El debate sobre la posesi¨®n de armas

Otra matanza m¨¢s en la tierra de la libertad, ya van demasiadas v¨ªctimas inocentes a causa de un derecho a la posesi¨®n de armas un tanto anticuado y que beneficia cuantiosamente a una de las industrias m¨¢s importantes de Estados Unidos. Un presidente dem¨®crata visiblemente afectado por esta tragedia se ver¨¢ envuelto otra vez en el debate sobre la posesi¨®n de armas en su pa¨ªs, otro de tantos que tendr¨¢ que librar entre esos dos mundos sociales que conviven en Estados Unidos: por un lado un sistema de costumbres tradicionales y arcaico y por otro la nueva sociedad que se ha vuelto a posicionar en estas pasadas elecciones. Un pa¨ªs en el que comprar un arma es tan f¨¢cil y accesible como comprar un m¨®vil o una bolsa de patatas fritas. La cultura del rifle esta tan arraigada que pr¨¢cticamente hay Estados que parece que sea una asignatura obligatoria para todos los ni?os mayores de cinco a?os.

Pero est¨¢ claro que ese sistema debe cambiar. Se debe endurecer la posici¨®n de armas de fuego. Si yo fuera el presidente de Estados Unidos lanzar¨ªa un trabajo de reflexi¨®n a todos los ciudadanos del pa¨ªs: ¡°P¨®nganse en el lugar de estas familias que han perdido a sus hijos y a sus nietos, ?cre¨¦is que las armas merecen m¨¢s respeto que las vidas de todos los estadounidenses inocentes que han muerto?¡±.¡ª Montse Garcia Portero.?