Absuelto de violaci¨®n un hombre que marc¨® a su esposa
El tribunal afirma que el acusado lesion¨® a la mujer para que "sus supuestos amantes viesen las se?ales"
Wenceslao Enr¨ªquez Sol¨®rzano, acusado de violar a su esposa dos veces en la misma noche, ha sido absuelto porque las relaciones fueron consentidas y las lesiones que presentaba la mujer le fueron causadas por el acusado "con la intenci¨®n de que sus supuestos amantes viesen las se?ales que le dejaba" y no como coacci¨®n.
La Secci¨®n Cuarta de la Audiencia de Sevilla rebaja as¨ª la condena desde los 17 a?os y 9 meses que pidi¨® la acusaci¨®n a 4 a?os y 9 meses por delitos de violencia dom¨¦stica habitual, lesiones y quebrantamiento de condena.
La sentencia relata que Wenceslao Enr¨ªquez, desde su llegada a Espa?a, someti¨® a su esposa a una situaci¨®n continua de maltrato, fundamentalmente ps¨ªquico; dirigi¨¦ndole frecuentes insultos, gritos y frases ofensivas, tambi¨¦n en presencia de los hijos comunes y de terceros, y profiriendo amenazas de golpearla, cosa que tambi¨¦n hac¨ªa en ocasiones.
Sin embargo, la sentencia absuelve al acusado de un delito continuado de agresi¨®n sexual, por el que el fiscal y la acusaci¨®n pidieron 12 a?os de c¨¢rcel, porque su esposa "permiti¨® pasivamente que el acusado realizara con ella al menos dos coitos vaginales en el curso de la noche" sin que mediara violencia y con la ¨²nica intenci¨®n de que "su marido se tranquilizara".
El acusado, ecuatorinao de 45 a?os, ha sido condenado porque desde que lleg¨® a Espa?a en noviembre de 2006 para reagruparse con su esposa, la tambi¨¦n ecuatoriana L.A.P.R., la someti¨® a "una situaci¨®n continua de maltrato, fundamentalmente ps¨ªquico, dirigi¨¦ndole frecuentes insultos, gritos y frases ofensivas".
En este contexto, fue acusado adem¨¢s de la presunta violaci¨®n ocurrida en la noche del 10 al 11 de mayo de 2009, cuando incumpli¨® una orden de alejamiento y se present¨® en la vivienda que su mujer compart¨ªa con sus dos hijos en Sevilla.
El acusado "le reproch¨® tener relaciones sexuales con otros hombres e insisti¨® en que ten¨ªa que mantenerlas con ¨¦l" e introdujo a su esposa en el que hab¨ªa sido el dormitorio conyugal, donde continu¨® con "los insultos, reproches de celos y requerimientos de realizar el acto sexual".
La sentencia asegura que estos insultos eran acompa?ados de golpes en los que el acusado agarraba a la mujer fuertemente de los brazos y cuello, pero tales gestos no ten¨ªan como objeto conseguir el acceso carnal sino "dejar marcas 'para que lo vean tus mozos', en palabras del acusado, en referencia a los supuestos o reales amantes de la se?ora".
Por ello, "por aflictiva que fuera la situaci¨®n para ella, no puede convertirse en un delito de violaci¨®n", sostiene la Audiencia, que tampoco impone el pago de ninguna indemnizaci¨®n por oposici¨®n a los 30.400 euros que pidi¨® la denunciante en el juicio.
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