Los nuevos profesores de universidad recibir¨¢n un curso inicial para aprender a ense?ar
La ley que prepara el departamento de Subirats obligar¨¢ a los docentes ayudantes doctor a pasar por un programa de metodolog¨ªas. El ministro recuerda que leer la tesis no convierte al investigador en un buen maestro
El ministro de Universidades, Joan Subirats, pretende incluir en el proyecto de la Ley Org¨¢nica para el Sistema Universitario (LOSU) un punto que obligue a los nuevos profesores a formarse como ense?antes, pues en la actualidad imparten clase sin ninguna formaci¨®n pedag¨®gica, a diferencia de los profesores de colegio o instituto. Ser¨¢n los ayudantes doctores ¨Del primer paso en la carrera como profesor universitario¨D quienes cursen el programa en metodolog¨ªas docentes, pero la LOSU no va a detallar su extensi¨®n o modalidad (presencial, a distancia o h¨ªbrida). Su formato se discutir¨¢ con los rectores y las comunidades aut¨®nomas. Este mi¨¦rcoles Subirats ha anunciado este cambio en el proyecto de ley en la Comisi¨®n de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades en el Congreso de los Diputados, a la que acude por primera vez.
Los ayudantes recibir¨¢n el curso el primer a?o. El convenio laboral de estos nuevos doctores ¡ªseg¨²n la LOSU, que cambia las condiciones de figura contractual¡ª ser¨¢ por seis a?os e impartir¨¢n ¡°un m¨¢ximo de 180 horas por curso acad¨¦mico, de forma que resulte compatible con el desarrollo de tareas de investigaci¨®n para atender a los requerimientos para su futura acreditaci¨®n [como profesor titular]¡±. En la actualidad, la docencia quita a estos recientes doctorados mucho tiempo ¨Dlos funcionarios se centran en la investigaci¨®n, pues son estos m¨¦ritos los que les permiten seguir progresando en su carrera¨D y tienen que hacer un gran esfuerzo para sacar horas para hacer ciencia, criterio imprescindible para pasar la criba de la agencia de evaluaci¨®n ANECA y ser profesores permanentes (titulares o catedr¨¢ticos). Adem¨¢s, a los tres a?os en el puesto, los contratados doctores tendr¨¢n que pasar una evaluaci¨®n del desempe?o de su actividad docente e investigadora.
La idea parte del ministro, que ha recordado a la prensa c¨®mo en 1974, a los pocos d¨ªas de empezar a ser profesor, tuvo que hablar ¡°sobre teor¨ªa pol¨ªtica de San Agust¨ªn sin que nadie me hubiese explicado en qu¨¦ consist¨ªa dar clase¡±. Subirats pretende que se usen las unidades de innovaci¨®n docente que ya tienen las universidades y conf¨ªa en llegar a un acuerdo con los gobiernos auton¨®micos y la conferencia de rectores para la configuraci¨®n de los cursos. ¡°Sin pretender que sea una carga para ning¨²n docente¡±, ha recalcado el ministro, ¡°en pleno siglo XXI, con la de cambios tecnol¨®gicos que ha habido, creo que la formaci¨®n inicial es necesaria¡±.
Algunas universidades (existen 89 en Espa?a, 50 de ellas p¨²blicas) imparten cursos de formaci¨®n, pero no son obligatorios y los cursan una minor¨ªa. Por ejemplo, desde hace 15 a?os, la Aut¨®noma de Madrid oferta 25 plazas gratuitas para que sus profesores cursen un t¨ªtulo de experto en metodolog¨ªa docente universitaria. Tambi¨¦n lo ofrece la Universidad de La Laguna en Tenerife porque, explican en su web, ¡°cada a?o se viene registrando una importante demanda de formaci¨®n por parte del profesorado¡±. El t¨ªtulo de la Universidad de C¨®rdoba, por su parte, se destina a aquellos que llevan dando clase menos de cinco a?os y se divide en una parte de seminarios y otra de pr¨¢ctica docente con un mentor; y el curso de 100 horas de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Alicante, para los que se inician en la ense?anza, intenta que los docentes adquieran habilidades que son clave: planificaci¨®n, metodolog¨ªa, evaluaci¨®n, motivaci¨®n¡
Cambios forzosos con la pandemia
La pandemia forz¨® a los profesores a mudar la docencia a la Red en apenas un d¨ªa y ante la inquietud de muchos, que nunca hab¨ªan impartido as¨ª clase, las universidades improvisaron cursos de adaptaci¨®n en l¨ªnea. La intenci¨®n de los campus es ofertar m¨¢s t¨ªtulos a distancia, por lo que previsiblemente algunos van a dedicar a esta modalidad parte del curso. ¡°Que los nuevos profesores puedan trabajar en tecnolog¨ªas y en el valor de la presencialidad¡±, ha explicado Subirats.
En una entrevista el pasado enero en este diario Subirats, catedr¨¢tico em¨¦rito en Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, dej¨® entrever sus planes: ¡°Deber¨ªamos intentar conseguir que la universidad no sea una excepci¨®n. En el sentido en que en todos los niveles educativos, el profesor tiene que pasar por cursos de capacidad docente, excepto en la universidad. Si t¨² eres doctor, se da por supuesto que sabes dar clase¡±. Subirats sostiene que, ya la mayor¨ªa de los alumnos pasan por los campus solo cuatro a?os, la mejor forma de defenderles es a trav¨¦s de la docencia.
Los maestros de infantil y primaria son graduados en Educaci¨®n y Magisterio, mientras los profesores de secundaria y bachillerato son graduados y han tenido que aprobar el Certificado de Aptitud Pedag¨®gica (CAP) o, desde 2009, un m¨¢ster en formaci¨®n de profesorado. Adem¨¢s, aunque el sistema pueda ser mejorable, los nuevos funcionarios en los institutos trabajan en pr¨¢cticas el primer a?o y son controlados por un inspector que est¨¢ presente en algunas de las clases. De hecho, hay muchas cr¨ªticas a esta preparaci¨®n y el Ministerio de Educaci¨®n afirma en un documento que quiere que deje de ser ¡°un mero requisito¡± y sea sustituido por un verdadero proceso de ¡°tutorizaci¨®n¡± que permita ¡°aprender en la pr¨¢ctica¡±, aunque de momento no concreta m¨¢s.
Volviendo a la universidad, muchos profesores mayores dan clase y apenas hacen ciencia, porque para progresar no se les oblig¨®. Pero las nuevas hornadas de PDI (Personal Docente Investigador) s¨ª que se ven forzadas a investigar para pasar las distintas cribas de la ANECA y as¨ª ir subiendo en el escalaf¨®n y poder dirigir una tesis o dar clase en determinados m¨¢steres. La universidad se ha centrado tanto en la ciencia que muchos creen que se ha descuidado la docencia. Subirats sostiene que una universidad no puede ser solo una academia que imparte clase o un laboratorio en el que se investiga, sino que hay que llegar a un equilibro. Por eso, la ANECA trabaja en un sexenio ¨Dcomplemento salarial, cada uno de unos 100 euros mensuales¨D que reconozca la labor docente. Esta formaci¨®n docente previa perfila hacia donde van los pasos del ministerio, que insiste en mejorar la docencia.
Si se aprueba la ley, de esta medida se beneficiar¨¢n muchos nuevos docentes, pues el 53,5% del profesorado permanente actual habr¨¢ alcanzado la edad de jubilaci¨®n para el curso 2030-31.
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