¡°La construcci¨®n puede que sea un lujo pero la arquitectura es una necesidad¡±
FOTO: Fernando Alda
?Qu¨¦ es ser arquitecto hoy? II Sol89: La condici¨®n el¨¢stica
¡°Las escuelas de arquitectura nos ense?aron a ser arquitectos s¨®lidos: firmes pero tambi¨¦n r¨ªgidos y, por eso, fr¨¢giles. Al acabar, muchos aspir¨¢bamos a ser gaseosos, capaces de llegar a todos sitios y mezclarnos con el medio pero corriendo el riesgo de disiparnos. Al comenzar a trabajar, los arquitectos nos volvemos l¨ªquidos, fluidos, nuestra silueta depende del contexto, lo que puede desfigurarnos excesivamente. Sin embargo, nosotros creemos que la verdadera condici¨®n del arquitecto contempor¨¢neo deber¨ªa ser la condici¨®n el¨¢stica, aquella en la que nos deformamos para amoldarnos a diversas circunstancias pudiendo recuperar nuestra forma original; as¨ª trabajamos en grupo o individualmente, sin estructuras estables y r¨ªgidas, adapt¨¢ndonos el¨¢sticamente a las circunstancias y volviendo, si fuera preciso, a nuestro estado original¡±. La flexibilidad es la clave en el estudio Sol89 formado por Mar¨ªa Gonz¨¢lez (Huelva, 1975) y Juanjo L¨®pez de la Cruz (Sevilla, 1974), que crece ligeramente en momentos puntuales.
Su abanico de proyectos retrata la misma flexibilidad. Capaces de combinar soluciones industriales (Cafeter¨ªa del Hospital de la Macarena en Sevilla) o arraigadas en el lugar (como la Escuela de Hosteler¨ªa en Medina Sidonia) a la hora de ampliar edificios, su actitud, sus ideas y sus intervenciones son tan ambiciosas como posibilistas tambi¨¦n en obras de nueva planta como el sobresaliente Centro de Formaci¨®n del Cabildo en Sevilla. Todos sus proyectos desvelan las necesidades de cada intervenci¨®n y por eso, solo fragmentariamente, los retratan tambi¨¦n a ellos como autores de amplitud mental, ingeniosas soluciones espaciales y los pies firmes, pero flexibles, en el suelo.
?Hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a sacrificar para poder hacer arquitectura? Preferir¨ªamos no tener que hablar en t¨¦rminos de sacrificio para poder desarrollar una profesi¨®n. No deber¨ªa haber ¨¦pica, s¨®lo se trata de desarrollar un oficio en el que intentamos aportar lo mejor de nosotros mismos. Sin embargo el sacrificio es ahora real, muchos arquitectos se est¨¢n viendo forzados a trabajar fuera de Espa?a. Los que nos quedamos lo hacemos a duras penas y la incertidumbre rodea todo lo relacionado con este trabajo. Con todo, hay muchos modos de crear arquitectura, por lo que no creemos que dejemos nunca de hacerla, puede que ahora no la construyamos, pero la seguiremos estudiando, imaginando, dibujando y, si nos dejan, ense?ando. La construcci¨®n puede que sea un lujo pero la arquitectura es una necesidad.
?C¨®mo est¨¢ organizado el estudio? Es peque?o y mira a un patio lleno de plantas, suele haber en ¨¦l entre dos y cuatro personas. Es el¨¢stico, se expande o se contrae en funci¨®n de las circunstancias con la m¨¢xima agilidad posible; as¨ª hemos podido afrontar proyectos muy distintos, desde una peque?a fuente hasta un centro de congresos, desde una charla con alumnos hasta un encuentro internacional en torno a Utzon, y al tiempo no ha generado estructuras desmedidas que hipotequen el futuro. Ser el¨¢sticos nos ha permitido sobrevivir. Sol89 somos a veces Mar¨ªa y Juanjo, otras veces un tr¨ªo con ?ngel o con Paco, ahora est¨¢ Andr¨¦s, y otras somos un equipo de decena y pico de personas que trabaja desde distintos sitios del pa¨ªs. Nos parece una caracter¨ªstica compartida con muchos estudios de nuestra generaci¨®n.
?En cu¨¢ntos proyectos trabajan ahora mismo? Andamos inmersos en un periodo que podr¨ªamos llamar de expectaci¨®n agitada. A la espera del fallo de un concurso y de rematar alguna obra que la crisis ha dilatado excesivamente, trabajamos en la reforma de un antiguo convento del siglo XVI para convertirlo en espacio de exposici¨®n y creaci¨®n de arte contempor¨¢neo. Los tres trabajos forman parte del tipo de tarea m¨¢s ortodoxa del estudio que tanto disfrutamos, pero empiezan a dejar sitio a otras cuestiones que siempre han estado presentes, como un proyecto editorial y nuestras tesis doctorales. Adem¨¢s, estamos muy ilusionados con la creaci¨®n de un nuevo espacio donde poder desarrollar actividades asociadas a la labor docente y cultural, un lugar que tambi¨¦n se ofrezca a otro tipo de personas que deseen realizar microactividades y que necesiten donde llevarlas a cabo.
?De qu¨¦ viven y c¨®mo? En estas semanas de Planes de Ajuste de las administraciones y Recortes en la Educaci¨®n esta pregunta nos la hacemos nosotros tambi¨¦n. Hasta ahora sobrevivimos de trabajos realizados ya hace tiempo y del m¨ªnimo sueldo que obtenemos por las clases que damos ambos en la Escuela de Arquitectura de Sevilla como profesores asociados, pero lo cierto es que ambas opciones se tambalean hoy. Es especialmente preocupante aquella que ata?e a la universidad, a la subida de tasas y a la posibilidad de despedir a los profesores asociados. M¨¢s all¨¢ del problema personal de los profesores que podamos ser despedidos, supondr¨ªa una involuci¨®n para la universidad, en concreto para la Escuela de Arquitectura de Sevilla, que ver¨ªa como su potencial humano e intelectual revertir¨ªa a una situaci¨®n de hace diez a?os. Prescindir de los profesores asociados, normalmente j¨®venes con una potente carrera profesional e investigadora (?pleonasmo?), supone cercenar el futuro de la universidad.
?Cu¨¢ntos trabajos realizan para poder hacer arquitectura? En el estudio, todos hacemos todo, como creemos que ocurre en la mayor¨ªa de aqu¨¦llos con pocos a?os de trayectoria. Fuera de ¨¦l no queremos descartar ninguno de los trabajos para los que un arquitecto est¨¢ formado, desde la deriva m¨¢s t¨¦cnica a la m¨¢s humanista, de la m¨¢s pr¨¢ctica a la m¨¢s especulativa. El arquitecto es especialista en arquitectura, como reza el aforismo, por lo que todos los trabajos que tienen que ver con ella nos interesan. La imagen del arquitecto generada a veces por las escuelas y las publicaciones ha ocultado otros perfiles distintos al del proyectista que ni se corresponde con la realidad ni ofrece alternativas al n¨²mero actual de egresados y a las necesidades de la cultura y la sociedad.
?Qu¨¦ tratan de conseguir? Pese a todo, esto no ha cambiado desde que empezamos hasta ahora, aspiramos a poder vivir de este trabajo conciliando nuestras inquietudes privadas con las necesidades p¨²blicas.
Sol89: Mar¨ªa Gonz¨¢lez y Juanjo L¨®pez de la Cruz
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