Congreso un¨¢nime

Mariano Rajoy fue reelegido ayer como presidente del Partido Popular en el 17? congreso de esta organizaci¨®n, desarrollado en un clima de unanimidades tras la enorme cuota de poder proporcionada por los triunfos electorales de 2011. Un partido que Rajoy reivindic¨® como capaz de ¡°sostener la misma palabra en todos los rincones de Espa?a¡± y de ser ¡°un modelo de conducta¡±, ¨²nica alusi¨®n velada a los problemas de corrupci¨®n, para los cuales solo se ha arbitrado la medida de expedientar a los militantes que sean imputados por la justicia, aunque el expediente no se resolver¨¢ hasta que haya sentencia judicial. Del congreso salen mensajes de protecci¨®n a la ense?anza en castellano ¡ªpresentada como ¡°equilibrio¡± entre este idioma y las lenguas cooficiales¡ª, apoyo gen¨¦rico a las reformas laboral y financiera, y un vago compromiso con la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas.

Pero la unanimidad de fachada no oculta ciertos problemas de fondo. Rajoy es un dirigente hecho a s¨ª mismo, victorioso sobre los que cuestionaron su liderazgo cuatro a?os atr¨¢s, y consolidado en un partido que ya cuenta con 838.710 afiliados, seg¨²n sus cifras. Nadie ten¨ªa que pasarle la antorcha, y sin embargo el presidente de honor, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, decidido a ser el m¨¢s duro entre los duros, no perdi¨® la ocasi¨®n de apremiar al l¨ªder actual, de azuzarle para que haga ¡°patriotismo¡± con las reformas y de situar lo que fue su pol¨ªtica antiterrorista ¡ª¡°todo el peso de la ley¡±¡ª como l¨ªnea roja. No obstante, los arbitrajes de Rajoy a la hora de formar la nueva direcci¨®n del partido han incluido hasta a cinco personas del PP vasco, de la l¨ªnea de Antonio Basagoiti, que ayer enfatiz¨® la necesaria ¡°unidad¡± entre los dem¨®cratas. Estas alusiones se produjeron sin el menor debate congresual, como tampoco lo hubo respecto al intento fracasado de despegar la etiqueta de ¡°cristiano¡± de las se?as de identidad del PP, o de reconocer el matrimonio homosexual.

Mar¨ªa Dolores de Cospedal seguir¨¢ siendo secretaria general, permiti¨¦ndole que lo haga compatible con la presidencia de Castilla-La Mancha. Pero tendr¨¢ un contrapeso en Javier Arenas, como vicesecretario de pol¨ªtica local y auton¨®mica, y presunto presidente de la Junta de Andaluc¨ªa. El n¨²cleo duro se completa con otros dos vicesecretarios, Carlos Floriano, ascendido, y Esteban Gonz¨¢lez Pons, repescado tras no haber contado con ¨¦l para el Gobierno. Alicia S¨¢nchez-Camacho estar¨¢ al frente del comit¨¦ electoral nacional, remarcando as¨ª la importancia que el PP da al afianzamiento en Catalu?a. A la organizaci¨®n madrile?a se le hace un gui?o salom¨®nico: entran personas pr¨®ximas a Esperanza Aguirre, pero tambi¨¦n Manuel Cobo, que en su d¨ªa arremeti¨® contra aquella.

El congreso popular se celebra en Sevilla para exhibir m¨²sculo pol¨ªtico al servicio de su candidato en Andaluc¨ªa, Javier Arenas. Por lo dem¨¢s, simplemente es el congreso de un partido pol¨ªtico al borde de una hegemon¨ªa sin precedentes.