La Ley de Extranjer¨ªa, un a?o despu¨¦s
La pol¨¦mica Ley de Extranjer¨ªa aprobada por el Partido Popular, que entraba en vigor el el 23 de enero de 2001 pese a las cr¨ªticas de la oposici¨®n y las organizaciones no gubernamentales, cumple hoy un a?o. Una corta vida jalonada por huelgas de hambre, encierros, manifestaciones y recursos de inconstitucionalidad.
Desde su entrada en vigor se ha incrementado el n¨²mero de inmigrantes expulsados de nuestro pa¨ªs. En junio pasado, el Gobierno se vio forzado a abrir un nuevo proceso de regularizaci¨®n y, en agosto del mismo a?o, fue aprobado el Reglamento que desarrolla la controvertida ley. Coincidiendo con su primer aniversario, se ha publicado el 'Balance 2001 de Extranjer¨ªa', seg¨²n el cual 334.882 inmigrantes hab¨ªan regularizado su situaci¨®n en nuestro pa¨ªs hasta el 15 de enero de este a?o
La nueva ley ha dado al Gobierno v¨ªa libre para expulsar a los inmigrantes que se encontraran en Espa?a en situaci¨®n irregular, frente a la anterior, por la que se les comunicaba la obligatoriedad de salir del pa¨ªs y se les impon¨ªa una multa. Adem¨¢s, la norma imped¨ªa a los 'sin papeles' el ejercicio de derechos sociales como la asociaci¨®n, la sindicaci¨®n o la huelga. Esta ¨²ltima cuesti¨®n fue la m¨¢s debatida. Sin embargo, en pleno fragor de las protestas y encierros de inmigrantes, el Defensor del Pueblo no recurri¨® la ley de Extranjer¨ªa. Enrique M¨²gica deso¨ªa as¨ª las 769 peticiones de recurso que le hab¨ªan hecho llegar sindicatos, partidos pol¨ªticos, ONG?s y asociaciones de inmigrantes, vecinos, jueces y fiscales.
Las crecientes protestas sociales y las cr¨ªticas a las regularizaciones 'bajo cuerda' realizadas en algunas comunidades aut¨®nomas forzaron al Gobierno a tomar una decisi¨®n. El 6 de junio, el ministro del Interior, Mariano Rajoy, anunci¨® un nuevo proceso de regularizaci¨®n para los inmigrantes llegados a Espa?a antes del 23 de enero de 2001, bajo los criterios de arraigo y razones humanitarias. De los 180.000 incluidos en este proceso, 122.310 fueron regularizados.
El pasado 1 de agosto entr¨® en vigor el Real Decreto 864/2001 por el que se aprobaba el Reglamento que desarrolla la nueva Ley de Extranjer¨ªa. Sus directrices generales son conseguir m¨¢s rigor en los controles fronterizos y mejorar la coordinaci¨®n entre las Administraciones p¨²blicas encargadas de asuntos relacionados con las migraciones. Tambi¨¦n pretende simplificar los procedimientos administrativos de concesi¨®n de permisos de residencia y de trabajo, y racionalizar los procedimientos sancionadores.
La ¨²ltima medida llevada a cabo por el Gobierno en relaci¨®n con la inmigraci¨®n se refiere al ¨¢mbito laboral. Una resoluci¨®n de 11 de enero de 2002, determina el contingente de trabajadores extranjeros no comunitarios para 2002. Teniendo en cuenta la situaci¨®n nacional del empleo, el Gobierno fija el n¨²mero de ofertas de trabajo, indicando los sectores y actividades profesionales en los que se necesita mano de obra. En concreto, para este a?o, son 10.884 los puestos de car¨¢cter estable y 21.195 los de car¨¢cter temporal (que implican la vuelta al pa¨ªs de origen una vez finalizado el per¨ªodo laboral) ofertados por el Gobierno.
A pesar de la dureza de la ley, el n¨²mero de extranjeros residentes en Espa?a aument¨® en 2001 el 23,81% respecto al a?o anterior, seg¨²n el 'Balance 2001' de la Delegaci¨®n del Gobierno para la Extranjer¨ªa. El informe afirma que en los ¨²ltimos 16 meses han solicitado legalizar su situaci¨®n 615.337 inmigrantes y han sido regularizados 334.882. Sin embargo, muchos no han recibido todav¨ªa la respuesta de la Administraci¨®n y siguen sin papeles, lo que ha motivado cr¨ªticas por parte de la oposici¨®n.
Los motivos que empujan a viajar a Espa?a a decenas de miles de extranjeros cada a?o no difieren en exceso de los que llevaron a otros tantos espa?oles a dejar su pa¨ªs a partir de la d¨¦cada de los 50, ni de cualquiera de los que impulsan la mayor¨ªa de las corrientes migratorias que han atravesado el mundo a lo largo de la historia. En la actualidad, y en lo que a Espa?a se refiere como destino, las causas pol¨ªticas o b¨¦licas han perdido peso cediendo su lugar a las motivaciones econ¨®micas, particularmente en pa¨ªses afectados por crisis, tanto pasajeras como end¨¦micas. En el caso de marroqu¨ªes y ecuatorianos, los colectivos de extranjeros que m¨¢s se han incrementado en los ¨²ltimos meses en territorio espa?ol, los problemas socioecon¨®micos del pa¨ªs de origen convergen con la proximidad del destino (en un caso geogr¨¢fica; en el otro, cultural y ling¨¹¨ªstica).
En cualquier caso, la dureza de la vigente Ley de Extranjer¨ªa no ha servido para neutralizar el 'efecto llamada' que desde el Gobierno del PP se achacaba a la ley anterior. Las cifras demuestran que la necesidad puede m¨¢s que las normas y, por duras que ¨¦stas sean, el hambre empuja a los inmigrantes incluso a jugarse la vida en azarosas traves¨ªas del estrecho que con frecuencia acaban en tragedia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.