El mapa del gasto municipal en educaci¨®n en Espa?a: de la conciliaci¨®n en Ames al compromiso total de Granollers

La escuela infantil municipal Las Cig¨¹e?as ocupa una peque?a casita de color crema al final de una larga cuesta arriba en Villalba de Duero, un municipio de 714 habitantes en la provincia de Burgos. ¡°En otros pueblos de por aqu¨ª prefieren mantener una piscina que abren dos meses al a?o; nosotros apostamos por la educaci¨®n¡±, explica, orgulloso, Alberto Rasero, el alcalde. Y es exactamente as¨ª: el esfuerzo que cada ayuntamiento hace en este ¨¢mbito es una decisi¨®n pol¨ªtica empujada por las convicciones, la tradici¨®n, las exigencias de los vecinos y la capacidad para cuadrar unas cuentas municipales que siempre son como esa manta corta con la que hay que elegir entre taparse los pies o la nariz. La educaci¨®n es una competencia transferida casi en su totalidad a las comunidades aut¨®nomas, sin embargo, muchos municipios le dedican parte importante de sus presupuestos, tanto que puede llegar a suponer casi el 10% de sus gastos en una gran ciudad como Pamplona, el 19% en una m¨¢s de peque?a como Granollers o el 20% en el concello gallego de Ames.

Son ayuntamientos que, m¨¢s all¨¢ de sus competencias m¨¢s claras ¡ªel mantenimiento de los edificios de los colegios p¨²blicos de infantil y primaria y la cesi¨®n de suelo para construir nuevas infraestructuras escolares¡ª se involucran cada a?o en otros ¨¢mbitos educativos en los que tienen obligaciones difusas o no las tienen en absoluto, desde la oferta de escuelas infantiles para menores de tres a?os hasta una amplia gama de servicios complementarios y extraescolares o recursos para el reenganche escolar de j¨®venes vulnerables. Un esfuerzo que EL PA?S ha intentado medir a partir de los presupuestos liquidados de cada ayuntamiento en 2020 y 2021, recabados y publicados por el Ministerio de Hacienda. Usamos dos m¨¦tricas para mostrarlo: la media de inversi¨®n en educaci¨®n por estudiante potencial (entendido como la poblaci¨®n hasta 24 a?os) y la proporci¨®n del gasto total del consistorio destinada a los asuntos escolares. Esos son los datos que refleja el mapa que encabeza este texto y tambi¨¦n el siguiente gr¨¢fico, pero en este caso centrado ¨²nicamente en las grandes ciudades:

Los datos hablan por s¨ª mismos, pero conviene adem¨¢s contextualizarlos. En primer lugar, hemos descartado los pueblos muy peque?os (de menos de 700 habitantes), porque no siempre colocan las partidas en la casilla que corresponde a la hora de rellenar y enviar la estad¨ªstica al ministerio, tal y como ha podido comprobar este diario. Tampoco es el mismo ¨Dy por eso hemos desglosado el gr¨¢fico anterior¨D el margen que tienen ayuntamientos de grandes ciudades ¨Dmuy presionados por competencias que s¨ª tienen claramente asignadas, como las de urbanismo o transporte p¨²blico y movilidad¨D que otros m¨¢s peque?os. Aspectos como el peso de las infraestructuras, el patrimonio hist¨®rico o la poblaci¨®n flotante ¡ªque usa servicios, pero no siempre contribuye a financiarlos¡ª condicionan la capacidad de gasto en otros aspectos.

Probablemente por eso, y aunque tengan las mismas competencias, las ciudades un poco m¨¢s peque?as muestran m¨¢s margen para decantar sus esfuerzos hacia los programas educativos, tal y como se puede ver en el siguiente gr¨¢fico, centrado esta vez en los municipios de tama?o mediano.

De hecho, si volvemos al mapa global, a medida que se va reduciendo el tama?o del municipio encontramos ejemplos de mayor gasto en educaci¨®n, pero hay que tener en cuenta que cuando los porcentajes de esfuerzo son fabulosamente altos ¨Ddel 30%, el 40% o hasta del 70% del gasto total¨D se debe a alguna situaci¨®n muy particular (La Almunia de Do?a Godina, por ejemplo, con un 37,4%, tiene una escuela superior adscrita a la Universidad de Zaragoza donde estudian cada a?os cientos de alumnos y cuyo patronato est¨¢ presidido por el Ayuntamiento) o, normalmente, a un esfuerzo muy grande y puntual de construcci¨®n de centros escolares p¨²blicos, sufragados en su totalidad, o pr¨¢cticamente, con transferencias hechas para ello por las comunidades. Unas inversiones que, adem¨¢s, se suelen repartir a lo largo de varios a?os.

No se trata de restar importancia a estos asuntos, pues las nuevas infraestructuras suelen llegar tras a?os de insistencia y presi¨®n por parte de los Gobiernos locales, pero en este caso la intenci¨®n era buscar compromisos continuados. As¨ª llegamos a algunos municipios cuyo porcentaje de gasto en educaci¨®n se acerca a?o tras a?o al de las comunidades, es decir, entre el 17% y el 25% de sus presupuestos. Para un consistorio, se trata de un esfuerzo enorme, teniendo en cuenta que las autonom¨ªas son las que ostentan la inmensa mayor parte de las competencias en la materia, lo que incluye pagar los sueldos de los docentes de la escuela p¨²blica y la concertada.

Y en ese espacio es donde emergen algunas localidades en las que, si alguien se acerca a mirar, encontrar¨¢ efectivamente una pol¨ªtica y unos objetivos claros en torno a la educaci¨®n. Por ejemplo, en Villalba de Duero (16,77% de su gasto en educaci¨®n), saben perfectamente qu¨¦ pretenden con su apoyo al sostenimiento del colegio p¨²blico de infantil y primaria ¡ª¡°Hay otros pueblos que han cerrado el colegio y directamente les bajan del autob¨²s a Aranda de Duero [que est¨¢ muy cerca], pero para nosotros es capital mantenerlo abierto¡±, dice el alcalde¡ª y, sobre todo, soportando las dos terceras partes de lo que cuesta mantener abierta la escuela infantil las Cig¨¹e?as (el resto lo pone la Junta de Castilla y Le¨®n), a la que este a?o asisten, de forma gratuita, nueve ni?os menores de tres a?os. Se trata de fijar poblaci¨®n en un contexto muy adverso, en una provincia que lleva casi tres lustros perdiendo habitantes, explica Rasero (del PP): ¡°Nosotros hemos ganado 40 vecinos [desde 2018] y la mayor¨ªa j¨®venes. Aqu¨ª las segundas generaciones, cuando se casan y tienen hijos, se quedan a vivir¡±.

El concello de Ames, en A Coru?a (que dedica el 20,33% de su presupuesto a educaci¨®n), no es solo otro ejemplo de municipio que gana poblaci¨®n en un entorno en el que la mayor¨ªa pierde, sino que es el m¨¢s joven de toda Galicia (con una edad media de 40,6 a?os). Tienen 32.000 habitantes, 10.000 m¨¢s que en 2005, cuando arranc¨® un proyecto de conciliaci¨®n en torno a la educaci¨®n que se ha mantenido a pesar del paso del tiempo y los cambios del color pol¨ªtico del Ayuntamiento, hasta convertirse en el emblema que es hoy para esta peque?a ciudad que, entre otras, ha ido recogiendo a las familias de Santiago de Compostela (ciudad a la que est¨¢n pegados) que encontraban all¨ª un entorno m¨¢s amable para sus proyectos de vida. En esta legislatura, el gobierno municipal es de coalici¨®n entre el PSOE (que ocupa la alcald¨ªa), Contigo Podemos y el BNG (que se ocupa, entre otras cosas, de la Concejal¨ªa de Educaci¨®n)

Aparte de las actividades organizadas para atender a los alumnos durante los periodos de festividad escolar ¡ªque, como bien saben las familias con hijos, no siempre coinciden con las vacaciones del trabajo¡ª, el n¨²cleo de ConciliaAmes es el servicio Bos d¨ªas cole (para los chicos y chicas que necesitan llegar al cole a las 7.30, una hora y media antes de que empiecen las clases), las Tardes divertidas (para los que tienen que quedarse despu¨¦s, con la posibilidad de estar hasta las 21.00, aunque pocas familias apuran tanto) y, en medio, un servicio de comedor escolar gestionado directamente por el Ayuntamiento. El servicio de madrugadores y el de comedor tambi¨¦n llega, desde hace tres cursos, a los dos peque?as escuelas rurales unitarias que en 2019 estuvieron a punto de cerrar por falta de alumnos; hoy, los centros de Orto?o y Covas tienen 16 y 17 estudiantes, respectivamente.

Pero entre unos y otros ejemplos, sobresale el caso de Granollers, una peque?a ciudad de 62.000 habitantes a algo m¨¢s de media hora de Barcelona en coche o en el tren de cercan¨ªas. Y no solo porque gestiona directamente un colegio y un instituto p¨²blicos ¡ªcon las consecuentes transferencias de fondos de la Generalitat que ayudan a elevar sus cifras a un 19,3% del gasto municipal y una media de 1.037,46 euros de inversi¨®n anual por joven¡ª, sino porque ese compromiso est¨¢ en centro de un proyecto mucho m¨¢s grande: el municipio forma parte de la red internacional de Ciudades Educadoras desde que se cre¨® a principios de los noventa y, desde 2003, cuenta con un proyecto educativo de ciudad redactado a partir de comisiones en las que participaron maestros, familias, asociaciones de vecinos y culturales¡­

La aspiraci¨®n es colocar la educaci¨®n en el centro del desarrollo de la ciudad ¡ªcon actividades que de hecho se tocan muchas veces con los servicios sociales, la integraci¨®n, el deporte, el urbanismo...¡ª, pero solo con los recursos m¨¢s claramente relacionados con las escuelas y el apoyo a los alumnos da para repasar casi cualquier ejemplo de las iniciativas que tienen en su mano los ayuntamientos en este ¨¢mbito. Hay, por supuesto, escuelas infantiles municipales, una escuela de m¨²sica-conservatorio, un centro de FP de titularidad municipal, hay recursos de apoyo extraescolar que incluyen refuerzos para los estudiantes que renquean y programas de reenganche para los que est¨¢n en riesgo de abandono escolar, de h¨¢bitos saludables y contra la obesidad, de integraci¨®n y de ocio para alumnos vulnerables, se abren los patios escolares a toda la comunidad y se acompa?an de cerca los procesos de escolarizaci¨®n para evitar la segregaci¨®n...

Alumbrando los puntos ciegos

Una enorme lista, en fin, de programas que tratan de coordinar y estirar al m¨¢ximo todos los esfuerzos, los propios, los de otras administraciones, patronales, fundaciones, vecinos (hay un programa de voluntariado educativo) y que muestran que los ayuntamientos est¨¢n en una posici¨®n privilegiada para cubrir los puntos ciegos que se crean, precisamente, en las intersecciones entre ¨¢reas y competencias de unos y de otros. Un ejemplo: como el ¨²nico comedor que quedaba abierto en un centro p¨²blico de secundaria de la localidad (que usaban tambi¨¦n los alumnos de otros institutos) tuvo que cerrar este curso, los estudiantes becados estaban abocados a perder la ayuda. Por eso el Ayuntamiento firm¨® un acuerdo con la fundaci¨®n que gestiona uno de los centros c¨ªvicos del municipio para que los chicos y chicas de los institutos de Granollers que lo deseen puedan comer all¨ª su men¨² diario: ¡°Usan el servicio unos 100 alumnos a la semana, la mayor¨ªa becados¡±, explica Francesc Arolas, regidor de Educaci¨®n de Granollers.

Otro ejemplo se encuentra en una calle peatonal del centro del municipio, en un precioso edificio modernista centenario que alberga la Escuela Pereanton. All¨ª, una ma?ana cualquiera de febrero se hace enseguida evidente que no se trata de un colegio p¨²blico corriente de infantil y primaria; por las pilas de instrumentos musicales que descansan en los pasillos, y por los alumnos que cantan en una clase al ritmo que le marca la profesora mientras, en otra, unos chiquillos de seis a?os tocan la bater¨ªa, los bongos, el caj¨®n¡­ ¡°Desplegamos un curr¨ªculum propio ampliado en torno a la m¨²sica y la danza, desde los tres a?os hasta los 12, que empieza con dos sesiones de m¨²sica y una de danza; en primero [de primaria, seis a?os] se incorpora una sesi¨®n de canto coral y otra de instrumentos Orff [percusi¨®n] que en segundo se sustituye por una de instrumento [trompeta, tromb¨®n, guitarra, piano¡­] y otra de big band¡±, explica Toni Santiago, el jefe de estudios.

Este proyecto de centro se puso en marcha hace ya 17 a?os, como un intento de darle la vuelta a una escuela que sufr¨ªa graves problemas de absentismo, de fracaso y de conflictividad que hab¨ªa provocado un descenso dram¨¢tico de la matr¨ªcula. Hoy, es uno de los centros m¨¢s demandados por las familias. ?Y qu¨¦ ha tenido que ver el Ayuntamiento en todo esto? ¡°Ha sido crucial¡±, asegura Santiago, pues no solo asesor¨®, apoy¨® y financi¨® todo el proceso de definici¨®n del proyecto de centro, sino que aporta profesores de la escuela municipal de m¨²sica. En estos a?os, el Consistorio tambi¨¦n ha apoyado la definici¨®n y puesta en marcha de los proyectos de centro de la escuela Ferrer i Gu¨¤rdia (programa art¨ªstico) y el instituto Carles Vallbona (deportivo) y ahora mismo est¨¢ acompa?ando el de la escuela Ponent de artes esc¨¦nicas.

[Si quiere conocer m¨¢s detalles del proyecto educativo Granollers, recorra la siguiente fotogaler¨ªa].

¡°Se trata de algo hist¨®rico en la ciudad, tenemos una escuela de m¨²sica y una formaci¨®n profesional desde hace 100 a?os¡±, resalta la alcaldesa, Alba Barnusell (del PSC), sobre el esfuerzo municipal. ¡°Es que la idea no es: ?cu¨¢les son mis competencias?, voy a llenarlas, sino: yo tengo un proyecto de ciudad y voy a ver con el presupuesto que tengo c¨®mo lo hago posible. Si sales a la calle y te encuentras con un vecino que se queja porque le falta algo, no le puedes decir que se vaya a llamar a la puerta de la Generalitat o a la de un ministerio en Madrid¡±, a?ade.

La brecha escolar norte-sur se reproduce: m¨¢s inversi¨®n en las provincias m¨¢s ricas

Granollers es un ejemplo sobresaliente de aportaci¨®n municipal al gasto educativo. Pero, en general, tambi¨¦n lo es Catalu?a. Los ayuntamientos de la comunidad gastan de media en educaci¨®n m¨¢s de 300 euros por alumnos, una cifra similar a la de Asturias y la provincia de Gipuzkoa, y solo inferior a la de los consistorios navarros, con 462 euros por joven. En el extremo opuesto est¨¢n los 90 de Almer¨ªa o los 126 de ?vila. El mapa que se muestra a continuaci¨®n pone en evidencia una brecha entre el sur y el noreste. Adem¨¢s, las conclusiones son casi id¨¦nticas si en lugar de comparar el gasto por estudiante se examina el esfuerzo presupuestario: Navarra dedica el 11%, ?vila, Soria, Almer¨ªa, C¨¢ceres, C¨¢diz, Salamanca y Ja¨¦n no pasan del 3%.

Unas diferencias seculares entre regiones m¨¢s ricas y m¨¢s pobres que se reproducen aunque incluyamos la aportaci¨®n de las diputaciones ¡ªincluidas dentro de las estad¨ªsticas de gasto en educaci¨®n de las entidades locales¡ª, que completan los esfuerzos de los municipios en muy diversos ¨¢mbitos.

Juan B. Mart¨ªnez, maestro jubilado y experto en estad¨ªstica educativa del sindicato CC OO, lleva a?os insistiendo en la importancia para el sistema de la desigual inversi¨®n educativa de los ayuntamientos, que supone algo m¨¢s del 5% de la inversi¨®n p¨²blica total en este ¨¢mbito. Tras analizar el gasto agregado de las corporaciones locales durante el periodo de crisis econ¨®mica y recuperaci¨®n que va de 2009 a 2018, Mart¨ªnez ha llegado a la conclusi¨®n de que ¡°los municipios pusieron para los servicios de compensaci¨®n y conciliaci¨®n [servicios complementarios, educaci¨®n compensatoria y actividades extraescolares] 116,8 millones m¨¢s en la d¨¦cada (un 27,7% m¨¢s) para paliar la desatenci¨®n de las administraciones educativas en cuestiones en las que no tienen obligaci¨®n legal¡±.

El siguiente gr¨¢fico muestra, desglosado por provincias, el detalle del gasto educativo de los ayuntamientos. Hemos reunido todos los subprogramas en tres grandes ¨¢reas: Creaci¨®n y funcionamiento de centros (¨¢reas relacionadas m¨¢s directamente con sus competencias expl¨ªcitas en educaci¨®n), la administraci¨®n general (porque entendemos que, m¨¢s all¨¢ de la burocracia, m¨¢s personal en este ¨¢mbito puede significar m¨¢s esfuerzo) y otros, donde se ubican la mayor parte de esos esfuerzos escolares y socioeducativos de los que hablaba Mart¨ªnez y que en la estad¨ªstica de Hacienda se explicitan como vigilancia del cumplimiento de la escolaridad obligatoria, servicios complementarios de educaci¨®n y fomento de la convivencia ciudadana.

Mientras la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias reclama ¡°una definici¨®n clara y suficiente de las competencias¡± locales en este ¨¢mbito, acompa?ada de los recursos necesarios para hacerlo posible, distintos especialistas insisten en las bondades de avanzar por ese camino. ¡°Si la educaci¨®n es un servicio p¨²blico de proximidad, parece razonable abordar en nuestro pa¨ªs una segunda descentralizaci¨®n hacia las entidades m¨¢s cercanas a la ciudadan¨ªa: los municipios¡±, escrib¨ªa hace ya un lustro en Cuadernos de Pedagog¨ªa el vicepresidente del Consejo Escolar del Estado, Jes¨²s Jim¨¦nez.

Jim¨¦nez habla, entre otras cosas, de las grandes posibilidades de los municipios para aportar, dentro de sus posibilidades, en muy diversos aspectos, ¡°de manera singular, en los ¨¢mbitos de educaci¨®n no formal e informal¡±, es decir, m¨¢s all¨¢ de la escuela. Tambi¨¦n menciona esta idea la alcaldesa de Granollers ¡ª¡°El eje central de la ciudad educadora es entender la educaci¨®n m¨¢s all¨¢ de las escuelas y de lo formal¡±, dice Barnusell¡ª y, de hecho, la mayor parte de las intervenciones que pone Jim¨¦nez como ejemplo en su propuesta ya se desarrollan en la peque?a ciudad barcelonesa: participaci¨®n en la planificaci¨®n y ampliaci¨®n de la oferta educativa, colaboraci¨®n en la formaci¨®n profesional, en el desarrollo del curr¨ªculo escolar, en actividades extraescolares y servicios complementarios. El precio, la calidad y la mera existencia no siempre garantizada de estos ¨²ltimos ¡ªcuya finalidad es ¡°complementar el proceso educativo que se realiza en los centros docentes o el de facilitar el mismo, de tal modo que cobran especial importancia como instrumentos para hacer realidad la igualdad de oportunidades y ayudar a la poblaci¨®n escolar m¨¢s desfavorecida¡±, seg¨²n define una p¨¢gina del Ministerio de Educaci¨®n¡ª de hecho marcan una gran diferencia para miles de familias, empezando por los m¨¢s b¨¢sicos: el transporte all¨ª donde haga falta, y el comedor.

Esto lo tienen claro en el concello de Ames, donde este servicio sigue estando en el centro de sus esfuerzos, pese al alto coste que les supone. El siguiente es un recorrido fotogr¨¢fico por esa apuesta.

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