El lastre de nacer en diciembre: peores resultados acad¨¦micos y desventaja laboral
A los ocho a?os, un escolar espa?ol nacido en el ¨²ltimo mes del a?o arrastra en lectura un retraso de m¨¢s de dos trimestres respecto al de enero. La brecha se reabre en la pubertad
Un ni?o nacido en diciembre empieza en septiembre el segundo ciclo de Educaci¨®n Infantil a¨²n con dos a?os, cuando a sus compa?eros que vinieron al mundo ese enero les queda muy poco para cumplir cuatro a?os. Los separa un tercio de vida, pese a estar en la misma aula. Un obst¨¢culo de madurez para los m¨¢s j¨®venes del que poco se habla y que puede lastrar su formaci¨®n, como influye tambi¨¦n no tener una familia con formaci¨®n o haber nacido en otro pa¨ªs, extremos de los que se ha escrito mucho.
Los datos que en estos momentos est¨¢ analizando un grupo de econom¨ªa aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos (Ismael Sanz, Rosa Santero, Luis Pires, Pablo Araya, y Cristian Mac¨ªas), que ha avanzado a este diario, concluyen que en Espa?a se repite el patr¨®n del mundo entero. Las puntuaciones de un ni?o de diciembre en las pruebas de calidad educativa de tercero de primaria (ocho a?os) de la LOMCE (ley Wert) son en su conjunto 16 puntos menores que las de uno nacido en enero en Lectura ¨Dm¨¢s de dos trimestres de diferencia, 20 puntos equivalen un a?o¨D, pero si se lo escolariz¨® (y de resultas socializ¨®) desde los dos a?os, la brecha se reduce a 10 puntos (medio a?o).
¡°Las mayores diferencias por fecha de nacimiento las vemos entre los tres y los cinco a?os, que no es una edad obligatoria, pero en la que afortunadamente casi todos est¨¢n escolarizados. Cuanto m¨¢s peque?os son, m¨¢s se ve¡±, explica Sylvie P¨¦rez, psicopedagoga en tres centros de primaria y uno de secundaria en Barcelona. ¡°En procesos del desarrollo motor y del habla, de asimilar h¨¢bitos y rutinas¡ medio a?o es much¨ªsimo tiempo. Luego se acortan las distancias y se vuelve a ver mucho en la pubertad, cuando son m¨¢s infantiles y a veces pasa que no saben hacer un razonamiento abstracto, les falta capacidad de deducci¨®n. Sobre todo se nota entre ni?os y ni?as¡±, prosigue la tambi¨¦n profesora de Estudios de psicolog¨ªa y ciencias de la educaci¨®n en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).
El ¨²ltimo informe PISA, dise?ado por la OCDE, pone de manifiesto tambi¨¦n esta barrera madurativa y de autoconfianza a los 15 a?os. El 18% de los examinados que hab¨ªan nacido en enero hab¨ªa repetido alg¨²n curso, frente al 26% de los de diciembre. Una cifra que no sorprende a los expertos, porque se repite en cada edici¨®n de las pruebas. Tambi¨¦n sufren m¨¢s bullying por su mayor inmadurez (tienen menos recursos, son m¨¢s vulnerables por su mes de nacimiento que el resto).
?A qu¨¦ curso debe ir un ni?o de final de a?o? ¡°Lo mejor ser¨ªa ser consciente de que mi hijo o alumno es de noviembre o diciembre. Y saber que es posible que necesite m¨¢s meses que los dem¨¢s, por una cuesti¨®n puramente madurativa¡±, recomienda la profesora de la UOC. ¡°Si sale adelante con este handicap, pues muy bien. Pero si no, no pasa nada porque le demos m¨¢s tiempo. De hecho, cuando eres madre hablas mucho diferenciando por meses. Terminas cuando van al colegio¡±.
Esta inmadurez de los alumnos de final de a?o ¨Dque no suele ser tal si se compara con los de su mes¨D hace que muchas veces se confunda con des¨®rdenes del habla y el lenguaje. Lo puso de manifiesto en 2016 un informe de la Agencia de Calidad y Evaluaci¨®n Sanitarias (AQuAS) de Catalu?a: entre los nacidos en diciembre, hubo un 33,7% m¨¢s de diagn¨®sticos de trastorno del aprendizaje que entre los de enero. Pero tambi¨¦n ocurre en el sentido contrario. ¡°Normalizamos tanto que lo haga despu¨¦s, que a veces disfrazamos un trastorno educativo y se act¨²a tarde¡±, se?ala la psicopedagoga. P¨¦rez cree que el mejor ant¨ªdoto es mezclar a ni?os de toda la etapa educativa en talleres y actividades, pues aprenden unos de otros.
¡°Las autoridades no est¨¢n teniendo en cuenta en absoluto [la brecha madurativa]. Sin embargo, individualmente padres y profesores en niveles, digamos, socioecon¨®micos altos, s¨ª. Piensan que si naci¨® a finales de a?o no pasa nada porque repita si va un poco atr¨¢s en primero o segundo de primaria¡±, reflexiona Antonio Cabrales, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Carlos III que ha escrito sobre el tema. ¡°En otros pa¨ªses, como Alemania, se los eval¨²a con cuatro o cinco a?os y se aconseja a los padres que se queden un curso m¨¢s en infantil para que vayan con m¨¢s seguridad. En Espa?a se tiende a hacer con chicos que est¨¢n, muy, muy diferenciados. Falta un sistema general para lidiar con un problema que realmente afecta a todo el mundo¡±.
Bancos de tareas
Y este planteamiento lleva a Cabrales a otro m¨¢s amplio: ¡°En general tenemos un sistema que presta menos atenci¨®n a la diversidad de lo que ser¨ªa ideal. Se necesita una atenci¨®n m¨¢s individualizada a las necesidades de cada uno. A los que tienen libros en casa y los que no, a los inmigrantes y a los no inmigrantes¡¡±. En su opini¨®n, podr¨ªa hacerse uso de la tecnolog¨ªa con un banco de tareas en cada curso adaptado a los distintos niveles.
¡°Hay que poner el corte en alg¨²n sitio: o por a?o de nacimiento, como ahora, o por cursos escolares¡±, remarca la psicopedagoga. En cualquier caso, siempre habr¨¢ unos estudiantes que ser¨¢n m¨¢s mayores. Es el caso de Daniel, hijo de espa?oles, de 11 a?os. Vive en Maryland (Estados Unidos) y naci¨® a primeros de octubre (lo que en Espa?a ser¨ªa enero). Las clases hab¨ªan empezado apenas un mes antes y en su escuela temen que este lector voraz se aburra entre compa?eros m¨¢s peque?os, aunque con media docena de sus compa?eros de curso asiste a clase de Lectura y Matem¨¢ticas del nivel siguiente. En las pruebas estandarizadas se compara el nivel de cada ni?o con el del resto de su clase y con el promedio del Estado, y Daniel va muy por delante en los boletines de notas que recibe. Sus padres, sin embargo, han decidido que no salte un curso, pues tiene la madurez propia de su edad, no m¨¢s precoz.
En Espa?a no hay esa opci¨®n de comparaci¨®n que tuvo Daniel dentro del centro. Las pruebas comunes a las escuelas sirven para hacer un diagn¨®stico de la calidad educativa del sistema, no son una calificaci¨®n personal.
Cabrales es partidario de pruebas estandarizadas ¨Dpara diagnosticar la calidad de la ense?anza o para pasar de etapa¨D en las que se compare a los alumnos con los de su mes, por un lado, y el resto del curso, como le ocurre a Daniel. Aunque no lo ve factible dentro de una escuela: ¡°Requiere una infraestructura, recogida y tratamiento de datos que no es trivial de hacer¡±.
Julian Grenet, profesor del Paris School of Economics, analiz¨® en su art¨ªculo Efectos de la fecha de nacimiento en el rendimiento acad¨¦mico, la trayectoria educativa y la persistencia (2010) el porcentaje de t¨ªtulos de diplomatura en Francia (m¨¢s cortos que las licenciaturas y peor pagadas) entre los nacidos de 1945 a 1965 por trimestres y el gr¨¢fico con dientes de sierra es irrebatible. Los nacidos en diciembre no abandonaron m¨¢s los estudios, pero optaron m¨¢s por los ciclos de grado medio ¡ªtres puntos m¨¢s, con una media del 30%¡ª y, por consecuencia, estaban sufriendo ¡°una d¨¦bil penalidad salarial, pero estad¨ªsticamente significativa (-2,3% los hombres y -0,7% las mujeres)¡±.
El efecto fecha de nacimiento est¨¢ muy estudiada en el deporte. El analista de datos Kiko Llaneras ha explicado en este diario como en la ¨¦lite del f¨²tbol hay el doble de jugadores de enero (13%) que de diciembre (6%) o entre los baloncestistas espa?oles que salen en Wikipedia, hay el doble del primer trimestre que del cuarto.
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