Cientos de marroqu¨ªes apedrean a la polic¨ªa espa?ola en Melilla
El grave incidente, originado cuando un aduanero marroqu¨ª entr¨® en lado espa?ol persiguiendo a una porteadora, oblig¨® a cerrar un rato la frontera
Nuevo incidente entre fuerzas de seguridad espa?olas y marroqu¨ªes en la frontera melillense de Beni Enzar. Un centenar de marroqu¨ªes apedrearon y lanzaron botellas sobre polic¨ªas y guardias civiles espa?oles este s¨¢bado por la tarde en la frontera melillense de Beni Enzar al tiempo que un grupo trat¨® de entrar corriendo en la ciudad aut¨®noma. Los antidisturbios espa?oles replicaron cerrando apresuradamente la verja fronteriza y dispararon salvas de aviso y pelotas de goma para dispersar a la muchedumbre, entre la que hab¨ªa polic¨ªas y aduaneros marroqu¨ªes.
Un polic¨ªa espa?ol result¨® herido en la frente de una pedrada y tuvo que ser trasladado al hospital comarcal de Melilla, donde le dieron cinco puntos. Otros agentes espa?oles sufrieron heridas de menor consideraci¨®n. Del lado marroqu¨ª hubo tambi¨¦n varios heridos, entre ellos un aduanero que encaj¨® en el pecho una pelota disparada a corta distancia. Fue trasladado al centro hospitalario de Nador, la ciudad colindante con Melilla.
Desde hace meses se han producido m¨²ltiples incidentes en las fronteras de Melilla, el ¨²ltimo la muerte el lunes de una porteadora pisoteada en la entrada de Barrio Chino. Pero el de ayer s¨¢bado es, en dos meses, el tercero de gravedad en el que se ven involucradas las fuerzas de seguridad de ambos pa¨ªses.
El aduanero "estaba tumbado en el suelo junto con cinco o seis porteadores tambi¨¦n noqueados por el impacto de las pelotas de goma" espa?ola, recuerda Yussuf Kadur, presidente de los comerciantes del pol¨ªgono de Melilla que lleg¨® al lugar en el momento de los hechos.
El incidente empez¨®, como otros anteriores, por la persecuci¨®n de una porteadora marroqu¨ª por un aduanero que pretend¨ªa arrebatarle la mercanc¨ªa que quer¨ªa introducir de contrabando. El funcionario penetr¨® cinco o seis metros en territorio espa?ol y entonces le sali¨® al paso un polic¨ªa que le exigi¨® que se marchase porque hab¨ªa entrado en Espa?a.
"Yo forcejeo con ella [la porteadora] donde me da la gana y adem¨¢s Melilla es Marruecos", le respondi¨® enojado el aduanero. El polic¨ªa espa?ol le golpe¨® con su porra para obligarle a que le obedeciese. El funcionario marroqu¨ª denunci¨® entonces a gritos el supuesto atropello que padec¨ªa.
En cuesti¨®n de segundos los j¨®venes que merodean del lado marroqu¨ª de la frontera y mujeres porteadoras que ya hab¨ªan regresado a Marruecos empezaron a recoger piedras y botellas y a lanzarlas del lado espa?ol. Algunos j¨®venes intentaron entrar en Melilla con la aparente intenci¨®n de pegar a los polic¨ªas. "Les sali¨® la vena patri¨®tica", comenta el cineasta melillense Driss Deiback que pasaba por la frontera.
Las fuerzas de seguridad espa?olas cerraron enseguida la verja mientras que los antidisturbios, que desde los asaltos de los subsaharianos est¨¢n permanentemente en alerta, dispararon salvas de aviso y pelotas de goma obligando a la muchedumbre a alejarse de la verja. Cuando la calma volvi¨® a la frontera la reabrieron, pero los marroqu¨ªes la mantuvieron cerrada hasta que las ambulancias se llevaron a los heridos.
Cinco horas despu¨¦s del incidente la Delegaci¨®n del Gobierno en Melilla difundi¨® una nota en la que resta importancia a lo sucedida y asegura que s¨®lo fueron 15 j¨®venes los que atacaron a la polic¨ªa espa?ola.
El primer altercado serio tuvo lugar hace algo m¨¢s dos meses, pero Vicente Goya, el inspector-jefe de la frontera, est¨¢ a¨²n convaleciente del intento de linchamiento que sufri¨® entonces cuando regresaba a pie, junto con los mandos de la Polic¨ªa, de la Guardia Civil y de Hacienda en Melilla, tras celebrar una reuni¨®n con sus hom¨®logos marroqu¨ªes en la sede de la aduana en Beni Enzar.
Un mes despu¨¦s un aduanero marroqu¨ª piso tambi¨¦n suelo espa?ol para arrebatar a una mujer la manta que transportaba. Fue secundado por otros funcionarios marroqu¨ªes que acabaron forcejeando con polic¨ªas espa?oles. Todos llegaron a las manos. El marido espa?ol de la mujer puso una denuncia en Melilla contra la polic¨ªa marroqu¨ª que, seg¨²n ¨¦l, agredi¨® a su esposa en territorio espa?ol.
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