Dos viejos rivales para una final

Mientras M¨ªchel espera que llegue su primer momento de gloria como entrenador, Manolo Jim¨¦nez, que contar¨¢ con sus mejores efectivos pese a las molestias de Kanout¨¦, tiene la ocasi¨®n de enjugar una vieja afrenta. Jim¨¦nez y M¨ªchel fueron compa?eros en la selecci¨®n espa?ola y ambos participaron con ella en el Mundial de Italia 1990. En p¨²blico y en privado, el actual t¨¦cnico del Sevilla nunca dud¨® en referirse a ciertos episodios que tuvieron lugar en aquella competici¨®n, que, seg¨²n el t¨¦cnico andaluz, acabaron por privarle de la titularidad en el lateral izquierdo por la decisiva influencia de los jugadores del Madrid, con M¨ªchel a la cabeza, sobre el entonces seleccionador, Luis Su¨¢rez, en beneficio de Villarroya. Jim¨¦nez, que hab¨ªa jugado de titular toda la fase de clasificaci¨®n y el primer partido, frente a Uruguay, no volvi¨® a alinearse salvo algunos minutos en la despedida frente a Yugoslavia. El otro futbolista que presuntamente perdi¨® la titularidad por la influencia de M¨ªchel y sus compa?eros fue Quique, el entrenador de otro de los semifinalistas, el Atl¨¦tico.

El fantasma de Juande Ramos (dos Copas de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y otra de Espa?a) atosiga a Jim¨¦nez mientras a M¨ªchel tampoco se lo dejaron f¨¢cil sus antecesores en el banquillo. Con la excepci¨®n de V¨ªctor Mu?oz y su estilo ultraconservador, que estuvo a punto de mandar a Segunda a un equipo construido para manejar el bal¨®n, el resto de los preparadores que han pasado por el Getafe han dejado muy alto el list¨®n. Quique mantuvo al club en su estreno en Primera sin sobresaltos, Bernd Schuster le llev¨® a su primera final copera y Michael Laudrup enamor¨® al personal con un f¨²tbol que, por momentos, roz¨® la excelencia y cautiv¨® a media Europa por la tr¨¢gica manera de caer ante el Bayern y de regalar una semana despu¨¦s la segunda final de Copa. Por ahora, M¨ªchel ha logrado el r¨¦cord de puntos en la primera vuelta liguera (30) e igualado las tres victorias seguidas de Schuster y Laudrup en el campeonato, un dato intrascendente de no ser porque el curso pasado el equipo no fue capaz de enlazar dos triunfos. "Es bueno recordar de d¨®nde venimos y ad¨®nde queremos llegar. Si no manejamos nuestros c¨®digos, podemos despistarnos, pero, si seguimos en esta l¨ªnea, s¨®lidos con independencia de qui¨¦n juegue, no descarto nada a partir de marzo", asevera el responsable del Getafe.