"Diego fue un h¨¦roe. Antes de morir salv¨® a su novia"

La tragedia ferroviaria de Castelldefels (Barcelona) ya tiene nombres y apellidos. Los familiares de las v¨ªctimas pasaron el viernes el peor trago desde que, en la noche de San Juan, un tren Alaris seg¨® la vida de 13 personas, j¨®venes de origen latino que acud¨ªan a un concierto en la playa de Rub¨¦n El Rey -un cantante ecuatoriano que combina hip-hop, merengue y reguet¨®n. Nueve de las familias se sacudieron al fin, d¨ªa y medio despu¨¦s del desastre, la angustia de no saber con certeza si uno de los suyos estaba entre los fallecidos. Las autoridades confirmaron lo que ya sospechaban.

La Ciudad de la Justicia de Barcelona acogi¨® por segundo d¨ªa el desfile de familiares que, arropados por psic¨®logos y especialistas, deambularon entre el Instituto de Medicina Legal y una sala en la que aguardaban con paciencia noticias de sus seres queridos. "Est¨¢n tranquilos para la que se les viene encima. Lo peor est¨¢ por llegar. Trabajamos para que asuman lo ocurrido", explic¨® por la ma?ana Mercedes Val, una de las responsables de las actuaciones del Sistema de Emergencias M¨¦dicas. "Est¨¢n bastante enteros, es sorprendente c¨®mo lo est¨¢n llevando", subray¨®.

Las l¨¢grimas de las madres, sin embargo, revelaban que hab¨ªa llegado a sus manos la lista de fallecidos. Los familiares hab¨ªan aportado a los forenses descripciones precisas y fotograf¨ªas que facilitaron el trabajo de identificaci¨®n. Alrededor del instituto anat¨®mico-forense, una mole gris con ventanas estrechas, algunos familiares se desahogaron explicando su historia.

"Solo llevaba seis meses aqu¨ª. Hab¨ªa estado luchando durante diez a?os para venir", explic¨® Silvia, la madre de Diego Fernando Chamorro Pinchao (Ecuador, 1986), uno de los 13 fallecidos en el accidente. "Su hermano y su primo iban con ¨¦l cuando cruz¨® las v¨ªas", a?adi¨®. Diego Fernando viv¨ªa en el barrio barcelon¨¦s de Trinitat Vella, estudiaba catal¨¢n y buscaba empleo. "Su sue?o era trabajar de inform¨¢tico, que es lo que hab¨ªa estudiado en Quito. Era algo t¨ªmido", a?adi¨® su hermano Javier, de 19 a?os, que s¨ª logr¨® cruzar la v¨ªa. Cuando se dio la vuelta, Diego Fernando hab¨ªa sido arrollado por el tren Alaris.

De los 13 muertos, nueve han sido ya identificados por el extenso equipo de forenses y polic¨ªas cient¨ªficos que llevan 30 horas trabajando. Los muertos son cinco ecuatorianos, dos bolivianos y dos colombianos. El Departamento de Justicia de la Generalitat facilit¨® ayer las identidades de nueve de ellos. En uno de los casos, la familia no autoriz¨® que se hiciera p¨²blica esa informaci¨®n. En otros dos, el juez de Gav¨¤ que investiga el atropello pidi¨® nuevas pruebas de ADN. A ¨²ltima hora de la noche, la Generalitat confirm¨® otros dos casos, de modo que solo quedan dos cad¨¢veres por identificar. Uno de ellos entra?a especiales problemas por su estado de descomposici¨®n. "Costar¨¢ mucho", dijo la consejera de Justicia, Montserrat Tura.

Representantes de consulados y asociaciones de inmigrantes sudamericanos pasaron el d¨ªa en la Ciudad de la Justicia para apoyar y dar consuelo a sus compatriotas. Como la madre de Jes¨²s David Parada Ayala (Bolivia, 1991), un joven de la regi¨®n de Santa Cruz que viv¨ªa desde hac¨ªa a?os con su familia en Sabadell. El grupo de amigos con el que hab¨ªa viajado a Castelldefels no logr¨® contactar con ¨¦l tras el siniestro y as¨ª se lo dijo a la madre, que desde el principio se hizo a la idea de que su hijo estaba entre los muertos. La familia ha decidido que sea enterrado en Barcelona.

Las ceremonias f¨²nebres, sin embargo, tendr¨¢n que esperar. "No estamos en condiciones de entregar los restos a las familias. Hasta que la ¨²ltima muestra biol¨®gica no est¨¦ en las bolsas, no lo haremos", dijo Tura, quien repiti¨® que la espera puede ser larga: d¨ªas e incluso semanas.

Mientras la madre de Jes¨²s David lloraba por su hijo, los amigos a?oraban a otro joven boliviano, Diego Erwin Guti¨¦rrez Algara?ar (Bolivia, 1992). "Era el m¨¢s alegre de todos, siempre estaba de buen humor", destac¨® su amigo Kiny. "Fue un h¨¦roe porque antes de ser arrollado por el tren consigui¨® subir al and¨¦n a su novia Patricia y salvarla". La joven est¨¢ ingresada en el Hospital Cl¨ªnico de Barcelona. Kiny tambi¨¦n cruz¨® las v¨ªas la noche de San Juan. Despu¨¦s del accidente fue a buscar a Diego Erwin pero no lo encontr¨®. Solo vio cuerpos descompuestos. "Hab¨ªa una chica partida por la mitad y una cabeza suelta. Patricia repet¨ªa: '?D¨®nde est¨¢ mi Diego?". El joven hab¨ªa acabado un ciclo formativo de administraci¨®n y viv¨ªa en el barrio barcelon¨¦s de Les Corts.

Silvia Pinchao, Kiny y otros amigos y familiares no solo lloraban a sus muertos. Tambi¨¦n denunciaron que en la estaci¨®n no hab¨ªa suficientes medidas de seguridad. "Quiero que se haga justicia. Mi hijo pas¨® por las v¨ªas porque no sab¨ªa que hab¨ªa un paso subterr¨¢neo", dijo Silvia. Una tesis que Kiny ratific¨®: "No se pod¨ªa pasar porque estaba todo abarrotado. No ven¨ªa ning¨²n tren y pasamos, no fue por capricho. El tren no llevaba luces, no las vimos", insisti¨®.

Los familiares est¨¢n molestos porque los responsables pol¨ªticos explicaran, al d¨ªa siguiente de la tragedia, que todo hab¨ªa sido culpa de una imprudencia de los j¨®venes al cruzar por las v¨ªas del tren. Algunos s¨ª admiten que ese comportamiento fue temerario. Pero otros, movidos por el dolor ante la p¨¦rdida de un ser querido, insisten en criticar la presunta falta de medidas de seguridad. Como Carolina Simba?a, prima del fallecido Diego Chamorro, que ayer por la ma?ana romp¨ªa a llorar: "Es muy traum¨¢tico. No hab¨ªa luz ni vigilantes. No se ve¨ªa nada. Si hubiese visto la luz del tren, yo no habr¨ªa cruzado. Se dicen muchas mentiras y no es justo. Quiero una respuesta. Me siento culpable porque no pude hacer nada por ayudar a los dem¨¢s. Es muy traum¨¢tico", dijo la joven.

Con la confirmaci¨®n de nueve de las v¨ªctimas mortales, las familias afrontan ahora el proceso de duelo. No est¨¢n solas. Cuentan con ayuda psicol¨®gica y con el apoyo de sus compatriotas, que han organizado para hoy un acto de solidaridad en Barcelona.

Con informaci¨®n de Helena Belmonte, Camilo S. Baquero y J. ?. Monta?¨¦s.