El avance imparable de la llegada de ni?os de dos a?os a los colegios p¨²blicos: ¡°El inicio fue terrible. Ahora, un gusto¡±
Un total de 1.284 centros de primaria de 12 comunidades aut¨®nomas ofrecer¨¢n el curso que viene aulas para alumnos de dos a?os. En cuatro territorios acoger¨¢n incluso ni?os m¨¢s peque?os
El primer ciclo de infantil (0-2 a?os) est¨¢ entrando con fuerza en los colegios p¨²blicos. Hasta hace poco, solo dos comunidades aut¨®nomas ten¨ªan aulas destinadas para los ni?os de dos a?os en unos centros que tradicionalmente han matriculado a los que tienen de tres a 11. El curso que viene la f¨®rmula se extender¨¢ a 1.284 colegios p¨²blicos (de un total de 10.317 que hay en Espa?a) de 12 autonom¨ªas, y parte de ellas acoger¨¢n clases de ni?os a¨²n m¨¢s peque?os. Muchos docentes lamentan las deficiencias de un proceso que consideran marcado por la precipitaci¨®n. Pero, por encima de las cr¨ªticas, la mayor¨ªa de maestros transmiten satisfacci¨®n por ver a los colegios p¨²blicos crecer por abajo, y creen que la iniciativa les ayudar¨¢ a evitar cierres y reducciones de plantilla en la tempestad demogr¨¢fica en la que se adentra el sistema educativo. La mayor oposici¨®n a la incorporaci¨®n de los alumnos m¨¢s peque?os a los colegios p¨²blicos procede de las escuelas infantiles privadas, que afrontan una crisis hist¨®rica. El a?o pasado un 20% de ellas se vieron obligadas a cerrar, y sus representantes temen que cuando se haga el recuento del curso actual las p¨¦rdidas ser¨¢n a¨²n peores.
Los colegios p¨²blicos est¨¢n tendiendo a concentrar alumnado que hasta ahora acud¨ªa a otro tipo de centros educativos. Por la parte de arriba, asumiendo la ESO en un proceso todav¨ªa incipiente (lo han hecho 270 colegios). Y sobre todo por abajo, incorporando el primer ciclo de infantil. Ambas tendencias est¨¢n impulsadas por la ca¨ªda de la natalidad, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada liberando espacio en los colegios: en 2008 hubo 519.779 nacimientos en Espa?a, mientras en 2021 fueron 340.635, la cifra m¨¢s baja desde que el INE empez¨® a registrar el dato en 1941. Otros dos factores est¨¢n contribuyendo a la incorporaci¨®n de las clases de los ni?os m¨¢s peque?os a los colegios. El primero es la reforma educativa del Gobierno, que ha dado al primer ciclo de infantil un enfoque claramente educativo y ha instado a plantear el conjunto de la etapa (0-6 a?os) de forma com¨²n. Y el segundo, la lluvia de millones, 670, con la que el Ministerio de Educaci¨®n est¨¢ impulsando la etapa para crear 65.000 plazas p¨²blicas, gracias en parte a los fondos europeos. Varias de las fuentes consultadas para este art¨ªculo coinciden en que la integraci¨®n del primer ciclo de infantil (igual que sumar la ESO) ayudar¨¢ a los colegios p¨²blicos a competir con los concertados, muchos de los cuales ofrecen ense?anza de cero a 16 a?os o incluso hasta los 18.
Hasta 2014, solo el Pa¨ªs Vasco y Cantabria hab¨ªan generalizado la matriculaci¨®n de ni?os de dos a?os en colegios p¨²blicos (entre ambos territorios suman 452). En 2015 se sum¨® la Comunidad Valenciana, que en septiembre alcanzar¨¢ 415 clases. Y el modelo ha seguido creciendo de modo que en septiembre los habr¨¢ en colegios p¨²blicos de Madrid (en 46 centros), Catalu?a (42), Canarias (38), Extremadura (42), Castilla y Le¨®n (121), Castilla-La Mancha (donde puede alcanzar los 60), Murcia (30), Arag¨®n (35) y La Rioja (3). En algunos centros de Catalu?a y de Cantabria habr¨¢ adem¨¢s aulas para los que tienen un a?o, y en Madrid y Canarias, desde los cero.
La llegada de ni?os m¨¢s peque?os a los colegios es positiva una vez que el centro se adapta, afirma Silvia Ferriols, directora del Colegio P¨²blico Vil¡¤la Romana de Catarroja, en Valencia. Aunque en su caso, dice, ¡°el inicio fue terrible¡±. Debido a un fallo burocr¨¢tico, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n no tuvo en cuenta la necesidad de adaptar un aula y hubo que reorganizar la disposici¨®n del resto de grupos de infantil para dar cabida a la nueva clase. La directora tuvo que comprar el ¡°material manipulativo¡± en agosto, y la educadora (en la Comunidad Valenciana las aulas de dos a?os tienen como m¨¢ximo 18 alumnos y se ocupan de ellos una maestra y una educadora) no pudo incorporarse hasta octubre. Las primeras semanas el colegio tuvo que destinar a varias docentes adicionales a atender la clase, entre ellas la directora, porque ¡°los ni?os eran muy peque?os y lloraban mucho¡±, recuerda Ferriols.
Superadas las dificultades iniciales, sin embargo, la opini¨®n de la directora es muy buena. ¡°Es un gusto. Es muy bonito tener a ese alumnado en el colegio. Est¨¢n genial y participan en todas las actividades de la escuela. Pero al principio se nota que no tenemos experiencia con esas edades. De hecho, nosotras nos equivocamos. Planteamos el periodo de acogida [la incorporaci¨®n progresiva del nuevo alumnado] como con los de tres a?os, y nos dimos cuenta de que hab¨ªamos corrido demasiado. Estos ni?os necesitan que se vaya m¨¢s despacio. Hemos aprendido muchas cosas¡±, comenta Ferriols.
La responsable de un colegio de Madrid (donde, a diferencia de lo que sucede en el resto de comunidades, los docentes piden con mucha frecuencia que no se publiquen sus nombres por temor a que tenga consecuencias laborales) explica que su centro fue elegido por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n para implantar el primer ciclo de infantil el curso que viene por su bajo n¨²mero de alumnos. Y que cuando se lo dijeron, lo vieron bien. ¡°Era una forma de asegurarnos de que no iban a eliminar el colegio y el proyecto nos parec¨ªa bonito. Pero est¨¢ resultando muy dif¨ªcil y precipitado, y las direcciones estamos asumiendo unas responsabilidades de contrataci¨®n, arquitectura, etc¨¦tera que supera nuestro conocimiento¡±.
El director de otro colegio madrile?o a?ade: ¡°Es un trabajo diferente al que hemos venido haciendo, sobre todo con los beb¨¦s. No solo tendremos que preocuparnos de ense?ar, sino de cuestiones como el sue?o, el cambio de pa?ales, las alergias alimentarias¡¡±. La respuesta de las familias est¨¢ siendo buena y la mayor¨ªa de grupos se llenan. Mari Carmen Morillas, presidenta de la federaci¨®n de familias Giner de los R¨ªos de Madrid, a?ade: ¡°Bien organizado, es una propuesta interesante. Lo que esperamos es que las aulas que van a acoger a estos ni?os est¨¦n terminadas en septiembre¡±.
Una forma r¨¢pida y eficiente de ampliar la red
La f¨®rmula ofrece la ventaja de permitir aumentar muy r¨¢pido las plazas p¨²blicas de los primeros niveles de infantil, se?ala Miguel Soler, secretario auton¨®mico de Educaci¨®n valenciano. Y permite ahorrar aprovechando las aulas que se vac¨ªan por falta de alumnado, a?ade Jos¨¦ Saturnino Garc¨ªa, director de la Agencia Canaria de Calidad y Evaluaci¨®n Educativa: ¡°Uno de los problemas de la educaci¨®n infantil es que construir escuelas nuevas en lugares donde puede haber demanda, como los centros de las ciudades, sale car¨ªsimo por una cuesti¨®n inmobiliaria¡±. La mayor parte de los estudios publicados, prosigue Garc¨ªa, coinciden en que la escolarizaci¨®n en los primeros a?os de vida ofrece un gran retorno acad¨¦mico y social a largo plazo, especialmente en ni?os nacidos en familias vulnerables, adem¨¢s de facilitar la conciliaci¨®n laboral.
La medida preocupa, en cambio, a las escuelas infantiles privadas. Ignacio Grima, presidente de la patronal Acade, comentaba el viernes: ¡°La situaci¨®n es dram¨¢tica. Hoy me han dicho otras dos escuelas que no le ven sentido a abrir el curso que viene. En este contexto no pueden competir ni hacer nada. Y nos parece tremendamente injusto que durante tantos a?os, cuando no hab¨ªa capacidad p¨²blica, las escuelas privadas hayan estado dando este servicio a las familias, y ahora no se las tenga en cuenta¡±.
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