Cierre de edificios y calefacciones apagadas: las universidades se adaptan a la subida de la factura energ¨¦tica
Con recibos que casi se han duplicado, los rectorados impulsan medidas de recorte y aceleran la instalaci¨®n de LED y placas fotovoltaicas
Las universidades ven c¨®mo cada vez crece m¨¢s la factura energ¨¦tica. En la mayor¨ªa se duplicar¨¢ respecto al a?o pasado. Aunque muchas de ellas ya impulsan medidas de ahorro desde hace a?os, estas no est¨¢n siendo suficientes para controlar el gasto, as¨ª que los rectorados est¨¢n aprobando planes de urgencia que pasan, b¨¢sicamente, por reducir las horas de encendido de luz y calefacci¨®n o reorganizar los turnos para poder cerrar edificios, mientras se desarrollan medidas a medio y largo plazo como la instalaci¨®n de iluminaci¨®n LED o de placas fotovoltaicas. ¡°Estamos ajustando gastos por responsabilidad [es dinero p¨²blico], por lealtad institucional [por los reales decretos que dicen debemos hacerlo] y por sensatez [2023 ser¨¢ m¨¢s duro]¡±, resume un portavoz de la Universidad Complutense de Madrid, el mayor campus espa?ol.
Muchas universidades ya empezaron a aplicar hace una d¨¦cada medidas de ahorro energ¨¦tico para controlar el gasto en un momento de recortes presupuestarios, como el cierre de las instalaciones durante periodos vacacionales. La crisis clim¨¢tica tambi¨¦n ha tocado la conciencia de los campus en los ¨²ltimos a?os. Pero la escalada de precios de los ¨²ltimos meses obliga a tomar medidas m¨¢s restrictivas. El Decreto-Ley 14/2022 ya fija que la calefacci¨®n no podr¨¢ superar los 19 grados y el aire acondicionado, los 27. Aunque el fr¨ªo se resiste a llegar, lo que supone un respiro para los gerentes, las universidades se est¨¢n armando de medidas para controlar el consumo. Una de las principales y que m¨¢s impacto puede tener entre profesores y alumnos es la restricci¨®n en el uso de la calefacci¨®n, encendi¨¦ndola solo cuando sea necesario.
Universidades como la Jaume I de Castell¨®n o la Polit¨¦cnica de Valencia ya han dado la orden de no encender la calefacci¨®n hasta que la temperatura ambiente lo permita. Con ello, esperan contener la factura energ¨¦tica que, en el caso del campus valenciano, se disparar¨¢ este a?o hasta los 15 millones, el doble que el a?o pasado. Con la medida, esperan ahorrar unos 16.000 euros al d¨ªa. Su rector, Jos¨¦ E. Capilla, admiti¨® en una entrevista a R¨¤dio Val¨¨ncia que el precio de la energ¨ªa es ¡°inasumible¡± y que buscan ¡°aguantar todo lo posible¡±.
En Castell¨®n el recibo tambi¨¦n se duplicar¨¢ este a?o, hasta los seis millones, pero asumir¨¢n el incremento gracias a los remanentes. Aunque la Jaume I aplica desde hace una d¨¦cada medidas de ahorro como controladores de presencia (para apagar las luces cuando no hay nadie), desconectar el 80% de la iluminaci¨®n de las calles del campus por la noche, instalaci¨®n de LED, la sustituci¨®n de m¨¢quinas por otras m¨¢s eficientes, obras de mejora del aislamiento en edificios antiguos o colocaci¨®n de placas solares, la escalada de precios obliga a tomar ¡°medidas extraordinarias¡±, admiten, como el estricto control de la luz y la calefacci¨®n.
La Universidad del Pa¨ªs Vasco hace tiempo que tambi¨¦n hacen los deberes, pero en abril vieron que el gasto se desmadraba y aplicaron nuevas medidas: prohibici¨®n de usar aparatos de climatizaci¨®n individuales o cerrar dos semanas en agosto (algo in¨¦dito hasta ahora), a lo que se sumar¨¢ el cierre durante una semana en Navidad y otra en Semana Santa, o apagar la calefacci¨®n dos horas al mediod¨ªa. ¡°Hemos logrado reducir hasta un 10% de consumo, pero ello no se traduce en ahorro en euros por la variaci¨®n de precios¡±, lamenta Juan Jos¨¦ Unzilla, vicerrector de Transformaci¨®n Digital y Comunicaci¨®n. La gran apuesta del campus es crear una instalaci¨®n hidrot¨¦rmica en Portugalete (Bizkaia).
En la Universidad de Santiago de Compostela tambi¨¦n han puesto en marcha este curso un plan que pasa por apagar autom¨¢ticamente los equipos inform¨¢ticos por la noche, reducir la iluminaci¨®n ambiental o retirar los aparatos de calefacci¨®n individuales. Asimismo, se cierran varios edificios administrativos por la tarde y, en el resto, se est¨¢n reorganizando los turnos del personal para reducir las horas de apertura. Adem¨¢s, la universidad cerrar¨¢ completamente durante dos semanas en Navidad. Previendo que la factura casi se duplique el pr¨®ximo a?o, el campus trabaja en otras medidas a corto y medio plazo como la inversi¨®n de 1,5 millones en placas fotovoltaicas, medidores de control y sectorizaci¨®n de instalaciones. Y hasta 2026 se destinar¨¢n ocho millones para la instalaci¨®n de centros de biomasa.
La Universidad de Vigo tambi¨¦n ha empezado a tomar medidas muy similares, pero adem¨¢s dictaminan que la calefacci¨®n solo se encender¨¢ entre el 1 de noviembre y el 15 de abril, en horario de 7 a 12 horas y de 15 a 19 horas, y cuando la temperatura exterior sea inferior a los 18 grados. Tambi¨¦n se solicita a personal y alumnos utilizar las escaleras en lugar de los ascensores. ¡°Como no podemos actuar sobre el precio, tendremos que actuar sobre el consumo¡±, tercia Jacobo Porteiro, director del ¨¢rea de Sostenibilidad.
La Universidad de Zaragoza tambi¨¦n orden¨® apagar la calefacci¨®n el 15 de marzo, pero lleg¨® una ola de fr¨ªo y no qued¨® otra que encenderla unos d¨ªas. En todo caso, el plan de urgencia energ¨¦tica del campus aragon¨¦s contempla agrupar las aulas que se calientan en una parte del edificio, reducir un 66% la iluminaci¨®n en pasillos y zonas comunes, reorganizar horarios para cerrar m¨¢s horas los edificios y facturar el consumo energ¨¦tico cuando se alquilen los espacios del campus para eventos externos.
En M¨¢laga, con unas temperaturas veraniegas en pleno mes de octubre, el rectorado dictamin¨® el apagado del aire acondicionado a mediados de mes y que la calefacci¨®n solo se encender¨¢ si la meteorolog¨ªa obliga a ello. En Granada tambi¨¦n han decretado retrasar el m¨¢ximo el encendido de la calefacci¨®n, que solo estar¨¢ activa de 7 a 13 horas y 16 a 20 horas.
Otras universidades respiran ligeramente m¨¢s tranquilas. Como en Salamanca, donde la factura ha pasado de los cinco millones del a?o pasado a los siete, un incremento menor que en otros campus y que asumir¨¢n con el remanente, aunque no se libran de las medidas habituales para reducir el consumo de luz y gas.
Y en la Complutense la preocupaci¨®n no es este a?o, sino el pr¨®ximo, ya que en el peor de los casos la factura se podr¨ªa multiplicar por cuatro. El motivo es que la UCM contrata la energ¨ªa a trav¨¦s de una central de compras del Consorcio de Servicios Universitarios de Catalu?a (CSUC), junto al resto de campus p¨²blicos catalanes. Actualmente gozan de un precio muy ventajoso, pero el problema es que deben renovar el contrato a finales de a?o, y all¨ª ser¨¢ cuando reciban el impacto. Con todo, esperan no tener problemas para pagarlo. ¡°Venimos de tener mucho ox¨ªgeno por los precios bajos que estamos pagando ahora. En el pr¨®ximo presupuesto tendremos que encajar la subida ajustando otras partidas, pero es asumible¡±, admite Jorge J. G¨®mez, vicerrector de Sostenibilidad. La universidad madrile?a trabaja en tres frentes: la colocaci¨®n de 3.000 placas solares, la renovaci¨®n de m¨¢quinas e instalaciones por otras m¨¢s eficientes y reducir las horas de encendido de luz y gas.
Las universidades catalanas comparten esta preocupaci¨®n de cara a las cuentas de 2023. Actualmente los siete campus p¨²blicos pagan una factura de 21 millones, que se disparar¨¢ el a?o que viene hasta los 44 millones si deciden renovar el contrato por cuatro a?os o hasta los 88 millones si lo hacen por un a?o. Los rectores, incapaces de asumir este gasto, ya han pedido ayuda al Departamento de Universidades, que se encuentra en plena transici¨®n con un cambio de consejero, y que de momento se limita a responder que est¨¢ estudiando la problem¨¢tica.
La Universidad Aut¨®noma de Barcelona, un gran campus no urbano con una amplia red de calles cuya iluminaci¨®n asume la instituci¨®n, asegura que ha logrado reducir un 30% el consumo en los ¨²ltimos a?os gracias a la instalaci¨®n de LED, de placas fotovoltaicas, de detectores de presencia y la sustituci¨®n de calderas por otras m¨¢s eficientes. Pero preparan medidas adicionales. ¡°Cuando no haya clase cerraremos los edificios y pondremos la calefacci¨®n cuando realmente sea necesario. La consigna del Gobierno es ponerla a 19 grados, as¨ª que no se podr¨¢ ir en manga de camisa, pero esto ya pas¨® durante la covid, cuando hab¨ªa que ventilar las aulas. No obstante, los alumnos est¨¢n sentados muchas horas y hay que encontrar la manera de que est¨¦n confortables¡±, explica el rector, Javier Lafuente.
La Polit¨¦cnica de Catalu?a centra sus esfuerzos en la fotovoltaica y tiene previsto instalar 1.000 kW el a?o pr¨®ximo, casi doblando los 600 kW colocados en los ¨²ltimos tres a?os, con una inversi¨®n de 700.000 euros.
La Universidad de Barcelona tiene m¨¢s asignaturas pendientes en cuanto a eficiencia energ¨¦tica. Invertir¨¢n 1,8 millones en sustituir los fluorescentes por LED y 300.000 para empezar a colocar placas fotovoltaicas (el objetivo es contar con 3,5 millones para llenar de placas todos los edificios que las admitan de aqu¨ª a tres a?os), adem¨¢s de otras medidas para reducir el consumo. ¡°Si ahora la calefacci¨®n se enciende a las 7 y las clases empiezan a las 8, pues la encenderemos a las 8¡å, apunta Gl¨°ria Matal¨ª, gerente del campus, quien admite una gran preocupaci¨®n por la situaci¨®n. ¡°Estamos desesperados. La factura tiene un gran impacto y venimos de donde venimos, con presupuestos muy justos. No sabemos c¨®mo vamos a afrontarlo¡±.
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