado la memorizaci¨®n, el objetivo es que los estudiantes terminen la ense?anza b¨¢sica siendo capaces de aplicar los conocimientos adquiridos, m¨¢s que saber repetir contenidos en una prueba de evaluaci¨®n.
El proyecto de decreto que el Ministerio de Educaci¨®n ha enviado a las comunidades y al que ha tenido acceso EL PA?S establece que la formaci¨®n en secundaria debe contener ¡°perspectiva de g¨¦nero¡±, educar al alumnado de forma transversal en materia ¡°de salud, incluida la afectivo-sexual, igualdad entre hombres y mujeres¡± y sostenibilidad, y permitirles ¡°conocer y valorar la dimensi¨®n humana de la sexualidad en toda su diversidad¡±. Pero plantea las cuestiones que m¨¢s rechazo generan en los partidos y sectores educativos conservadores en menos ocasiones y en un tono m¨¢s comedido que en las regulaciones anteriores. Se trata, se?alan fuentes del Ministerio de Educaci¨®n, de un ejemplo del cambio de tono que se ha producido con la nueva titular del departamento, Pilar Alegr¨ªa, respecto a la ¨¦poca de su antecesora, Isabel Cela¨¢, a quien sustituy¨® en julio.
El borrador de decreto insta a los centros a elaborar propuestas pedag¨®gicas que atiendan a la diversidad del alumnado y m¨¦todos ¡°que tengan en cuenta los diferentes ritmos de aprendizaje¡± de los estudiantes, ¡°favorezcan la capacidad de aprender por s¨ª mismos y promuevan el trabajo en equipo¡±. Los centros educativos podr¨¢n realizar ¡°innovaciones¡± y ¡°experimentaciones¡± en materia de programas educativos, formas de organizaci¨®n y horarios, con los l¨ªmites que establezcan las comunidades aut¨®nomas. Y para ¡°fomentar la integraci¨®n de las competencias trabajadas, se dedicar¨¢ un tiempo del horario lectivo a la realizaci¨®n de proyectos significativos y relevantes, y a la resoluci¨®n colaborativa de problemas, reforzando la autoestima, la autonom¨ªa, la reflexi¨®n y la responsabilidad¡±.
Las comunidades tambi¨¦n decidir¨¢n ¡°las condiciones que permitan que, en los primeros cursos de la etapa, los profesores con la debida cualificaci¨®n impartan m¨¢s de una materia al mismo grupo de alumnos¡±. Esto ocurre, por ejemplo, en los llamados ¨¢mbitos de conocimiento, en los que se fusionan dos o m¨¢s asignaturas, que se imparten en una sola sesi¨®n por parte de uno o m¨¢s docentes y se aplica ya de forma generalizada en primero de la ESO en la Comunidad Valenciana y de forma m¨¢s limitada en otros territorios.
La nueva ley ha acabado con los itinerarios que conten¨ªa la anterior norma de Educaci¨®n aprobada por el PP, la Lomce, que separaban al alumnado en segundo de la ESO. Pero prev¨¦ que en cuarto curso los centros puedan realizar agrupaciones de materias para orientar a los alumnos a las diferentes modalidades de Bachillerato y de Formaci¨®n Profesional, ¡°fomentando la presencia equilibrada de ambos sexos en las diferentes ramas de estudio¡±.
El nuevo tono del Ministerio de Educaci¨®n tambi¨¦n se observa en los objetivos de la etapa, entre los que, adem¨¢s de ¡°valorar y respetar la diferencia de sexos y la igualdad de derechos y oportunidades entre ellos¡±, y ¡°rechazar los estereotipos que supongan discriminaci¨®n entre hombres y mujeres¡±, establece que la ESO debe contribuir a que los alumnos desarrollen y consoliden ¡°h¨¢bitos de disciplina¡±, y a que asuman ¡°responsablemente sus deberes¡±, al tiempo que conozcan y ejerzan sus derechos.
La etapa deber¨¢ garantizar una ¡°competencia ling¨¹¨ªstica suficiente¡± en castellano y, en su caso, en la otra lengua oficial del territorio. Los padres tendr¨¢n derecho a acceder a los ex¨¢menes de sus hijos. Y los centros que impartan una parte del horario escolar en una lengua extranjera (la m¨¢s com¨²n es el ingl¨¦s) deber¨¢n aplicar los criterios de admisi¨®n del alumnado generales, y no podr¨¢n incluir ¡°requisitos ling¨¹¨ªsticos¡±.
Los alumnos que no cursen Religi¨®n no tendr¨¢n una asignatura espejo como ocurre ahora, sino que aprovechar¨¢n ese tiempo para reforzar las ¡°competencias transversales¡± a trav¨¦s de la realizaci¨®n de proyectos interdisciplinares y ¡°la resoluci¨®n colaborativa de problemas¡±. Las notas de Religi¨®n ya no contar¨¢n para la nota media del expediente a la hora de acceder a carreras u otras titulaciones o solicitar becas. Con la anterior ley educativa, aprobada por el PP, s¨ª contaba, lo que estimul¨® un aumento de las matriculaciones en la materia.
Todos los centros realizar¨¢n en el segundo curso de la ESO una evaluaci¨®n ¡°de diagn¨®stico¡± al conjunto de los alumnos. Estas pruebas no tendr¨¢n consecuencias acad¨¦micas al modo de una rev¨¢lida, sino ¡°car¨¢cter informativo, formativo y orientador para los centros, para el profesorado, para el alumnado y sus familias¡±. El borrador da una gran importancia a las ¡°tutor¨ªas personales¡±, as¨ª como a la ¡°orientaci¨®n educativa, psicopedag¨®gica y profesional¡± del alumnado. Y tanto en segundo curso como al final de la etapa, los centros dar¨¢n a los estudiantes un ¡°consejo orientador¡± sobre la opci¨®n m¨¢s adecuada para continuar su formaci¨®n. En segundo, adem¨¢s de proseguir el camino general de la ESO, podr¨¢n optar por un programa de diversificaci¨®n curricular (en el que los contenidos son adaptados, haci¨¦ndolos m¨¢s sencillos) o la FP b¨¢sica, que proporciona educaci¨®n b¨¢sica m¨¢s orientada al mundo laboral. Todas las modalidades conducir¨¢n a la obtenci¨®n del t¨ªtulo de secundaria.
Lo mismo suceder¨¢ con los alumnos con diversidad funcional y otra clase de necesidades educativas especiales que tengan una adaptaci¨®n curricular ¡°significativa¡±, en el sentido de que ello no podr¨¢ impedirles por s¨ª solo obtener el t¨ªtulo de la ESO. La escolarizaci¨®n de este alumnado ¡°se regir¨¢ por los principios de normalizaci¨®n e inclusi¨®n y asegurar¨¢ su no discriminaci¨®n y la igualdad efectiva en el acceso y permanencia en el sistema educativo¡±.
Pasar de curso ya no depender¨¢ de un n¨²mero concreto de asignaturas suspendidas (ahora no se puede pasar, de forma general, con tres o m¨¢s suspensos), sino que lo decidir¨¢ el equipo docente del alumno en funci¨®n de lo que considere que beneficiar¨¢ m¨¢s su trayectoria educativa.
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