La vital importancia de las elecciones europeas para las universidades

Estos ¨²ltimos d¨ªas las elecciones al Parlamento Europeo est¨¢n ocupando espacios generosos en la mayor parte de los medios de comunicaci¨®n. Es sorprende, no obstante, el poco debate real que hay sobre la situaci¨®n actual que vive la Uni¨®n Europea (UE), sobre la necesaria renovaci¨®n de los ideales fundacionales de la misma, o sobre las propuestas de modelo y de proyecto para el futuro. En el mundo globalizado en el que vivimos, v¨ªctima de crecientes ¨Dy muy preocupantes¨D tensiones geopol¨ªticas, con unos ¨ªndices de calidad democr¨¢tica en claro y continuo declive, con una Europa que pierde peso e influencia, y con una guerra en el continente de consecuencias impredecibles (por no citar el reto de la sostenibilidad y el impacto del cambio clim¨¢tico); la UE es el mejor de los instrumentos pol¨ªticos que tenemos para abordar nuestros problemas compartidos, y para construir un futuro mejor.

La educaci¨®n superior, la ciencia y la innovaci¨®n tienen todav¨ªa un espacio m¨¢s reducido en el debate. Y es preocupante ver como el conocimiento en todas sus formas, que tan importante ha sido hist¨®ricamente para el progreso humano, entra tan escasamente en las ecuaciones pol¨ªticas que intentan dibujar el futuro.

Desde la Asociaci¨®n Europea de Universidades (EUA), y a parte de concretar algunas propuestas pol¨ªticas en materia de educaci¨®n superior e investigaci¨®n que consideramos prioritarias para el futuro Parlamento (y Comisi¨®n) Europea, estamos intentando sensibilizar a las comunidades universitarias de la UE de la importancia de estas elecciones para el futuro de las universidades y de la ciencia. Pero, ?por qu¨¦ es tan importante que la comunidad universitaria se implique en la pol¨ªtica de la UE, haga o¨ªr su voz y reclame que el conocimiento forme parte de las prioridades pol¨ªticas reales?

Para realmente generar impacto en nuestras sociedades, necesitamos poder colaborar m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras nacionales

A trav¨¦s de nuestras distintas misiones (docencia, investigaci¨®n, innovaci¨®n y cultura) las universidades hemos tenido, tenemos y tendremos un rol muy importante para el futuro de Europa, y de la Humanidad en general. Pero, evidentemente, el pleno despliegue de nuestras potencialidades va a depender en gran medida de las condiciones de contorno que tengamos. Para realmente generar impacto en nuestras sociedades, necesitamos poder colaborar m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras nacionales. La historia de la UE es un claro ejemplo de c¨®mo la colaboraci¨®n internacional fomenta la calidad y la excelencia acad¨¦mica. Adem¨¢s, y siempre que se reconozca un marco de valores comunes, tambi¨¦n debemos poder colaborar con otras instituciones m¨¢s all¨¢ de la Uni¨®n, sea en pa¨ªses vecinos, y tambi¨¦n fuera de nuestro continente.

Debemos asegurarnos de que las pol¨ªticas de la UE (y tambi¨¦n de los estados miembros de la Uni¨®n) apoyen a las universidades, promoviendo y garantizando nuestros valores fundamentales de autonom¨ªa universitaria y libertad acad¨¦mica, y posibilitando que las universidades sirvan eficazmente a sociedades abiertas, pluralistas y democr¨¢ticas. Desgraciadamente, nada de lo anterior est¨¢ garantizado, y solo hace falta viajar por Europa para darse cuenta de los evidentes riesgos que actualmente nos amenazan.

Los universitarios sabemos c¨®mo a trav¨¦s del Espacio Europeo de Investigaci¨®n, el Espacio Europeo de Educaci¨®n y programas como Erasmus+, Horizon Europe o los Fondos Regionales, la UE proporciona un marco incomparable para que las universidades colaboren. Por no hablar de las muchas regulaciones de la Uni¨®n, especialmente en pol¨ªtica digital y pol¨ªtica exterior, que tambi¨¦n afectan directamente a nuestras universidades. Sin ning¨²n tipo de duda, el Parlamento Europeo tiene un papel central en la configuraci¨®n de todo lo anterior.

Por todas estas razones necesitamos personas en el Parlamento Europeo que defiendan la causa de la investigaci¨®n, de la innovaci¨®n y de la educaci¨®n superior. Me permito la libertad de pedirles, a toda la ciudadan¨ªa y muy especialmente a las comunidades acad¨¦micas, que corran la voz en sus universidades, a todo el personal (acad¨¦mico y no acad¨¦mico), a los estudiantes y a las comunidades locales. Se trata de una llamada a usar nuestro voto (su voto) este pr¨®ximo domingo, y a invitar a los miembros de nuestra comunidad a hacer lo mismo. Lo que est¨¢ en juego es el futuro de Europa, y tambi¨¦n el futuro de nuestras universidades. ?Muchas gracias!

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