No soy un joven en crisis

No soy un joven en crisis. No tengo estudios m¨¢s all¨¢ del bachillerato. Tengo un buen trabajo y un sueldo digno. Vivo en una casa con jard¨ªn. F¨®rmula: a los 23 me fui de Espa?a.

Llegu¨¦ a Londres hablando apenas alguna palabra de ingl¨¦s, mis conocimientos de la lengua eran la suma de alg¨²n cursillo de academia cuando era un cr¨ªo y un intensivo de un mes por 30 eurillos donde angl¨®fonos se sacaban un t¨ªtulo para ense?ar su idioma en el extranjero; en el colegio siempre di franc¨¦s.

Empez¨¦ recogiendo vasos en un bar de copas, viv¨ªamos seis en una casa y compart¨ªa habitaci¨®n malviviendo como cualquiera malvive en Espa?a con dos carreras en su haber. Luego dej¨¦ el trabajo y estuve seis meses viviendo de un subsidio que cubr¨ªa mi alquiler y con otro de unos 80 euros semanales que te los dan mientras demuestres que est¨¢s buscando trabajo. Me cogieron en una empresa de estudios de mercado para hacer entrevistas telef¨®nicas en espa?ol, el trabajo se me dio bien y me ascendieron. A partir de ese momento mi carrera profesional se encarril¨®.

Veo a mis amigos universitarios de Espa?a con becas Erasmus y con m¨¢sters viviendo como yo viv¨ªa cuando llegu¨¦ hace siete a?os; los trabajos que encuentran est¨¢n mal pagados y muchas veces sujetos por una trama de contratos tipo ahora-te-contrato-ahora-te-echo-ahora-cambio-el-nombre-de-la-empresa-y-volvemos-a-empezar que dejan al currante de turno desnudo ante el sinsentido voraginoso de la reducci¨®n de costes. Los m¨¢s suertudos tienen coche, pareja, un churumbel, la hipoteca y empiezan a sufrir los achaques de fin de mes a d¨ªa 15.

Ahora trabajo en una oficina c¨¦ntrica, en una empresa joven y siento que mis esfuerzos est¨¢n siendo correspondidos. Las condiciones son las normales aqu¨ª: tengo una jornada laboral de 37,5 horas que se traducen en 45 en muchos casos, ocho feriados y 20 d¨ªas de vacaciones. En las tres empresas en las que he trabajado me he cruzado con decenas de personas que al igual que yo han sido promocionadas por sus m¨¦ritos y por el resultado de su trabajo sin importar su background acad¨¦mico, nos han tratado igual que a aquellos que empezaron m¨¢s arriba que nosotros por tener estudios. Mis amigos me dicen que ¨¦so en Espa?a no funciona as¨ª.

Mis amigos de aqu¨ª no entienden que en Espa?a las empresas se deshagan de gente v¨¢lida y muy preparada, como tampoco comprenden que esos se?ores con tanta gomina confundan el valor que tiene alguien capacitado y que conoce el funcionamiento de la empresa con un prescindible gasto m¨¢s a recortar. No s¨¦ si ser¨¢ porque llevo ya un tiempo aqu¨ª pero yo sinceramente tampoco lo entiendo.

?C¨®mo es posible que el gobierno espa?ol no solamente tampoco lo entienda sino que adem¨¢s ampare las pol¨ªticas empresariales de contrataci¨®n que provocan este rid¨ªculo panorama? ?Spain is different!

De momento yo me quedo con estos tipos tan raros que viven en una isla en la que siempre llueve, que conducen por el lado opuesto, que miden en pulgadas y pies, que pesan en onzas y libras, que toman t¨¦ en vez de caf¨¦ pero que te valoran por lo que haces y te brindan la justa oportunidad de demostrar hasta donde puedes llegar.

Uno que no vuelve.