Estudiantes del instituto tinerfe?o de San Benito aprenden Matem¨¢ticas luchando contra el cambio clim¨¢tico
Una secuencia de aprendizaje de la asignatura sustentada en la resoluci¨®n de problemas y ambientada en un entorno virtual de aventuras ¨¦picas de lucha contra el cambio clim¨¢tico
¡°Profe, nosotras queremos volver este a?o a la Mesa Mota y seguir colaborando con el Proyecto Dubini, ?podemos?¡±, preguntaba la alumna Zayra Albelo, al encontrarse en el pasillo del instituto con su anterior profesor de Matem¨¢ticas y haber recibido el aviso en la plataforma web.
¡±?Acaso lo dudas? Ustedes son el proyecto, lo hablamos con Beatriz [Acosta] la vice [vicedirectora] y adelante¡±, le responde Juan Francisco Falc¨®n Le¨®n, profesor del Instituto de Educaci¨®n Secundaria San Benito de San Crist¨®bal de La Laguna, en Santa Cruz de Tenerife.
En esos momentos no cursaban una materia de Matem¨¢ticas, ¡°se hab¨ªan ido a letras¡±, como dec¨ªan ellas. Sin embargo, quer¨ªan seguir formando parte del proyecto; de ¡°algo grande¡± que para ellas era valioso.
Yo quiero aprobar Mates. El Proyecto Dubini
Juan Francisco Falc¨®n evoca el primer d¨ªa de clase, de un a?o atr¨¢s, cuando presentaba el proyecto por primera vez al grupo de Matem¨¢ticas Orientadas a las Ense?anzas Aplicadas de cuarto de la ESO. ¡°Hablaba con pasi¨®n de grandes retos, de c¨®mo hacer actividades juntos, cuidar la naturaleza, hacer que nuestra voz se escuchara, luchar contra el cambio clim¨¢tico, ser ejemplo para otros muchos¡ Hasta que nuestra a?orada alumna Betsaida Rodr¨ªguez levant¨® la mano y dijo: ¡®Profe, todo eso est¨¢ muy bien. Pero de qu¨¦ sirve hacer tantas cosas, si los dem¨¢s no hacen nada ?Acaso nosotros solos vamos a lograr cambiar algo?¡¯ Fue la mejor pregunta que me hab¨ªan hecho en mucho tiempo¡±, explica Falc¨®n
La intervenci¨®n de esta alumna le brindaba la ocasi¨®n de responder con convicci¨®n. ¡°Tienes raz¨®n, solos no podemos cambiar nada, pero la idea es empezar poco a poco y, si realmente creemos en ello, otros muchos se unir¨¢n. El entusiasmo es algo que se propaga muy r¨¢pido¡±, le respondi¨®.
Como profesor de Matem¨¢ticas, estaba pensando en dise?ar una secuencia de aprendizaje sustentada en la resoluci¨®n de problemas y ambientada en una serie de aventuras ¨¦picas de lucha contra el cambio clim¨¢tico. Ser¨ªa una nueva Aventura matem¨¢tica en la que ya ten¨ªa experiencia de anteriores proyectos.
Juan Francisco Falc¨®n consigue vincular los aprendizajes curriculares de matem¨¢ticas con un proyecto aprendizaje-servicio de lucha contra el cambio clim¨¢tico, mediante la utilizaci¨®n del conocimiento, la l¨®gica y el ingenio necesarios para prosperar en un Escape Room audiovisual, alojado en una de las p¨¢ginas de su blog de Matem¨¢ticas Yo quiero aprobar Mates. Dise?a, entonces, una aventura ambientada en el futuro, con una m¨¢quina del tiempo que permite viajar al pasado (nuestro presente) para cambiarlo, promoviendo h¨¢bitos sostenibles y salvar el planeta. Una m¨¢quina que funciona con biocombustibles creados con microalgas por la cient¨ªfica Alexandra Dubini.
Una aventura secuenciada en 14 bloques de informaci¨®n ¡ªepisodios¡ª, agrupados en cinco misiones. Cada episodio se soporta en un v¨ªdeo con descripciones de sucesos e incidentes y referencias a las contribuciones de cient¨ªficos y matem¨¢ticos de renombre que sirven de marco para la resoluci¨®n de un problema acorde con la programaci¨®n curricular (combinatoria y probabilidad, n¨²meros reales, ¨¢lgebra, funciones y geometr¨ªa). En lo posible, acuden a mujeres cient¨ªficas relevantes, dando valor a su encomiable y dificultada labor en la ciencia.
La acertada resoluci¨®n de cada problema permite avanzar en el proyecto y acceder, misi¨®n tras misi¨®n, a un reto clim¨¢tico, que presenta en v¨ªdeo la doctora Dubini. Una valiosa y oportuna manera de potenciar el valor formativo de una secuencia de aprendizaje.
La transcripci¨®n del anterior v¨ªdeo (Episodio 12.- El cometa Halley) nos puede ayudar a comprender mejor este proceso: ¡°Edmund Halley era un cient¨ªfico (¡) al que le ten¨ªa intrigado un cometa de trayectoria el¨ªptica del que no era capaz de definir cada cu¨¢nto tiempo ser¨ªa visible desde la tierra. Cierto d¨ªa busc¨® ayuda en el gran f¨ªsico, Isaac Newton. Tras muchas deliberaciones, Newton realiz¨® un sinf¨ªn de c¨¢lculos que lograron dar en el clavo. El n¨²mero de a?os coincide con la mayor de las antiim¨¢genes del valor y = 10 de la funci¨®n parab¨®lica f(x) = x2 - 75x + 10, dos cifras que cierran el cuarto c¨®digo de la doctora Dubini. A cambio Halley ayud¨® a pagar la publicaci¨®n de aquellos c¨¢lculos, lo que hoy conocemos como el principio de Newton ?Te han ayudado a ti tambi¨¦n?¡±
Con la resoluci¨®n de cada situaci¨®n matem¨¢tica, se obtienen c¨®digos que, puestos en orden y unidos, se trasladan a un formulario virtual encriptado. Al escribir la secuencia correcta en el formulario (para acceder a un reto clim¨¢tico, en este caso podr¨ªa ser el n¨²mero cinco de limpieza de las playas, la secuencia ser¨ªa: @@@146) y pinchar en enviar, se accede a la direcci¨®n del v¨ªdeo, en el que la doctora Dubini presenta el nuevo reto clim¨¢tico. Su ejecuci¨®n colectiva contribuye siempre a familiarizarse con acciones de lucha contra el cambio clim¨¢tico.
Para resolver, por ejemplo, los tres episodios que conforman la primera misi¨®n del proyecto, relacionados con la combinatoria y probabilidad, se trabajan en clase previamente los conceptos matem¨¢ticos correspondientes y como colof¨®n, durante unos 30 minutos por episodio, se aborda individual y colectivamente la resoluci¨®n del problema visionado. En general, el tiempo dedicado a resolver los tres episodios y destapar el reto de la misi¨®n nunca supera los 90 minutos. En ese tiempo se gana en motivaci¨®n, y se promueven valores de compromiso medioambiental, trabajo en equipo, respeto, igualdad y pr¨¢ctica en colaboraci¨®n.
Los v¨ªdeos con las cuestiones matem¨¢ticas para resolver se proyectan en el aula y se abordan en grupos cooperativos (de tres estudiantes) que cuentan con unos cinco minutos de tiempo. A continuaci¨®n, se realiza una puesta en com¨²n en la que se fomentan enfoques de soluci¨®n diferentes. En el caso de conseguir crear el c¨®digo completo, con todas las soluciones, se sube al formulario y se termina proyectando el reto clim¨¢tico correspondiente.
#Cambio es el nombre de un videoclip creado por los estudiantes, como una de las misiones del proyecto; pas¨® a convertirse en la producci¨®n audiovisual que lo identifica. La letra fue escrita por 60 estudiantes de tres centros diferentes de San Crist¨®bal de La Laguna (Colegio Salesiano San Juan Bosco, IES San Benito y el IES Padre Anchieta). Cada estudiante aportaba una d¨¦cima espinela (la forma estr¨®fica acordada como patr¨®n) con cuyos versos convenientemente ensamblados forjaron la creaci¨®n final.
Somos muchos los que trabajamos juntos
El Proyecto Dubini es una tarea colectiva, resultado de la implicaci¨®n de muchos profesionales. M¨¢s all¨¢ de los mencionados, la profesora de Matem¨¢ticas M¨¦rari Afonso Socas, del Colegio San Juan Bosco de Tenerife, es otra genuina impulsora de este proyecto. En la puesta en pr¨¢ctica de esta iniciativa pedag¨®gica han participado 292 estudiantes y 11 docentes de siete centros educativos, de seis pa¨ªses (Espa?a, Italia, Chile, India, T¨²nez y Senegal).
En el tiempo de pandemia aprendieron a conectarse por videoconferencia, compartiendo preocupaciones y experiencias. Ahora conectan con estudiantes y profesores de centros extranjeros interesados en la lucha contra el cambio clim¨¢tico como Jeny Allemand, profesora de espa?ol en el Lyc¨¦e Francais International de Nueva Delhi, que comenta c¨®mo en su centro utilizan purificadores de aire en las clases para mitigar la contaminaci¨®n; con Michel Diagn¨¦, el director del Complexe ?ducatif Ker Don Bosco de Dakar (Senegal), que informa del aumento de la poblaci¨®n en Dakar por el avance del Desierto del S¨¢hara y la escasez de lluvia; con los profesores V¨ªctor Maulen en Santiago de Chile, Laura Parente del Liceo A. Meucci en Aprilia (Italia) y Fathia Arfaoui del centro educativo Les ?coles Ideales de T¨²nez.
Comentario a comentario y usando una aplicaci¨®n de mensajer¨ªa, los estudiantes han seguido contagi¨¢ndose su inter¨¦s por el medio ambiente; se han unido en una causa com¨²n y, al tiempo, han colaborado en el estudio del castellano.
El reto clim¨¢tico de la Mesa Mota
En marzo de 2023, como consecuencia de la acertada resoluci¨®n de una serie problemas matem¨¢ticos, un grupo de estudiantes del IES San Benito, emprenden una misi¨®n. Realizan una marcha a pie hasta el vecino paraje natural de la Mesa Mota. Les acompa?an Ana Garc¨ªa y otros voluntarios del Grupo Monta?ero de Tenerife. Se trata de cumplir con el reto clim¨¢tico ¡ªas¨ª lo llaman¡ª de celebrar en toda su plenitud el D¨ªa del ?rbol. Colaborar¨¢n en las labores de reforestaci¨®n con estudiantes de otros centros educativos de Tenerife.
Son 60 los estudiantes del Instituto San Benito que participan en este recorrido. Cursan segundo de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO) y primero del Programa de Mejora del Aprendizaje y del Rendimiento (PMAR). A ellos se unen las alumnas Iris Gonz¨¢lez, Iria Mesa y Zayra Albelo; las protagonistas del di¨¢logo inicial de este relato.
Estas alumnas, ahora de Bachillerato, asist¨ªan el curso anterior a la materia de Matem¨¢ticas Orientadas a las Ense?anzas Aplicadas. Junto al resto de sus compa?eros, fueron pioneras en el desarrollo del Proyecto Dubini, iniciativa curricular que hace referencia, en su denominaci¨®n, a la bi¨®loga molecular Alexandra Dubini, ¡°involucrada en numerosas acciones divulgativas para la defensa de las mujeres en la ciencia y la lucha contra el cambio clim¨¢tico¡±.
La subida al paraje de la Mesa Mota transita por un sendero de m¨¢s de una hora y media. A lo largo del camino, Ana Garc¨ªa y Miguel Gonz¨¢lez del Grupo Monta?ero de Tenerife les van informando sobre el relieve, la fauna y la flora del lugar, las tradiciones y leyendas de los caminos.
Al llegar a la Zona de Custodia del Grupo Monta?ero, Ana Garc¨ªa se les acerca y pregunta: ¡°Mira Juanfra, ?sabes qu¨¦ ¨¢rbol es ¨¦se?¡±, mirando de reojo a las tres alumnas de Bachillerato. Zayra Albelo responde, dando muestras de un cierto orgullo, responde: ¡°Este es el lugar donde plantamos, hace un a?o, nuestro ¨¢rbol del Proyecto Dubini¡±. Se detienen, entonces, a contemplar un arbusto de unos 70 cent¨ªmetros de alto, de cuyas ramas, finas a¨²n, se encuentran repletas de hojas. Iris Mesa con una amplia sonrisa afirma asombrada: ¡°Nuestro proyecto crece y da frutos¡±. A continuaci¨®n, se hicieron una foto junto al arbusto; ¡°lo importante hab¨ªa que compartirlo en las redes¡±, apostillan.
En estos momentos nuestra rememorada estudiante Betsaida Rodr¨ªguez (sirva esta menci¨®n de recuerdo a esta antigua alumna, fallecida recientemente y que tanto se involucr¨® en el Proyecto Dubini) tomaba conciencia de que el cambio clim¨¢tico no era un documental de YouTube o una noticia de televisi¨®n, era una realidad global que afectaba a estudiantes como ella, con otro huso horario y otra localizaci¨®n. ¡°El proyecto hab¨ªa encendido una luz, una conexi¨®n poderosa entre estudiantes para creer que un cambio es posible: la empat¨ªa¡±, a?ade Juan Francisco Le¨®n.
El camino hasta la Mesa Mota contin¨²a y llegan a la cumbre, se reagrupan en el punto de encuentro donde esperaban los responsables de la Oficina de la Participaci¨®n y el Voluntariado Ambientales del Cabildo de Tenerife. Los estudiantes del ciclo de jardiner¨ªa de Formaci¨®n Profesional del IES El Sobradillo, les explican c¨®mo reforestar. Lo ponen en pr¨¢ctica, en peque?os grupos, con m¨¢s de 50 plantas aut¨®ctonas.
Al finalizar, les esperaba con una gran sonrisa Jos¨¦ Luis Hern¨¢ndez, el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Laguna. Un viejo conocido de estos estudiantes, con los que hab¨ªa mantenido acalorados debates sobre las iniciativas conservacionistas del Ayuntamiento y quien manifiesta con complacencia: ¡°Estoy encantado con el Proyecto Dubini¡±.
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