Justicia social, justicia ambiental y educaci¨®n - Un di¨¢logo con Moacir Gadotti sobre el Foro Social de Porto Alegre
Concluyen en Porto Alegre el Foro Social Tem¨¢tico y el Foro Mundial de Educaci¨®n,?iniciativas originadas en la agenda de movilizaciones del Foro Social Mundial, fundado a comienzos del 2001. Las diversas jornadas, talleres y debates promovidos desde el martes 24 de enero reunieron cerca de 20 mil personas. Mucho para un evento social con gran parte de sus actividades autogestionadas. Poco, quiz¨¢s, para un movimiento que consigui¨® convocar m¨¢s de 250 mil participantes algunos pocos a?os atr¨¢s.
Ha pasado m¨¢s de una d¨¦cada desde el primer Foro Social Mundial y grandes controversias se ciernen sobre su futuro. Controversias que nacen de los diversos y no siempre coincidentes balances acerca de una iniciativa que surgir¨ªa como una provocativa reacci¨®n al Foro Econ¨®mico Mundial de Davos, bajo el lema ¡°otro mundo es posible¡±, y enseguida ganar¨ªa vuelo propio. El Foro Social Mundial ha sido, sin lugar a dudas, una de las m¨¢s innovadoras y expresivas formas de movilizaci¨®n y lucha promovidas por organizaciones sociales y populares de todo el mundo durante los ¨²ltimos a?os. Una plataforma para la formulaci¨®n de alternativas creativas y progresistas a la crisis que viven nuestras sociedades.
Marcha del Foro Social 2012, columna del Foro Mundial de Educaci¨®n (Foto:?Cat¨¢logo del FST 2012)
La Presidente Dilma Rousseff en el Foro Social Tem¨¢tico 2012. En el lado izquierdo, Tarso Genro, Gobernador del Estado de R¨ªo Grande do Sul (Foto: Ivan Trindade,?Cat¨¢logo del FST 2012)
Hoy, los debates y las controversias acerca de su formato y sus din¨¢micas de organizaci¨®n se multiplican. Nacido en el envi¨®n de la cr¨ªtica a los reg¨ªmenes neoliberales, el Foro Social Mundial consigui¨® reunir y articular una multiplicidad de entidades, movimientos y organizaciones no gubernamentales, j¨®venes, activistas sin tierra y sin techo, grupos de campesinos e ind¨ªgenas, feministas, ambientalistas, redes y asociaciones de combate a la discriminaci¨®n y el racismo, educadores y educadoras populares, el magisterio en sus m¨¢s diversas expresiones, uniones de estudiantes, sindicatos y una amplia variedad de partidos pol¨ªticos progresistas, desde la socialdemocracia a la izquierda m¨¢s radical. El Foro reun¨ªa a todos en un mismo espacio, nutri¨¦ndose de esa diversidad, de su din¨¢mica autogestionaria y de una extraordinaria capacidad de movilizaci¨®n. Aunque al comienzo fue percibido y criticado como una expresi¨®n exclusivamente latinoamericana y circunscripta a Porto Alegre, pronto ampli¨® sus fronteras, realizando ediciones en Mumbai (India), 2004; Bamako (Mali), Karachi (Pakist¨¢n) y Caracas (Venezuela), durante el a?o 2006 en una innovadora organizaci¨®n polic¨¦ntrica; Nairobi (Kenya), 2007; Belem do Par¨¢, en la Amazon¨ªa brasile?a, en 2009; y Dakar (Senegal), en 2011.
El Foro Social Tem¨¢tico tuvo como eje la crisis capitalista, la justicia social y ambiental, con vistas a contribuir a la Cumbre de los Pueblos que se llevar¨¢ a cabo en R¨ªo de Janeiro, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable Rio+20, en junio del 2012. El Foro Mundial de Educaci¨®n abord¨® esta problem¨¢tica con especial referencia a las pol¨ªticas educativas y a las pr¨¢cticas escolares.
A prop¨®sito del futuro de estos Foros y, en particular, sobre el tema que nos reuni¨® en Porto Alegre, convers¨¦ con Moacir Gadotti, fundador del Instituto Paulo Freire, con sede en San Pablo, y autor de m¨¢s de treinta libros sobre las m¨¢s diversas cuestiones educativas. He compartido con Moacir la coordinaci¨®n del Consejo Internacional del Foro Mundial de Educaci¨®n durante varios a?os, desde su creaci¨®n. Es uno de los m¨¢s destacados intelectuales del campo de la educaci¨®n popular en Am¨¦rica Latina, donde es ampliamente conocido por su contribuci¨®n te¨®rica y por haber sido el m¨¢s pr¨®ximo colaborador de Paulo Freire. Moacir Gadotti es de esos intelectuales a los que la realidad interpela, combinando la reflexi¨®n anal¨ªtica con el compromiso y la militancia en la defensa del derecho a la educaci¨®n.
Termina una nueva iniciativa del Foro Social Mundial y una nueva edici¨®n del Foro Mundial de Educaci¨®n. ?Qu¨¦ balance realizas de estas dos experiencias?
Pasaron m¨¢s de diez a?os desde el primer Foro Social Mundial (FSM) y tenemos que hacer un balance, no s¨®lo por el tiempo transcurrido, sino por los cambios acontecidos desde su creaci¨®n en Am¨¦rica Latina y en el mundo. El 25 de enero del 2001, el FSM inaugur¨® un nuevo espacio para los movimientos populares y sociales, para las organizaciones no gubernamentales, un espacio autogestionario, sin due?os. Esto se expres¨® en todas las iniciativas creadas a partir del Foro de Porto Alegre, como el Foro Mundial de Educaci¨®n (FME), el Foro de Jueces y el de Parlamentarios, el Foro Mundial de las Ciudades, el de las Aguas y tantos otros que surgieron desde entonces. Espacios de creaci¨®n de ideas, de ebullici¨®n de propuestas y de aglutinaci¨®n de esfuerzos, de articulaciones estrat¨¦gicas para crear energ¨ªa, fuerza y acci¨®n en la lucha contra el neoliberalismo. La resistencia a las pol¨ªticas neoliberales fue el gran aglutinador del primero Foro y de todos los que lo sucedieron. Es interesante observar que este Foro Tem¨¢tico tiene un perfil mucho m¨¢s anticapitalista, porque es el capitalismo el que est¨¢ generando esta enorme crisis, como lo reconocen los propios intelectuales del gran capital, los mandatarios de las naciones m¨¢s desarrolladas del mundo, los dirigentes de sus bancos y de sus agencias financieras internacionales.
Los Foros mostraron que el neoliberalismo estaba equivocado y eso, hoy, casi nadie lo duda. Creo que una de nuestras virtudes ha sido contribuir a derrotar el neoliberalismo como ideolog¨ªa, aunque persista como pr¨¢ctica. Como pr¨¢ctica social y como marco para la acci¨®n de gobierno, de hecho, el neoliberalismo contin¨²a vivo en buena parte del mundo. A¨²n as¨ª, m¨¢s de diez a?os despu¨¦s no podemos dejar de reconocer que el Foro Social Mundial fue un actor fundamental en esta batalla.
Sin embargo, tenemos que hacer un balance cr¨ªtico pasada una d¨¦cada.
?Cr¨ªtico en qu¨¦ sentido?
Aunque se trata de un espacio autogestionado, no cabe duda que nuestra forma de organizaci¨®n en estos Foros favorece mucho m¨¢s a las organizaciones mejor estructuradas, con m¨¢s recursos y m¨¢s poderosas. En los primeros encuentros se ve¨ªa un fervor militante y participativo de muchas organizaciones y movimientos peque?os, inclusive de militantes que, de forma individual y por sus propios medios, participaban de las diversas iniciativas sociales promovidas dentro y fuera de Brasil. Hoy, el Foro Social Mundial se capilariz¨®, sali¨® de Porto Alegre. S¨®lo este a?o ser¨¢n m¨¢s de 30 actividades previstas en diversas partes del mundo. Estaremos en much¨ªsimos sitios, pero ya no tenemos esa espectacularidad que caracterizaba a un evento que lleg¨® a reunir m¨¢s de 250 mil personas. Mantener esta presencia es, obviamente, muy dif¨ªcil y, aunque ganamos en capilaridad, no creo que nuestro car¨¢cter autogestionario permita que movimientos y organizaciones m¨¢s pobres o con menos recursos puedan participar activamente como lo hac¨ªan en el pasado. En un momento se pens¨® crear un Fondo de Solidaridad para apoyar la participaci¨®n de aquellos militantes que no pertenecen a organizaciones con muchos recursos, pero nunca llegamos a concretarlo.
Despu¨¦s de diez a?os debemos reconocer que estamos hablando y participando casi siempre los mismos.
Coincido contigo en que quiz¨¢s no hayamos logrado mucha renovaci¨®n y eso es un problema para espacios que nacen para nutrirse de lo nuevo. Por otro lado, es curioso que, aunque nosotros nacimos como el anti-Davos y en poco tiempo Davos se transform¨® en el anti-Porto Alegre, hoy la cr¨ªtica al neoliberalismo se ha dispersado y al capitalismo lo critican hasta los propios capitalistas. El lema de Davos ha sido en estos d¨ªas: buscar nuevos modelos y nuevos paradigmas, ante el fracaso del capitalismo tal como lo conocemos. Parece que a Davos tambi¨¦n le ha seducido la idea de que ¡°otro mundo es posible¡±. Se trata de una iron¨ªa, claro. Las diferencias ideol¨®gicas entre Davos y Porto Alegre son tan grandes como sus temperaturas en esta ¨¦poca del a?o. Sin embargo, antes ¨¦ramos antineoliberales y parec¨ªamos dinosaurios, mientras que ahora somos "anticapitalistas" y defendemos el planeta de los desastres que producen los que se encuentran a debatir en las monta?as nevadas de Davos, preocupados por inventar nuevos paradigmas. Parece un poco confuso, ?no?
Nosotros pusimos en evidencia una cuesti¨®n central que, aunque parezca mentira, diez a?os atr¨¢s se la consideraba un delirio de activistas e intelectuales de izquierda: el capitalismo no consigue responder a las necesidades de todos, no responde a las demandas de justicia y bienestar de gran parte de la poblaci¨®n. Hoy, los capitalistas concientes lo saben. Y saben tambi¨¦n que el capitalismo no va a atender nunca esas necesidades y demandas cada vez m¨¢s crecientes y agudas. Por eso, las crisis se suceden y se suceder¨¢n como una dimensi¨®n end¨®gena del propio capitalismo. Este modelo de consumo est¨¢ hecho para pocos, es, por su propia naturaleza, excluyente, discriminador. Las respuestas a esta situaci¨®n han sido hasta ahora insuficientes y no han hecho otra cosa que agravar la propia crisis. Si de los grandes bancos depende la soluci¨®n de la crisis, estamos en problemas. Ser¨¢ como pedirle al zorro que cuide a las ovejas.
Marcha del Foro Social 2012, presencia del movimiento feminista (Foto:?Cat¨¢logo del FST 2012)
?Y el Foro Mundial de Educaci¨®n?
El Foro Mundial de Educaci¨®n sigui¨® un camino semejante al del Foro Social Mundial que le dio origen. Crecimos, ganamos visibilidad y elaboramos una Plataforma Mundial de Lucha por el Derecho a la Educaci¨®n que contin¨²a siendo hoy un documento de referencia para mucha gente que lucha por una educaci¨®n emancipatoria. Esta fue una de nuestras grandes contribuciones: realizar un aporte a la lucha por el derecho humano a tener una educaci¨®n que sea radicalmente democr¨¢tica, libertaria, emancipadora.
Creo que hasta el Foro Social Mundial de Nairobi, Kenya, en el 2007, avanzamos, crecimos y multiplicamos nuestras acciones. Despu¨¦s, ganamos capilaridad, es verdad, pero quiz¨¢s perdimos impacto.
?No crees que hay una cierta paradoja en el hecho de que un Foro de dimensiones multitudinarias, con m¨¢s de 200 mil personas, constituye un ¡°espect¨¢culo¡± que dif¨ªcilmente puede ser ignorado por los gobiernos y la prensa mundial, mientras que un Foro m¨¢s capilar, siendo m¨¢s descentralizado y participativo, quiz¨¢s carezca de impacto o visibilidad? Los Foros buscan, sin lugar a dudas, provocar, llamar la atenci¨®n no s¨®lo sobre un conjunto de demandas y exigencias, sino tambi¨¦n, y fundamentalmente, de alternativas generadas desde la sociedad civil y desde los gobiernos progresistas del mundo. Si son muy grandes, se transforman en una especie de Rock?n Rio de la lucha antineoliberal. Si son muy dispersos, aunque sean productivos y creativos, casi nadie se entera que ocurren, m¨¢s all¨¢ de los pa¨ªses que le dan sede.
Es que los Foros tienen que cambiar. Tenemos que pensar con osad¨ªa. Las instituciones tienen que cambiar para sobrevivir y para renovarse. Es verdad que con esta din¨¢mica perdimos unidad y ganamos diversidad. Pero hay un formato en los Foros que quiz¨¢s no est¨¦ a la altura de las modalidades de comunicaci¨®n y organizaci¨®n de muchos de los nuevos movimientos de resistencia y de protesta. Tenemos, por eso, que incorporar mucho m¨¢s la virtualidad, usar mucho m¨¢s las nuevas tecnolog¨ªas de comunicaci¨®n, las redes sociales. Ni el Foro Social Mundial ni el Foro Mundial de Educaci¨®n tienen un sitio web que funcione de forma din¨¢mica como un medio de comunicaci¨®n e informaci¨®n efectivo.
El Foro debe apoyarse en una virtualidad que permita superar las dificultades de desplazamiento que impiden una mayor participaci¨®n. Es muy caro hacer un Foro y es muy caro viajar para participar de un evento que ocurre a miles de kil¨®metros de distancia de donde viven sus potenciales participantes. Veamos sino la importancia que tienen estas formas de comunicaci¨®n y participaci¨®n en los estudiantes chilenos, los movimientos de la Primavera ?rabe, los indignados, los que ocupan Wall Street y muchas otras organizaciones populares en Am¨¦rica Latina.
?En qu¨¦ reside la novedad de este Foro?
La grande novedad de este Foro es que propuso un tema que es aglutinador y que articula muchas experiencias de lucha y de movilizaci¨®n: la justicia ambiental. Cada vez m¨¢s, los movimientos sociales dan centralidad a la lucha ambiental, no s¨®lo las organizaciones ecologistas. Ha habido una evoluci¨®n de los movimientos con relaci¨®n a este tema en Latinoam¨¦rica y en todo el mundo. Por eso, cuando traemos este tema al campo educativo nos fortalecemos, ya que tiene un gran potencial de renovaci¨®n del debate acerca de la educaci¨®n que queremos.
Es verdad, el Foro realiza una correcta articulaci¨®n entre justicia social y justicia ambiental. No puede haber justicia ambiental si no hay justicia social y viceversa. Esto nos interpela como educadores e interpela a la pol¨ªtica educativa, ?no crees?
S¨ª, la educaci¨®n debe contribuir activamente para la construcci¨®n de nuestra conciencia cr¨ªtica y, obviamente, esto supone la construcci¨®n de un sentido de justicia ambiental asociado a un concepto radical de justicia social.
La educaci¨®n y en particular la escuela pueden contribuir para formar nuestra conciencia como consumidores responsables, pero creo que se trata de algo m¨¢s profundo que eso. Durante mucho tiempo este tema no ha sido discutido seriamente en el campo educativo.?Nuestro Foro aspira a llamar la atenci¨®n sobre la necesidad de mostrar las relaciones entre justicia social, justicia ambiental y derecho a la educaci¨®n.
Trayendo estos temas hacia el interior de la educaci¨®n, vamos a acercar el debate educativo a los problemas sociales y ambientales que viven millones de personas, aquellos que habitan sobre basurales, que viven cerca de f¨¢bricas que depredan el medio ambiente y la salud de la poblaci¨®n, que sobreviven sin agua o con acceso a agua contaminada, que tienen grav¨ªsimos problemas alimentarios.
Coincido contigo. Esta es una forma de politizar la educaci¨®n, involucrando a la escuela en la comprensi¨®n de que toda agresi¨®n al medio ambiente es siempre una agresi¨®n social que tiene al planeta como destinatario, pero que impacta de forma mucho m¨¢s brutal, por ejemplo, contra los m¨¢s pobres, contra los ni?os y las ni?as sin derechos, contra las poblaciones ind¨ªgenas y la poblaci¨®n negra, contra los campesinos abandonados a su suerte en ¨¢reas rurales bajo el dominio arbitrario y arrebatador del agroneg¨®cio.
Hacer de ¨¦ste un tema central y estructurante del debate educativo y de la pr¨¢ctica escolar, contribuye a concientizarnos acerca de que por detr¨¢s de la cuesti¨®n ambiental est¨¢ la discusi¨®n acerca del modelo de desarrollo que queremos para nuestras sociedades. Nos ayuda a introducir en la educaci¨®n la cuesti¨®n social, a partir de los aportes de la justicia ambiental.
En nuestras escuelas, ha habido un proceso de ¡°naturalizaci¨®n¡± de la cuesti¨®n ambiental. Muchas veces, la pedagog¨ªa reduce la educaci¨®n ambiental al conocimiento de la ecolog¨ªa en un sentido casi caricaturesco, al estudio de la Naturaleza, de los r¨ªos, de las monta?as, sin que se discuta el ambiente en un sentido amplio.
El debate sobre la justicia ambiental tambi¨¦n debe incluir el debate acerca del ambiente escolar, sobre las condiciones de trabajo en la escuela y sobre las propias condiciones de aprendizaje derivadas, en parte, de las condiciones de infraestructura existentes en las instituciones escolares. Esa, creo, es una de las contribuciones de nuestro Foro sobre justicia ambiental y educaci¨®n.
S¨ª, es que en ciertas concepciones de la educaci¨®n ambiental hay un desplazamiento del discurso hacia un ¨¦nfasis excesivo en las conductas individuales y un llamado a las actitudes individualistas, como respuesta a la crisis ambiental. Esto despolitiza el debate y tambi¨¦n despolitiza la educaci¨®n ambiental. Bastar¨ªa con cambiar nuestras actitudes o nuestro estilo de vida para que, mediante la suma de los esfuerzos individuales, el mundo cambie. Claro que el esfuerzo individual es importante, pero el problema es m¨¢s complejo.
Cuando hablamos de politizar la cuesti¨®n ambiental es hacer lo apuesto a lo que muchos curr¨ªculos est¨¢n haciendo. No es s¨®lo mediante paseos ecol¨®gicos que se debe abordar el problema de la injusticia ambiental y de sus efectos en nuestras sociedades. Precisamos una discusi¨®n m¨¢s profunda de la Naturaleza. Politizar la cuesti¨®n ambiental es politizar la educaci¨®n, ayud¨¢ndonos a comprender, como tu indicas, que los que est¨¢n m¨¢s afectados por este tipo de violencia son los m¨¢s pobres. C¨®mo, muchas de las pol¨ªticas destinadas a promover el progreso econ¨®mico, impactan en el medio ambiente, perjudicando a los m¨¢s vulnerables.
Poner en evidencia, inclusive, la existencia del racismo ambiental.
En efecto, la injusticia ambiental tiene color. Hay algo de enga?oso en la afirmaci¨®n que sostiene que la agresi¨®n al medio ambiente no tiene fronteras. Esto es as¨ª, pero algunos pagan m¨¢s que otros. Y esos son los m¨¢s pobres, justamente, los que menos se benefician por el supuesto progreso que se buscan promover algunas acciones que maltratan la Naturaleza.
La escuela tiene una tarea fundamental en todo esto. Paulo Freire dec¨ªa: ¡°yo soy educador para ser substantivamente pol¨ªtico¡±. ?l no consegu¨ªa entender un educador o una educadora que no tuviera un proyecto pol¨ªtico de sociedad. En la comprensi¨®n de Paulo Freire, s¨®lo se puede ser un educador cr¨ªtico si se busca la utop¨ªa, si somos capaces de imaginar otro mundo posible. Precisamos educar a nuestros ni?as y ni?os para vivir en un mundo mejor. Y el desarrollo de una conciencia ambiental que supere los m¨¢rgenes del individualismo ecol¨®gico es fundamental para que la escuela no sea un engranaje de la alienaci¨®n humana, sino un espacio de liberaci¨®n y autonom¨ªa.
(Desde Porto Alegre)
Foro Mundial de Educaci¨®n - Porto Alegre 2012
Los pr¨®ximos d¨ªas publicaremos m¨¢s posts sobre los debates del Foro Social Tem¨¢tico y del Foro Mundial de Educaci¨®n realizados en Porto Alegre del 24 al 29 de enero de 2012. En agenda: la situaci¨®n educativa en Hait¨ª dos a?os despu¨¦s del terremoto; las relaciones entre memoria, derechos humanos y educaci¨®n; un di¨¢logo con Vernor Mu?oz, ex Relator Especial sobre el Derecho a la Educaci¨®n de las Naciones Unidas; la Campa?a Latinoamericana por el Derecho a la Educaci¨®n¡ y m¨¢s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.