El 'supermajestic'

Era un secreto a voces, pero el desenlace ha sorprendido por su calado y su teatralizaci¨®n unilateral. El pacto al que CiU y PP han llegado para los Presupuestos de la Generalitat de Catalu?a de 2012 ha contado con una rotunda puesta en escena que supera las sonrisas y parabienes del Pacto del Hotel Majestic entre Pujol, Aznar y Duran Lleida el 28 de abril de 1996. Alicia S¨¢nchez-Camacho, la l¨ªder popular catalana, ha acaparado los derechos de pantalla y se ha erigido en gran mu?idora del acuerdo, que fue sellado en la madrugada de ayer. CiU ni se ha atrevido a comparecer ante los focos para dar a conocer su relato del acuerdo.

Los populares han obligado al consejero de Econom¨ªa, Andreu Mas-Colell, a montar y a desmontar varios sudokus y a convertir un asunto tan serio como los presupuestos en una cuesti¨®n voluble, a merced de quien tiene la llave para dar la mayor¨ªa pol¨ªtica. La Converg¨¨ncia del pacto fiscal y del derecho a decidir ha inclinado su soberanista cabeza ante los caprichos de un Partido Popular que ha jugado a placer con su doble llave: la de la caja de la Administraci¨®n central ¡ªque puede premiar o castigar, a conveniencia, con transferencias de efectivo¡ª y la de la mayor¨ªa que precisa el centro-derecha nacionalista para su estabilidad pol¨ªtica en Catalu?a. La contrapartida fundamental que espera obtener el PP es la fidelizaci¨®n del voto de CiU a las propuestas de reforma econ¨®mica que el Ejecutivo central proponga en el Congreso de los Diputados.

El PP que ha subido los impuestos ¡ªcomo el IRPF¡ª a nivel sueco, ha puesto trabas en Catalu?a al aumento de la tasa tur¨ªstica ¡ªque rebaja y pospone su aplicaci¨®n a noviembre, fin de temporada¡ª; ha puesto excepciones al copago por receta sanitaria ¡ªdel que quedan exentas las rentas m¨¢s bajas¡ª y ha obligado a retrasar seis meses la subida del canon del agua. Es decir, los tres resortes de que dispon¨ªa la Generalitat para aumentar sus ingresos per se han sido yugulados y, por tanto, las finanzas auton¨®micas han quedado sujetas a la buena voluntad de la Administraci¨®n central en manos del PP ¡ªrespecto a la reivindicaci¨®n de los fondos de competitividad y la adicional tercera del Estatuto catal¨¢n¡ª o bien a futuros recortes del propio Gobierno aut¨®nomo. El PP ha impuesto adem¨¢s a CiU un dec¨¢logo que plasma su voluntad pol¨ªtica, mejorando el presupuesto para las v¨ªctimas del terrorismo y relegando de un plumazo las ayudas al memorial democr¨¢tico.

CiU ha hecho de la necesidad virtud, pero no vale enga?arse a estas alturas disfrazando el car¨¢cter y alcance de este pacto. Al igual que sucedi¨® tras las auton¨®micas y las municipales, los populares han elaborado un paquete pol¨ªtico en el que han metido de rond¨®n la pol¨ªtica municipal, pues CiU tambi¨¦n gobierna en minor¨ªa Barcelona. El conjunto es una suerte de supermajestic. Si el de 1996 fue un acuerdo de socorro mutuo, el de ahora brilla por su desequilibrio en favor del partido de Rajoy y S¨¢nchez-Camacho.