M¨¢s Ch¨¢vez
Las elecciones presidenciales aumentan la polarizaci¨®n de la sociedad venezolana
Hugo Ch¨¢vez ha vuelto a ganar en una sociedad venezolana que ha quedado m¨¢s polarizada. Esta vez lo ha logrado frente a una oposici¨®n unida en torno a un joven y din¨¢mico candidato, Henrique Capriles, que ha obtenido el mejor resultado de los tiempos chavistas. Ser¨¢ el cuarto mandato consecutivo de Ch¨¢vez, y si supera su enfermedad gobernar¨¢ como poco seis a?os m¨¢s, es decir, 20 a?os seguidos. Demasiados.
Es verdad que se ha servido de los poderosos medios estatales y ha excitado los resentimientos, empezando por el racial y el de clase. Pero su victoria la ha conseguido con nueve puntos de distancia sobre su rival ¡ªla menor en tres elecciones¡ª y la participaci¨®n m¨¢s alta de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Con m¨¢s de seis millones de votos, no se puede ya decir que Capriles fuera el candidato de las clases acomodadas, sino de un amplio sector de la poblaci¨®n que rechaza la manera en que Ch¨¢vez maltrata la democracia, gestiona p¨¦simamente la econom¨ªa, deteriora la inseguridad ciudadana y pretende asentar su revoluci¨®n bolivariana.
Pero la victoria del exgolpista no ha sido casual. El factor m¨¢s importante a su favor ha sido la pol¨ªtica social que ha llevado a cabo con la inestimable ayuda de los ingresos del petr¨®leo. No es una pol¨ªtica que siente bases s¨®lidas para la generaci¨®n de riqueza en el futuro y su redistribuci¨®n, pero ha llegado a mucha gente, a un electorado cautivo. Tanto que no es la continuidad de esa pol¨ªtica la que diferenciaba a Capriles, sino un mayor respeto a las reglas democr¨¢ticas y a una mejor gesti¨®n de la econom¨ªa. Capriles ha sabido separarse de los partidos tradicionales lastrados por una corrupci¨®n cuyas ondas negativas a¨²n reverberan en la Venezuela actual, ahora aquejada por la del chavismo. Y ha logrado unir a una oposici¨®n variopinta en su intento de hacerse con el poder en las urnas. En los meses venideros debe saber preservar esa unidad en torno a algo m¨¢s que el antichavismo.
Ch¨¢vez vuelve a ser el presente de Venezuela, pero las dudas sobre su salud que est¨¢n en la mente de todos pueden abrir otros horizontes en los primeros a?os de su mandato. El eje bolivariano y la alianza con Cuba se mantendr¨¢n, por mucho que le pese a algunos de sus vecinos. Con Colombia, Ch¨¢vez tambi¨¦n ha demostrado que puede ayudar al final de las FARC. Su ostracismo externo solo llevar¨ªa a una mayor radicalizaci¨®n interna.
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