La Audiencia de Madrid condena al 'asesino del naipe' a 142 a?os de prisi¨®n
Alfredo Gal¨¢n mat¨® a seis personas e intent¨® acabar con la vida de otras tres en 2003 en la Comunidad de Madrid
El ex militar Alfredo Gal¨¢n Sotillo, de 27 a?os, m¨¢s conocido como el asesino del naipe, ha sido condenado a 142 a?os y tres meses de prisi¨®n como autor de seis asesinatos consumados y otros tres en grado de tentativa cometidos en la Comunidad de Madrid entre el 24 de enero y el 18 de marzo de 2003. El fallo ha sido dado a conocer esta ma?ana por la Audiencia Provincial de Madrid, donde ha sido juzgado. La abogada de Alfredo Gal¨¢n, Helena Echevarri, ha anunciado que recurrir¨¢ la sentencia.
Gal¨¢n deber¨¢ indemnizar a los familiares de los fallecidos y a los supervivientes con casi 16 millones de euros en concepto de da?os morales y lesiones, respectivamente. La decisi¨®n del tribunal no reconoce por la v¨ªa penal la responsabilidad civil subsidiara del Estado solicitada por algunas de las partes ya que, seg¨²n se?ala, el acusado no cometi¨® ninguno de estos cr¨ªmenes "en establecimiento del que el Estado sea titular". Sin embargo, deja la puerta abierta al inicio de un procedimiento contencioso-administrativo en el que dilucidar cuestiones relativas a la introducci¨®n del arma en Espa?a o al estado mental del acusado.
Salir a matar
Alfredo Gal¨¢n es el ¨²ltimo asesino en serie de la Comunidad de Madrid. Su primer crimen lo cometi¨® el 24 de enero de 2003 en el n¨²mero 89 de la calle de Alonso Cano (Chamber¨ª), cuando mat¨® de un tiro en la cabeza al portero de la finca, Juan Francisco Ledesma, de 50 a?os. S¨®lo le vio el hijo de la v¨ªctima, que a sus dos a?os s¨®lo acertaba a decir que a su pap¨¢ le hab¨ªan hecho da?o.
El homicida no reapareci¨® hasta el 5 de febrero, cuando cometi¨® tres cr¨ªmenes. El primero lo perpetr¨® de madrugada en la plaza del Mar, en el barrio de la Alameda de Osuna (Barajas), cuando asesin¨® de un tiro en la cabeza al empleado de limpieza del aeropuerto Juan Carlos Mart¨ªn Estacio, de 28 a?os. Esa misma tarde se dirigi¨® al bar Rojas, en la calle del R¨ªo Alberche, de Alcal¨¢ de Henares, y mat¨® a dos personas: el hijo de la due?a del local, Mikel Jim¨¦nez S¨¢nchez, de 18 a?os, y una mujer que llamaba por tel¨¦fono, Juana Ucl¨¦s L¨®pez, de 57. La due?a del bar, Teresa S¨¢nchez, de 38 a?os, result¨® herida grave.
El asesino no volvi¨® a actuar hasta un mes despu¨¦s. Exactamente el 7 de marzo de ese mismo a?o tirotea a un inmigrante ecuatoriano, Eduardo S. S., de 27 a?os, en la avenida de Vi?uelas, en Tres Cantos. La v¨ªctima recibi¨® un disparo en la cara. El proyectil le entr¨® por el carrillo derecho junto a la nariz y le sali¨® por la parte trasera del cuello. El criminal lo intent¨® despu¨¦s con su novia, Alcidez C., pero se le encasquill¨® el arma.
El ¨²ltimo crimen ocurri¨® el martes 18 de marzo en un camino de Arganda del Rey. El matrimonio formado por George y Doina Magda, ambos de 40 a?os, fue tiroteado en la oscuridad desde unos olivos. Nadie vio al criminal, ya que aprovech¨® las sombras de la noche en un paraje desierto. Huy¨® en su propio veh¨ªculo.
El silencio como respuesta
Gal¨¢n siempre utiliz¨® la misma arma: una pistola Tokarev del calibre 7,62, que se trajo oculta en un televisor de color cuando regres¨® de Bosnia. Gal¨¢n fue cabo primero del Ej¨¦rcito hasta que una discusi¨®n con un superior y supuestos problemas mentales le hicieron abandonarlo. Alfredo Gal¨¢n se entreg¨® la tarde del 3 de julio de 2003 en la comisar¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa de Puertollano (Ciudad Real), su localidad natal. Da un detalle fundamental para que se desplacen all¨ª los investigadores de homicidios: las cartas que arrojaba a sus v¨ªctimas tras ser tiroteadas estaban pintadas en el reverso con un punto azul hecho con un rotulador.
El ahora condenado se neg¨® a responder a las preguntas que se le formulaban a partir de septiembre de 2003. Fue entonces cuando cambi¨® su declaraci¨®n y acus¨® a dos rapados, que les atemorizaban a ¨¦l y a su familia, de cometer los cr¨ªmenes. Durante el juicio que se inici¨® el pasado 7 de febrero en la Sala Decimosexta de la Audiencia Provincial de Madrid, Gal¨¢n no dijo ni una palabra. El fiscal del caso solicit¨® para ¨¦l 151 a?os de c¨¢rcel.
Respecto al hecho de que Gal¨¢n no declarase en el juicio, la sentencia expone que el silencio del acusado se entiende como "corroboraci¨®n de lo que ya est¨¢ probado", y a?ade que "es de sentido com¨²n considerar que la ausencia de palabra equivale a que no hay explicaci¨®n posible" a las declaraciones anteriores realizadas por Gal¨¢n, por lo que ¨¦ste "es culpable".
La resoluci¨®n jur¨ªdica, contra la que cabe interponer recurso de casaci¨®n, explica que "atendiendo al desprecio a la vida humana que la conducta del acusado ha demostrado y la alarma social y desasosiego que los hechos produjeron en su momento" el tribunal acuerda que los beneficios penitenciarios y el conjunto del tiempo para acceder a la libertad condicional se refieran "a la totalidad de las penas impuestas en esta resoluci¨®n y por los hechos enjuiciados, sin perjuicio de que el l¨ªmite m¨¢ximo de cumplimiento efectivo sea de 25 a?os".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.