Un hombre en coma asiste a la revisi¨®n de su caso en el Supremo
El tribunal puede reabrir el caso de Antonio Me?o, paralizado durante 21 a?os tras una operaci¨®n.- Un nuevo testigo contradice los argumentos de la defensa de la cl¨ªnica y el anestesista
Despu¨¦s de meses durmiendo en la calle y tras 21 a?os cuidando a su hijo, en coma por un problema durante una rinoplastia, la familia de Antonio Me?o se encontr¨® en febrero pasado con lo m¨¢s parecido a un rayo de esperanza para su caso. Un m¨¦dico que pas¨® por su campamento en la plaza de Jacinto Benavente ha resultado ser, para la acusaci¨®n, un testigo clave tras dos d¨¦cadas de un litigio interminable cuyo pen¨²ltimo cap¨ªtulo se sald¨®, en 2008, con una condena del Supremo a la familia. Esta ma?ana el alto tribunal ha acogido la vista oral para decidir si acepta o no la demanda de revisi¨®n solicitada por los padres de Me?o, que ha salido por primera vez del campamento, tras 505 d¨ªas postrado en la cama, para asistir al juicio.
La historia de este juicio sin fin se remonta a 1989. Antonio Me?o entr¨® en un quir¨®fano de la madrile?a cl¨ªnica Nuestra Se?ora de la Am¨¦rica para operarse la nariz. Durante la operaci¨®n, Me?o pierde la respiraci¨®n asistida, y su cerebro se queda sin ox¨ªgeno, por lo que qued¨® en coma. Sus padres llevaron a los tribunales a la cl¨ªnica privada donde lo operaron, Nuestra Se?ora de Am¨¦rica, y al m¨¦dico responsable de la anestesia. Pero tras batallar hasta llegar al Supremo, este tribunal exculp¨® de lo ocurrido a la cl¨ªnica y conden¨® a la familia a pagar 400.000 euros por los costes del juicio. Los padres de Me?o decidieron protestar y acamparon en una plaza cercana a la Puerta del Sol, junto al Ministerio de Justicia. Por all¨ª pas¨® una noche de febrero un m¨¦dico colegiado, I. F. G., que entreg¨® d¨ªas despu¨¦s al abogado de la familia una declaraci¨®n con una versi¨®n de lo que ocurri¨® en el quir¨®fano distinta a la que sostienen los testigos de la defensa.
El nuevo supuesto testigo asegura que estaba en la operaci¨®n de Me?o como aprendiz y que vio c¨®mo las pulsaciones del paciente se alteraban en una pantalla, una vez que el anestesista ya no estaba en el quir¨®fano. "Apareci¨® al cabo de unos minutos, levant¨® los pa?os que cubr¨ªan la cabeza del paciente y comprob¨® que el tubo a trav¨¦s del que respiraba se hab¨ªa desconectado. Exclam¨®: 'Dios m¨ªo, se ha desconectado", escribi¨® en el documento que entreg¨® al letrado familiar, Luis Bertelli, y en el que llega a precisar detalles del personal que estaba presente en la sala. Los testimonios que apoyan la versi¨®n del anestesista sostienen que, una vez terminada la intervenci¨®n, el especialista desentub¨® al paciente y, por respiraci¨®n espont¨¢nea, este aspir¨® su propio v¨®mito.
Tras conocer el nuevo testimonio, el abogado pidi¨® al Supremo que revisara la sentencia de 2008 y el fiscal mand¨® un escrito al tribunal valorando que el testimonio era un indicio de "maquinaci¨®n fraudulenta", es decir, de ocultaci¨®n de pruebas.
La abogada del anestesista, condenado en 1993 por un juzgado de primera instancia a indemnizar a la familia, argumenta que no se puede aceptar la demanda de revisi¨®n bajo el supuesto de maquinaci¨®n fraudulenta ya que los demandantes nunca solicitaron una prueba testimonial de todo el personal que estaba en el quir¨®fano, es decir, que no pudieron esconder unas pruebas que nunca se pidieron. Adem¨¢s, cuestiona la credibilidad del testigo, cuya declaraci¨®n no puede tener, seg¨²n la abogada, m¨¢s validez que el resto de testimonios.
La fiscal¨ªa, sin embargo, ha pedido expresamente que se acepte la demanda de revisi¨®n ya que el nuevo testimonio "pod¨ªa haber dado lugar a una sentencia totalmente distinta". "Entiendo que las declaraciones del testigo son contundentes y que habr¨¢ que llevarlas a los ¨®rganos judiciales para que las valoren con el resto de las pruebas encima de la mesa", ha dicho la fiscal, para quien el testimonio es un argumento suficiente "para romper el principio sagrado de inquebrantabilidad de la sentencia en firme del Tribunal Supremo".
La decisi¨®n tomada hoy ser¨¢ comunicada a las partes en un plazo m¨ªnimo de 10 d¨ªas. Una negativa del Supremo corroborar¨ªa la condena a la familia de su ¨²ltima sentencia. Pero si aceptase la demanda, el juicio empezar¨ªa desde cero, con la anulaci¨®n de todo el proceso. Y en ese caso, seg¨²n fuentes de ambas partes, lo m¨¢s probable es que se llegue a un acuerdo para pactar una indemnizaci¨®n.
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