Zapatero pide esfuerzos y defiende el Estatuto de Catalu?a
El presidente hace un discurso del sacrificio, dejando de lado su habitual tendencia a los anuncios de medidas populistas
"Podemos negarnos a acometer esta modernizaci¨®n y correr el riesgo de languidecer, de quedarnos descolgados, o podemos afrontar la necesidad de los cambios, aunque nos cueste esfuerzos". Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha concluido la intervenci¨®n inicial de su quinto debate del estado de la naci¨®n como presidente del Gobierno con un llamamiento al esfuerzo colectivo para culminar las reformas estructurales necesarias.
Ha sido el discurso del sacrificio, dejando de lado su habitual tendencia a los anuncios de medidas populistas y a los pron¨®sticos optimistas. Ha dicho que "ha sido un a?o negro y dif¨ªcil" y ha defendido las reformas en marcha, con menci¨®n expresa a la del sistema financiero que est¨¢ en marcha con acuerdo del PP y, especialmente, ha defendido la necesidad de abordar la modificaci¨®n de las pensiones, con tres objetivos:
"La elevaci¨®n de la edad legal de jubilaci¨®n de forma progresiva, y en un periodo de 12 a?os, desde los 65 a?os de la actualidad hasta los 67, en l¨ªnea con lo que ya han acordado Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Noruega, o Estados Unidos".
"La introducci¨®n de medidas que mejoren el grado de contribuci¨®n del sistema, bien considerando un periodo de carencia m¨¢s amplio para tener derecho a percibir una pensi¨®n, bien ampliando el periodo de c¨¢lculo de las cotizaciones efectuadas con el fin de evitar los perjuicios que hoy padecen los trabajadores, que ven c¨®mo repercuten en su pensi¨®n los despidos que con frecuencia sufren en los ¨²ltimos a?os de su vida laboral".
"Medidas tambi¨¦n relevantes para la sostenibilidad que afectan a la jubilaci¨®n anticipada y a las prejubilaciones, a la acci¨®n protectora de la viudedad y la orfandad en las situaciones m¨¢s vulnerables, la previsi¨®n social complementaria, la integraci¨®n de reg¨ªmenes y colectivos, y la homologaci¨®n de la acci¨®n protectora, entre otras muchas".
Ha defendido tambi¨¦n Zapatero la reforma laboral, sin explicar las razones por las que ha pasado de negarla a impulsarla. Por toda explicaci¨®n de sus cambios de posici¨®n queda este p¨¢rrafo que recuerda la teor¨ªa del mal menor: "Congelamos las pensiones, para no reducirlas. Redujimos los salarios p¨²blicos, para no recortar prestaciones sociales a otros ciudadanos. Limitamos los beneficios farmac¨¦uticos, para evitar las llamadas al copago".
Ha hecho dos gestos fundamentales: uno dirigido a los sindicatos y otro a Catalu?a, especialmente a Jos¨¦ Montilla, presidente de la Generalitat.
"Entre nuestros objetivos no figura el debilitamiento de los cindicatos. Que nadie lo espere. Siguen siendo la mejor representaci¨®n de los trabajadores. Sin ellos, la defensa de los intereses de los trabajadores quedar¨ªa definitivamente debilitada. Y, lo que es m¨¢s inmediato, tienen una posibilidad relevante de colaborar para que la reforma d¨¦ de s¨ª todas sus potencialidades de cambio".
Y a Catalu?a porque ha empezado con el asunto del Estatuto, para anunciar que intentar¨¢ recuperar la parte que el Tribunal Constitucional ha tumbado por razones de forma y para mostrar su respaldo a la reivindicaci¨®n de mayor autogobierno.
Ha defendido la "leg¨ªtima opci¨®n pol¨ªtica de un Gobierno que no recela del autogobierno, sino que lo reconoce, y que no teme la fuerte identidad pol¨ªtica de Catalu?a, sino que la respeta. Evaluar¨¦ la posibilidad de que algunos de los aspectos que han sido declarados inconstitucionales no por razones de fondo, sino del tipo de norma apto para regularlos, puedan ser abordados, como indica el propio tribunal, por el cauce constitucionalmente procedente. Lo har¨¦ en di¨¢logo con la Generalitat de Catalu?a".
Y ha reprochado al PP que impugnara todo el texto, y al Tribunal Constitucional, m¨¢s de pasada, su retraso en la sentencia.
"El Estatuto", a?adi¨®, "debi¨® ser, desde su misma gestaci¨®n, un instrumento de convivencia y no de confrontaci¨®n". "A m¨ª, como a muchos, me hubiera gustado que lo hubiera podido hacer antes [la sentencia]". "El tribunal ha respaldado globalmente la constitucionalidad del Estatuto, frente a la impugnaci¨®n global de los recurrentes".
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