Reafirmando el derecho a la educaci¨®n
Acaba de realizarse en Quito, Ecuador, la VII Asamblea de la Campa?a Latinoamericana por el Derecho a la Educaci¨®n (CLADE), una de las m¨¢s activas redes de organizaciones de la sociedad civil reunidas en la defensa de la educaci¨®n p¨²blica y la promoci¨®n de los derechos humanos.
Del 10 al 13 de abril, 89 delegados y delegadas de 18 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe debatieron los principales temas de la agenda pol¨ªtica y social regional asociados con la protecci¨®n y ampliaci¨®n del derecho a la educaci¨®n.
La deliberaciones giraron en torno a la persistencia de pol¨ªticas de privatizaci¨®n educativa en buena parte de los pa¨ªses de la regi¨®n; la criminalizaci¨®n de los movimientos sociales y de las organizaciones que luchan por la defensa de la educaci¨®n p¨²blica; la condenable acci¨®n represiva de las fuerzas militares y policiales contra las movilizaciones docentes y estudiantiles, de gran intensidad en algunas naciones del continente; y la defensa del derecho a la educaci¨®n como un componente fundamental de los derechos humanos y de la construcci¨®n de un modelo de desarrollo basado en la m¨¢s plena justicia social y ambiental.
Adem¨¢s de diversos documentos y acuerdos estrat¨¦gicos, la Asamblea elabor¨® la Carta de Quito, en la que se sintetizan las demandas y las perspectivas de las organizaciones que componen la Campa?a.
Por ello, afirmamos el derecho a la informaci¨®n y a la comunicaci¨®n para todos y todas, garantizando la libertad de expresi¨®n ejercida por toda la ciudadan¨ªa, incluyendo a los ni?os y ni?as m¨¢s peque?as. El derecho a la informaci¨®n plural, diversa, independiente, de inter¨¦s p¨²blico. La construcci¨®n y el fortalecimiento de sistemas de medios en los que el desarrollo de medios p¨²blicos, privados y comunitarios sea igualitario, garantizando as¨ª la pluralidad de voces y con ella, el fortalecimiento de nuestras democracias. Los medios de comunicaci¨®n como espacios de defensa de los derechos humanos. En contra de toda forma de representaci¨®n medi¨¢tica discriminatoria, que viole la dignidad humana.
(Carta de Quito, Campa?a Latinoamericana por el Derecho a la Educaci¨®n, 13 de abril de 2012)
La CLADE constituye una innovadora y poderosa articulaci¨®n de organizaciones que act¨²an en la defensa del derecho a la educaci¨®n y de la escuela p¨²blica. Sus acciones y estrategias de movilizaci¨®n est¨¢n guiadas por cinco principios fundamentales: la afirmaci¨®n de la educaci¨®n p¨²blica y gratuita como un derecho humano fundamental de car¨¢cter colectivo y el reconocimiento del Estado como su principal garante institucional; la defensa de un enfoque integral, ciudadano y cr¨ªtico de la educaci¨®n, superador de las concepciones tecnocr¨¢ticas o economicistas que reducen los seres humanos a la mera condici¨®n de capital y la acci¨®n educativa a la formaci¨®n para el mercado de trabajo; la reivindicaci¨®n por una permanente ampliaci¨®n de los espacios de participaci¨®n social en la esfera p¨²blica y, en particular, en el sistema escolar; la b¨²squeda de la calidad y la pertinencia en los programas y procesos educativos, m¨¢s all¨¢ de los limitados marcos que ofrecen los sistemas internacionales de medici¨®n de la calidad basados en pruebas estandarizadas; y, el compromiso con la acci¨®n plural y colectiva de las organizaciones de la sociedad civil que luchan por la promoci¨®n y la ampliaci¨®n del derecho a la educaci¨®n y el acceso a una escuela de calidad sin discriminaciones ni exclusiones de ninguna naturaleza.
¡°En nuestros pa¨ªses, el fortalecimiento de la democracia y la defensa de la educaci¨®n como un derecho humano fundamental son dos luchas articuladas e indivisibles que gu¨ªan el trabajo de la Campa?a. Adem¨¢s del compromiso que tenemos con la defensa de la educaci¨®n p¨²blica y de calidad, nos parece fundamental ampliar los mecanismos de participaci¨®n y movilizaci¨®n de la sociedad en la defensa de sus derechos ciudadanos¡±, sostiene Camilla Croso, coordinadora general de CLADE.
Y agrega, ¡°hay tres cuestiones que consideramos fundamentales. Por un lado, la lucha contra la discriminaci¨®n, entendida no s¨®lo como el derecho de acceso a la escuela sino tambi¨¦n como el rechazo a las diversas formas de discriminaci¨®n que operan al interior de los centros escolares. Los ind¨ªgenas, los afrodescendientes, los migrantes o las mujeres, han ampliado sus oportunidades de acceso a la escuela, pero sufren graves discriminaciones al interior de la misma. Consideramos que la lucha contra la discriminaci¨®n es siempre un tema incomodo, ya que debemos reconocernos como parte de sociedades que discriminan y excluyen. Por otro lado, uno de nuestros ejes de trabajo es la demanda por una ampliaci¨®n del financiamiento p¨²blico en la educaci¨®n y la necesidad de cuestionar modelos de desarrollo basados en la injusticia social, con reg¨ªmenes tributarios regresivos y que comprometen la garant¨ªa efectiva del derecho humano a una escolaridad de calidad para todos. En este mismo sentido, nos preocupa profundamente que ciertas din¨¢micas de privatizaci¨®n de la educaci¨®n contin¨²an siendo implementadas en nuestra regi¨®n. Crece y se ampl¨ªa una tendencia a considerar la educaci¨®n como un gran negocio, en un marco en el que se pretenden imponer concepciones tecnocr¨¢ticas y empresariales acerca de c¨®mo deben funcionar las escuelas y qu¨¦ intereses deben orientar los procesos educativos. Finalmente, la Campa?a trata de concentrarse en situaciones extremas de exclusi¨®n y abandono como es el caso de la primera infancia en Am¨¦rica Latina y el Caribe. Desde nuestro punto de vista, en nuestros pa¨ªses, los ni?os y ni?as m¨¢s peque?os no son reconocidos como sujetos de derechos, particularmente, claro, lo ni?os y ni?as m¨¢s pobres. Al mismo tiempo, en el otro extremo, podemos tambi¨¦n reconocer el abandono que sufren las personas adultas cuyo derecho a la educaci¨®n ha sido negado, constituyendo una deuda social que se arrastra de manera vergonzosa y que los gobiernos parecen ignorar¡±.
Uno de los temas centrales en los que se concentrar¨¢ el accionar de la Campa?a durante los pr¨®ximos meses es la denuncia de las diversas formas de criminalizaci¨®n de los movimientos y organizaciones sociales que luchan por el derecho a la educaci¨®n. Un proceso en el que se complementan la acci¨®n represiva de las fuerzas militares y policiales, particularmente grave en pa¨ªses como Chile, Honduras y Colombia, con la sanci¨®n de leyes o normas jur¨ªdicas que encuadran la protesta social en el campo del delito y la criminalidad. A tal efecto, la CLADE prepara un pormenorizado informe que entregar¨¢ a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, alertando sobre los riesgos y las amenazas que enfrentan hoy numerosos actividades y organizaciones que luchan por el derecho inalienable a una educaci¨®n de calidad para todos.
La Asamblea de Quito fue una oportunidad invalorable para consolidar el excelente trabajo realizado por la Campa?a Latinoamericana por el Derecho a la Educaci¨®n, reafirmando el desaf¨ªo y el compromiso de las organizaciones que la componen en la lucha por la construcci¨®n de sociedades m¨¢s solidarias, justas y democr¨¢ticas.
Una educaci¨®n pertinente, relevante, transformadora, cr¨ªtica, debe tener como fin m¨¢ximo la promoci¨®n de la dignidad humana y la justicia social y ambiental. La educaci¨®n, derecho humano promotor de los dem¨¢s derechos, debe asumir a ni?os, ni?as, j¨®venes y personas adultas como sujetos del derecho, promover la interculturalidad, la igualdad, la equidad de g¨¦nero, el nexo entre ciudadan¨ªa y democracia, el cuidado y relaci¨®n arm¨®nica con la naturaleza, la eliminaci¨®n de toda forma de discriminaci¨®n, la promoci¨®n de la justicia y la construcci¨®n de una cultura de paz y de resoluci¨®n no violenta de los conflictos.
(Carta de Quito, Campa?a Latinoamericana por el Derecho a la Educaci¨®n, 13 de abril de 2012)
(Desde Quito)
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