Los doctores que ejercen como profesores ayudantes, ante la idea de formarse para ense?ar: ¡°Es un requisito a destiempo¡±
Estos docentes, con una media de 40 a?os, creen que los destinatarios de los cursos de metodolog¨ªa deber¨ªan ser los veintea?eros que trabajan en la tesis
Un investigador doctorando, que a¨²n no ha defendido su tesis, ¡°podr¨¢ colaborar en tareas docentes hasta un m¨¢ximo de 180 horas durante la extensi¨®n del contrato predoctoral¡±, seg¨²n su estatuto aprobado en 2019. Pero lo cierto es que durante a?os muchos han impartido clase en solitario. Es m¨¢s, alguno se ha visto obligado a dise?ar toda la programaci¨®n de una asignatura porque el profesor titular se ha jubilado sin compartir su saber. Por eso, los doctores que ejercen como profesores ayudantes (llamados en las universidades profesores ayudantes doctor) consultados por este peri¨®dico no entienden que el Ministerio de Universidades pretenda que sean los profesionales contratados a trav¨¦s de esta figura ¨Dcon a?os de experiencia a sus espaldas y la tesis le¨ªda¨D quienes reciban una formaci¨®n docente inicial en el primer a?o de contrato, cuando su edad media ronda los 40. Argumentan que es una medida positiva ¨Dla primera novedad del ministro Joan Subirats en el proyecto de la Ley Org¨¢nica del Sistema Universitario (LOSU)¨D, pero tambi¨¦n que deber¨ªan hacer el curso los predoctorales. Estos, sin embargo, no se consideran cuerpo docente, al estar en periodo de formaci¨®n, fundamentalmente como investigadores, no como profesores.
La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades P¨²blicas (CREUP) aplaude, sin embargo, la iniciativa de Subirats. ¡°Es una de las propuestas que llevamos m¨¢s tiempo realizando¡±, aseguran en un tuit. Entre sus propuestas para la LOSU, proponen: ¡°El acceso a los cuerpos docentes universitarios exigir¨¢, adem¨¢s del t¨ªtulo de doctor, la superaci¨®n de un curso de metodolog¨ªas docentes y pedagog¨ªa que deben impartir las universidades y la previa obtenci¨®n de una acreditaci¨®n estatal¡±. Es decir, como el ministerio, pone el foco en los profesores ayudantes doctor, al no existir categor¨ªas laborales por debajo.
El curso no deber¨ªa asociarse a una categor¨ªa laboral, sino al inicio de la docencia
Este curso hay 5.545 profesores con contrato de ayudante doctor (5,4% del total del profesorado, que no incluye a los predoctorales). Uno de ellos es la asturiana Lucila P¨¦rez, de 39 a?os, ayudante doctor de Filolog¨ªa Inglesa en la Universidad de Cantabria. ¡°Lo que falla en el planteamiento es que el curso que se propone no deber¨ªa asociarse a una categor¨ªa laboral ¨Den este caso, ayudante doctor¨D, sino al inicio de la docencia, que para muchos no coincide con el primer contrato de ayudante doctor¡±, sostiene esta apasionada de la ense?anza. Ella es un ejemplo. Ejerce como ayudante, pero lleva 11 a?os en las aulas: tom¨® contacto con metodolog¨ªas docentes en Estados Unidos, hizo en Espa?a el CAP (el antiguo Certificado de Aptitud Pedag¨®gica) de secundaria, se form¨® en el Reino Unido con una beca de su Gobierno, ha hecho unos 10 cursos de formaci¨®n en la Universidad de Cantabria y estudia un m¨¢ster de ense?anza biling¨¹e.
Jos¨¦ Manuel Mu?oz, de 35 a?os y ayudante doctor en la Facultad de Biolog¨ªa de la Universidad de Salamanca, limit¨® su contacto con la docencia durante su etapa predoctoral a apoyar a otros profesores durante las pr¨¢cticas: ¡°Supervisaba a los chicos en el laboratorio¡±, explica, aunque asegura que otros ayudantes de las ¨¢reas de Humanidades y Ciencias Sociales s¨ª daban clases te¨®ricas. El Estatuto del Personal Investigador en Formaci¨®n (EPIF, 2019) no contempla la docencia sin un tutor al lado, pero, en ¨¦pocas de grandes recortes financieros, se ha echado mano de ellos y de falsos asociados ¨Dprofesionales que aportan el valor de su experiencia a la universidad, pero que acaban dedicando muchas m¨¢s horas de lo que dice su contrato¨D para cubrir asignaturas. Mu?oz pas¨® cinco a?os en el Reino Unido con una beca de investigaci¨®n posdoctoral y hace un a?o volvi¨® a su ciudad, Salamanca, como contratado doctor con un sueldo que en muchas comunidades no llega a los 1.500 euros. Pese al salario, ¡°baj¨ªsimo para toda la formaci¨®n que hay detr¨¢s¡±, Mu?oz se siente afortunado porque se suele tardar m¨¢s en lograr estabilidad. El contrato de ayudante doctor es por cinco a?os y la LOSU pretende que sean seis.
Admite que no ha empezado a dar clase hasta hace un a?o, ya como ayudante, pero asegura que tampoco le fue mal; hizo en su d¨ªa un m¨¢ster de profesorado de secundaria ¨D¡°Los que nos dedicamos a la ciencia necesitamos siempre una segunda v¨ªa¡±¨D y estaba acostumbrado a dar seminarios para expertos, muchas veces en ingl¨¦s. En todo caso, a?ade: ¡°La propuesta del ministro [el curso de metodolog¨ªas docentes] me parece bien mientras no sea un problema para acceder a la estabilidad laboral¡±.
Nora Rodr¨ªguez Loro, profesora de la Universidad de Salamanca de 33 a?os ¨Dtras pasar por las universidades de Sevilla, C¨®rdoba y Valencia¨D, rompe la media de edad de los ayudantes doctor. La ganadora del Premio Nacional de Fin Carrera de Filolog¨ªa Francesa, que preside la asociaci¨®n La Facultad Invisible (que re¨²ne a muchos de estos galardonados), cree que el curso es demasiado tarde: ¡°Es un requisito a destiempo, cuando ya has dado muchas clases. Parece que dudan de nuestra profesionalidad. Alguna p¨ªldora se la tendr¨ªan que dar a alg¨²n titular, sobre todo en nuevas tecnolog¨ªas¡±. Lucila P¨¦rez suma a la lista a los profesores asociados: ¡°Son profesionales de diversos sectores que no tienen necesariamente formaci¨®n docente¡±.
Solo 9 de los 100 puntos m¨¢ximos para ser ayudante doctor provienen de la docencia
Rodr¨ªguez Loro recuerda que para los conocidos como FPU ¨Dpredoctorales del programa Formaci¨®n de Profesorado Universitario que dura cuatro a?os¨D ya hay cursos impartidos por las facultades de Educaci¨®n de las universidades, aunque reconoce que son breves (unas 10 horas cada uno) y sin un corpus. La mayor¨ªa de los doctorandos se apuntan porque ¡°da miedo dar clase¡± y, adem¨¢s, se contabiliza como m¨¦rito para acreditarse en la agencia de evaluaci¨®n ANECA para ser profesor ayudante. ¡°Tienes que ir rascando puntos y hay que distinguirse porque est¨¢s compitiendo¡±. Aunque, en realidad, solo 9 de los 100 puntos m¨¢ximos para ser ayudante doctor provienen de la docencia (hasta 180 horas de horas impartidas, formaci¨®n recibida y producci¨®n de material para dar clase). Ella tuvo suerte y el departamento comparti¨® material con ella.
La zaragozana Nuria Aranda, Premio Nacional de Fin Carrera de Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, va a volver de Lyon con 500 horas de docencia como lectora. Est¨¢ acreditada como ayudante doctor, pero, a falta de plazas en ese cuerpo, hizo las maletas hace dos a?os y se march¨® a Francia. No tiene muy clara la necesidad de formaci¨®n. ¡°Hay cosas que con un grupo funcionan y con otro no, se aprende ense?ando¡±, opina. Y cuenta que su llegada a Lyon la desconcert¨®. Pidi¨® a sus compa?eros de departamento la gu¨ªa docente de la asignatura, que marca los objetivos a cumplir, y no exist¨ªa. Libertad de c¨¢tedra llevada al extremo. A Aranda, de 31 a?os, le da mucha rabia seguir dando tumbos para conseguir un puesto fijo de funcionaria. Entiende que muchos compa?eros opten por ser profesores interinos o asociados para no seguir movi¨¦ndose. Ha obtenido una beca Margarita Salas ¨Duna nueva partida del ministerio con fondos europeos para recualificarse¨D y ense?ar¨¢ el pr¨®ximo curso en Verona y el siguiente en la Universidad de Valencia.
A Daniel Tordera, ayudante doctor en el departamento de Qu¨ªmica F¨ªsica de esa universidad valenciana, no le entusiasma la idea de recibir formaci¨®n. Le encanta la docencia y es autodidacta. ¡°Durante el doctorado puedes dar clases¡ y ahora, por ejemplo, hago v¨ªdeos, clase invertida [los alumnos trabajan de forma aut¨®noma con materiales proporcionados por el docente], una scape room [resoluci¨®n de enigmas en un espacio]¡±, enumera. Tordera tiene muy buenas referencias de un curso anual en su universidad, pero prefiere aprender por su cuenta.
La congelaci¨®n de nuevas plazas durante a?os en la universidad p¨²blica ¨Den distintos porcentajes entre 2011 y 2016¨D hace que las edades medias de las figuras laborales sonrojen a cualquier Administraci¨®n: los contratados doctor ¨Del siguiente escal¨®n al de ayudante doctor, plaza fija pero no funcionario¨D cuentan con 48 a?os, los profesores titulares 54 y los catedr¨¢ticos 59. Pero la nueva tasa de reposici¨®n ¨Dpor cada 10 que se retiren se van a hacer funcionarios a 12¨D impuesta por el Gobierno el pasado octubre supone una esperanza de puesto fijo al que se agarran con fuerza Lucila, Jos¨¦ Manuel, Nora, Nuria y Daniel.
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