Diez vigilantes iban a entrar de servicio en la estaci¨®n siete minutos despu¨¦s del accidente
Su objetivo era controlar las avalanchas que se producen en la noche de San Juan
Diez vigilantes de RENFE iban a entrar en servicio en la estaci¨®n de Casteldefells Playa apenas siete minutos despu¨¦s de que se produjera el accidente que por el momento ha causado la muerte a 12 personas. La misi¨®n de este equipo de seguridad, que entraba a trabajar a las 23.30, era controlar la avalancha de ciudadanos que suele producirse todos los a?os en ese punto tras la celebraci¨®n de la noche de San Juan. El ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, que ya se encuentra en la localidad barcelonesa, ha manifestado a su llegada que la estaci¨®n cumple con la normativa de seguridad vigente. "Todo parece indicar -ha afirmado Blanco- que este accidente se ha cometido por imprudencia saltando a las v¨ªas del tren sin pasar por el paso, algo prohibido".
"Sabemos lo que ocurre todos los a?os y ya ten¨ªamos previsto esta operaci¨®n, ya que de madrugada hay mucha gente euf¨®rica o ebria", seg¨²n un directivo del organismo ferroviario. En el momento de producirse la tragedia, en la estaci¨®n hab¨ªa "alg¨²n vigilante" de RENFE y un n¨²mero no concretado de agentes de los Mossos d'Esquadra, con lo que se consideraba que era suficiente.
El paso subterr¨¢neo (v¨ªdeo) por el que las v¨ªctimas que deber¨ªan haber pasado de un lado a otro de las v¨ªas estaba "perfectamente iluminado" y con los ascensores que suben a los andenes en "perfecto estado de funcionamiento", lo que hace dif¨ªcilmente explicable por qu¨¦ las v¨ªctimas se lanzaron a cruzar los ra¨ªles.
La investigaci¨®n abierta por RENFE ha determinado que el maquinista del tren que arroll¨® a las v¨ªctimas circulaba en ese momento a 139 kil¨®metros por hora, seg¨²n ha determinado la caja negra de la locomotora. En ese punto, el convoy est¨¢ autorizado a rodar a un m¨¢ximo de 150 kil¨®metros. La caja negra tambi¨¦n ha revelado que el conductor realiz¨® al aproximarse a la estaci¨®n las se?ales ac¨²sticas (los pitidos) establecidos por la normativa. Y, adem¨¢s, el maquinista fue sometido despu¨¦s del accidente a una prueba de t¨®xicos que arroj¨® resultado negativo: "dio cero en todo", afirma un directivo.
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