"Querido abuelo, vamos a enterrarte con la abuela, tu esposa"
Las familias de 15 presos que murieron de hambre en una c¨¢rcel franquista reciben sus restos en un emotivo acto en el Ateneo
"Querido abuelo: gracias por ser como fuiste. Yo quisiera ser como t¨². Te llevamos con la abuela, tu esposa", anunci¨®, emocionado, el nieto de uno de los hombres que falleci¨® en el penal franquista de Valdenoceda (Burgos), Alfonso de la Morena Prado, al recoger un peque?o f¨¦retro cubierto con la bandera republicana, con sus restos.
Ha ocurrido en el Ateneo de Madrid este s¨¢bado por la ma?ana, lleno hasta la bandera de familias enteras que lloraban de emoci¨®n al celebrar algo que otras muchas llevan a?os intentando y pocas han conseguido: recuperar los restos de sus seres queridos desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo para enterrarlos con sus esposas y madres.
As¨ª fueron subiendo a por su peque?o ata¨²d hasta 15 familias de presos, que tras recoger los restos, corr¨ªan a abrazarse al hombre cuya cabezoner¨ªa ha permitido celebrar el acto de hoy, Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez, nieto de una de las v¨ªctimas, que en 1997 comenz¨® a investigar el paradero de su abuelo para cumplir el deseo de su padre y dio con el solar donde yac¨ªan, en Valdenoceda, 153 presos a los que hab¨ªan dejado morir de hambre y fr¨ªo. "La primera vez que habl¨¦ de exhumaci¨®n me dijeron que estaba loco", ha recordado esta ma?ana. "Me enorgullece que hayamos quitado la etiqueta de desaparecidos a 15 personas". Gonz¨¢lez fund¨® una asociaci¨®n y comenz¨® a buscar a familiares. En 2007 arrancaron los trabajos de exhumaci¨®n, que recuperaron los restos de 114 presos y empezaron a buscar a sus descendientes. Los 15 f¨¦retros entregados hoy corresponden a los cuerpos que han podido ser identificados al cotejar los restos con los de sus familiares.
Al acto ha asistido uno de los pocos supervivientes de aquel penal, Isaac Arenal, que llor¨® emocionado al entregar a sus familias los restos de alguno de sus compa?eros. "Aquello era una prisi¨®n de exterminio, donde mandaban a los presos a morir. Recuerdo cuando trajeron a los compa?eros de las brigadas internacionales, unos 15 y los colocaron en fila, desnudos, en el patio..."
En este caso, a diferencia de la mayor¨ªa de las fosas del franquismo, junto a los restos humanos no han aparecido balas o casquillos, porque en Valdenoceda los asesinos no mataron, dejaron morir a sus v¨ªctimas. Los responsables de la prisi¨®n obligaron a los presos a enterrar a sus compa?eros. El antrop¨®logo forense Luis R¨ªos explic¨® que lo hicieron en cajas y con sus escasas pertenencias: un l¨¢piz, una goma de borrar, un anillo... a un metro de profundidad y en un solar fuera del cementerio del pueblo. Cuando en 1989 la parroquia del pueblo adquiri¨® el solar para ampliar el cementerio, al menos 39 de los 153 reclusos que hab¨ªan sido inhumados en este terreno fueron sepultados por nuevos enterramientos. La Agrupaci¨®n de Familiares y Amigos de Fallecidos en el Penal de Valdenoceda negocia ahora con los familiares de esos fallecidos para tratar de rescatar los restos de los 39 presos.
De hecho, aunque este s¨¢bado se hayan entregado los restos de 15 personas, en realidad han sido identificados gen¨¦ticamente 16. Pero la familia de David Ruiz no ha podido recibir sus restos porque una sepultura posterior ha impedido recuperarlos completamente. Tambi¨¦n se ha identificado con estudios antropol¨®gicos a otros diez reclusos, sin descendientes conocidos.
Durante el acto se han mostrado algunos dibujos de Ernesto Sempere, un preso que sobrevivi¨® al penal y falleci¨® en 2007, justo antes de que empezaran los trabajos de exhumaci¨®n. En sus memorias escribi¨®: "Mis mejores sue?os eran siempre con pan. So?aba con pan. ?Cu¨¢nta hambre puede tener una persona para que sus mejores sue?os sean un simple trozo de pan?".
Hubo agradecimientos para el Gobierno central, que ha concedido dos subvenciones para la exhumaci¨®n y los an¨¢lisis de ADN; para el alcalde de la localidad, ?ngel Arce, muy implicado en los trabajos; y para los ayuntamientos de los lugares de procedencia de las v¨ªctimas (Arratxu, en Vizcaya, Campillo de Llerena, en Badajoz, Alcolea de Calatrava, en Ciudad Real y Alcal¨¢ la Real, en Ja¨¦n) que les ayudaron econ¨®micamente. Tambi¨¦n, un recuerdo constante al juez Baltasar Garz¨®n, que quiso investigar los cr¨ªmenes del franquismo: "Este es un acto de homenaje al pasado, y tambi¨¦n de cr¨ªtica al presente", ha declarado el presidente del Ateneo, Carlos Par¨ªs. "Porque todav¨ªa, ante el intento de hacer justicia a la historia, hay fuerzas que se oponen a ello, como muestra la persecuci¨®n del juez Garz¨®n. Espa?a todav¨ªa no se ha liberado de la mentalidad que el franquismo pertrech¨®".
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