Escuelas y barro en ?frica
El desarrollo de ?frica se ve frenado por la falta de educaci¨®n y conocimientos arquitect¨®nicos
El desarrollo de ?frica se ve obstaculizado por la falta de educaci¨®n y de conocimientos arquitect¨®nicos. En la parte franc¨®fona de ?frica Occidental solo hay una escuela de arquitectura, a la que pocos pueden permitirse el lujo de asistir. A esto hay que a?adir que la mayor parte de los arquitectos africanos miran hacia Occidente buscando inspiraci¨®n, o tienen clientes que les piden que imiten los dise?os occidentales. Todo ello provoca que los edificios no est¨¦n bien adaptados al clima y a la cultura locales, y que dependan de las importaciones tanto para su construcci¨®n como para su posterior mantenimiento. Por una parte, ?frica tiene una necesidad desesperada de dotaciones sociales, como las escuelas; por otra, debe construirlas con un tipo de arquitectura que tenga en cuenta el contexto sociocultural y econ¨®mico de la regi¨®n. Mi objetivo como arquitecto es dar respuesta a ambas necesidades.
?Nac¨ª en Gando, una aldea del este de Burkina Faso. Fui el primero de mi comunidad en ir a la escuela. Mi padre era el jefe de la aldea y necesitaba que alguien le leyese y escribiese las cartas. Una beca me llev¨® a Alemania, donde estudi¨¦ arquitectura. Despu¨¦s de haber sido apoyado por mi comunidad, me sent¨ªa en deuda con ella. Estoy convencido adem¨¢s de que la educaci¨®n es el primer paso para el desarrollo, pero sab¨ªa, por haber pasado por ellas de ni?o, lo mal dise?adas que en mi pa¨ªs est¨¢n las escuelas. Con temperaturas diurnas que a menudo alcanzan los 40 grados, en aulas con m¨¢s de cien alumnos, los edificios de hormig¨®n armado se recalientan de un modo insoportable, y en ellos resulta pr¨¢cticamente imposible concentrarse. El reto era encontrar una manera de construir una escuela para Primaria con un ambiente interior fresco, pero sin usar aire acondicionado y otras soluciones tecnol¨®gicas que son inasequibles y con un coste de mantenimiento prohibitivo. Intent¨¦, por tanto, combinar los materiales y t¨¦cnicas de construcci¨®n tradicionales con las ideas que hab¨ªa desarrollado durante mi periodo de formaci¨®n como arquitecto, para producir una arquitectura que estuviera en sinton¨ªa con la cultura y el clima locales.
Con este fin, decid¨ª levantar la escuela con tierra, que es el material de construcci¨®n local y es muy abundante en la zona. Las paredes de barro son duraderas, pero tienen que protegerse contra la lluvia. Esta es la raz¨®n por la cual cada clase de la escuela est¨¢ levantada sobre una peque?a plataforma de piedra y cemento, y tiene una amplia cubierta formada por piezas de zinc. Muchas casas de Burkina Faso tienen cubiertas semejantes de chapa de zinc o de acero corrugado, que acumulan el calor del sol, convirtiendo el espacio interior en un lugar sofocante. Mi dise?o evita este problema, porque la cubierta de zinc no est¨¢ directamente encima de los espacios vivideros. El techo, que est¨¢ hecho de barro, tiene unos agujeros que permiten evacuar el aire caliente. Por encima de este techo, una estructura de acero soporta la cubierta de zinc. Esta disposici¨®n permite que el aire circule entre el techo y la cubierta, reduciendo as¨ª la temperatura interior de las aulas entre 6 y 8 grados, sin necesidad de aire acondicionado o electricidad.
Esta escuela gan¨® en 2004 el Premio Aga Khan de Arquitectura; su dise?o nos ha servido de inspiraci¨®n, tanto a mi estudio en Berl¨ªn como a la comunidad de Gando ¨Cque ayud¨® a construir el edificio¨C, para llevar a cabo otros muchos proyectos. La escuela atrajo a tantos ni?os de los alrededores que pronto se qued¨® peque?a. Tuvimos que construir una ampliaci¨®n, con nuevas aulas, una biblioteca, alojamiento para los maestros y una cooperativa para mujeres. En la actualidad se est¨¢ construyendo ya la escuela de Secundaria.
Cuando empiezo a trabajar en un proyecto, no me propongo centrarme en su sostenibilidad; esta, m¨¢s bien, surge de la manera en que las obras se acaban llevando a cabo. Cuando, en 2001, propuse construir la escuela con adobe, la comunidad reaccion¨® de un modo muy esc¨¦ptico, pues prefer¨ªa hacerla de una manera convencional, con hormig¨®n armado, convencida de que un edificio de tierra no sobrevivir¨ªa a la estaci¨®n de lluvias. Con todo, construimos maquetas y conminamos a la gente de Gando a probar su resistencia y durabilidad, gan¨¢ndonos as¨ª su confianza. La primera escuela de Primaria se termin¨®, as¨ª, en 2001, y todav¨ªa est¨¢ en pie. Nunca ha necesitado mantenimiento de ning¨²n tipo, y es el orgullo de su comunidad.
Se invit¨® a todo el mundo a participar en la construcci¨®n de la escuela. Form¨¦ a los artesanos locales, present¨¦ mi dise?o ante la comunidad y escuch¨¦ sus preguntas y sugerencias. Los hombres construyeron los muros con adobe; las mujeres amasaron el barro; los ni?os trajeron piedras para los cimientos. De este manera, la comunidad adquiri¨® las destrezas no solo para poder mantener despu¨¦s el edificio, sino tambi¨¦n para aprender un oficio y para poder replicar el proyecto en otros lugares.
Los habitantes de Gando son extremadamente pobres; necesitan, de un modo desesperado, desarrollarse. Pero son tambi¨¦n el mayor activo del pa¨ªs, la clave para la soluci¨®n de sus propios problemas. Quieren formar parte del proceso de desarrollo de su pa¨ªs; no solo para implementarlo, sino, en primer lugar, para pensar las bases sobre las que va a llevarse a t¨¦rmino. Su entusiasmo y su voluntad de participar son esenciales para la sostenibilidad del proyecto, y esto es lo que trat¨¦ de aprovechar para la arquitectura.
La experiencia me ha ense?ado que es imposible lograr un cambio si uno se queda sentado frente a una mesa, alejado de la gente que est¨¢ tratando de ayudar. En culturas como la m¨ªa, en las que casi no hay acceso a la informaci¨®n, los objetivos solo pueden alcanzarse mediante el ejemplo, mostrando a la comunidad c¨®mo la cooperaci¨®n y el trabajo duro de sus miembros puede dar lugar a un proyecto exitoso. Por supuesto, no se trata de la manera m¨¢s r¨¢pida, ni la m¨¢s sencilla, pero es la ¨²nica sostenible a largo plazo.
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