? Se trata de darle la vuelta...
Juan Jos¨¦ Carracedo Doval, profesor de Griego y Lat¨ªn del Instituto P¨²blico de Educaci¨®n Secundaria Miguel Catal¨¢n de Coslada (Madrid) nos hace part¨ªcipes de una experiencia educativa, desarrollada con toda la comunidad escolar y de la que se siente profesionalmente fortalecido y humanamente alentado.
Sin embargo, desde el comienzo, en las primeras reuniones del profesorado ya se iba colando el recuerdo de las Jornadas Solidarias del curso anterior. Por lo que voy percibiendo, trabajar sobre el?S¨¢hara fue una experiencia educativa y humana inolvidable; todav¨ªa hoy se huele a t¨¦ y a henna.??
Escucho comentarios que expresan el deseo de repetir la experiencia. As¨ª es como decidimos asomarnos, este curso, en otra edici¨®n de?Jornadas Solidarias, a una nueva tem¨¢tica, Madagascar.
Descubro que se pretende algo distinto de lo habitual ?O es, incluso, al rev¨¦s? En el fondo, se trata de darle la vuelta a ideas preconcebidas sobre asuntos como solidaridad, tercer mundo, el Instituto como centro educativo, la propia labor docente, el sentido de la tarea diaria... y sobre todo -y para m¨ª, lo m¨¢s importante- combatir el des¨¢nimo, el malestar y profundizar en el compromiso y el esfuerzo de sentirnos parte de un proyecto de escuela p¨²blica de calidad.
La idea va abri¨¦ndose camino. El orientador del instituto y una profesora de Lengua me invitan a participar en la organizaci¨®n de estas jornadas. Poco a poco, me acerco con curiosidad al fen¨®meno "Jornadas Solidarias". Comienzo a descubrir las ideas que proporcionan identidad a este Instituto. Descubro la importancia de la participaci¨®n del alumnado, del profesorado y de las familias, en proyectos interdisciplinares de convivencia y de aprendizaje y, al mismo tiempo, tomo conciencia de lo que supone desarrollar un modelo basado en el Aprendizaje y el Servicio solidario.
El plan parece estar claro; primero coordinar el trabajo de los C¨ªrculos de Convivencia de 4? curso de la Educaci¨®n Secundaria Obligatorita (ESO), en el proceso de toma de decisiones, valoraci¨®n y argumentaci¨®n sobre la incorporaci¨®n o no, de esta iniciativa colectiva, en su programa de Aprendizaje y Servicio Solidario. Una vez aceptada, unos veinte estudiantes de todos los itinerarios de 4? curso abordar¨ªan, durante en el mes de octubre, una primera fase de dise?o y motivaci¨®n general. Contamos, adem¨¢s, con el apoyo de la ONG Agua de Coco, con la que trabajaremos estrechamente en nuestro acercamiento a Madagascar.
Las l¨ªneas maestras tambi¨¦n parecen claras: Toda la comunidad escolar tendr¨¢ la oportunidad de participar en esta iniciativa de trabajo educativo; los espacios permitir¨¢n avanzar en el conocimiento compartido, transform¨¢ndose en lugares de reflexi¨®n, di¨¢logo y encuentro personal con la realidad de un pa¨ªs que se enfrenta al reto de atender las necesidades, a¨²n no cubiertas, de su poblaci¨®n.
En esta empresa colectiva no queremos posicionarnos como salvadores caritativos de unos "pobres", sino como "ciudadanos comprometidos" que desean colaborar, apoyando el esfuerzo de todos por cubrir las necesidades m¨¢s urgentes, impulsando los propios recursos y capacidades y enriqueci¨¦ndonos con la experiencia y el conocimiento mutuo.
Con esta concepci¨®n, entramos en la fase de preparaci¨®n. El desarrollo de esta fase supone un verdadero esfuerzo de superaci¨®n, que exige generar un conjunto producciones, aprendizajes y emociones. Un trabajo apasionante y absorbente que alimenta sentimientos de complicidad, est¨ªmulo e intercambio entre estudiantes y profesorado.?
Los temarios de las diferentes asignaturas se llenan de Madagascar, su clima, su paisaje, la flora y la fauna, idiomas, poemas, creencias: Leemos La Flor de Madagascar, de Nacho Docavo; en el tiempo de tutor¨ªa de 3? y 4? de ESO se estudia la relaci¨®n entre los problemas concretos de Madagascar y los Derechos Humanos y los Objetivos del Milenio; m¨¢s de quince profesores de diversas materias (M¨²sica, Ingl¨¦s, Religi¨®n, Sociales, Naturales, etc.) y muchos estudiantes dise?amos conjuntamente los talleres por los que transitar¨¢n todas las clases de?la ESO... "As¨ª es Madagascar", "Juegos y Juguetes de Madagascar", "La m¨²sica malgache", "Cuentacuentos", "Artesan¨ªa malgache" y "Derechos Humanos".
Los C¨ªrculos de Convivencia contactan con los invitados y preparan sus presentaciones; el Gabinete de Prensa difunde el programa en las redes sociales y visita a los colegios de educaci¨®n primaria pr¨®ximos, invitando al alumnado de 6? curso, a los directores... a participar en las actividades, al mismo tiempo que preparan las entrevistas de los ponentes participantes; la joven dramaturga Irene Rodr¨ªguez escribe, a contrarreloj, la obra 'Cuatro mil polillas', para ser le¨ªda por otro grupo de estudiantes y una profesora de Matem¨¢ticas asume el reto de montar su escenificaci¨®n a tiempo y con calidad.?
Tambi¨¦n quer¨ªamos conseguir fondos para ayudar a la citada ONG, Agua de Coco. La profesora de Econom¨ªa organiza con sus chicos de 1? de Bachillerato un mercadillo solidario con productos donados de segunda mano y las madres del AMPA se responsabilizan durante varios mi¨¦rcoles de vender artesan¨ªa malgache. En las paredes se van abriendo, gracias a la colaboraci¨®n de la ONG, decenas de ventanas fotogr¨¢ficas a la isla africana y sus gentes; dos grandes artistas, adem¨¢s de profesores de Filosof¨ªa y Pl¨¢stica, tambi¨¦n con estudiantes, claro, narran con pincel y tijeras los que ser¨¢n nuestros particulares escenarios malgaches.
El proyecto ya es de todos, de toda la comunidad educativa del 'Miguel Catal¨¢n' y, tambi¨¦n, del Ayuntamiento, que colabora a trav¨¦s de la Concejal¨ªa de Juventud. El aprendizaje entre los estudiantes fluye de manera natural, al mismo tiempo, que preparan los tradicionales ex¨¢menes de diciembre... ?Una verdadera heroicidad fraguada a golpe de inter¨¦s, satisfacci¨®n y esp¨ªritu solidario!
Por fin llegan los d¨ªas del 17 al 20 de diciembre y, con ellos, las II Jornadas. Todo est¨¢ ensayado y discurre con una fuerza incontenible. Chicos y chicas, con una explosiva mezcla de nervios y alegr¨ªa, toman las riendas y presiden las mesas del evento: la inauguraci¨®n, los Proyectos de Agua de Coco, el sobrecogedor concierto de Kilema, m¨²sico malgache; los talleres, las tertulias, las ponencias, la lectura dramatizada, y el broche de oro, el aut¨¦ntico encuentro con la realidad malgache y las sonrisas de sus chicas: el concierto de Malagasy Gospel Choir el d¨ªa 28.
Los aplausos, el reconocimiento y el "da gusto trabajar con gente como vosotros", y "qu¨¦ bien ver j¨®venes, capaces de hacer estas cosas y comprometerse" llena los o¨ªdos de todos.
Una vez m¨¢s, hemos puesto del rev¨¦s nuestras ideas y nuestras estructuras, y, sobre todo, nuestras caras, esas caras que, al menos durante unos d¨ªas ¨Caunque dese¨¢ndolo para todo el curso- han sido de ilusi¨®n. Una ilusi¨®n en el alumnado por aprender 'con sentido'; y una satisfacci¨®n para el profesorado que encuentra algunas respuestas a sus debates profesionales... "?Qu¨¦ hace un orientador o una profesora de Lengua, o uno de Griego, dedicando su energ¨ªa a organizar unas Jornadas Solidarias?"
Esta experiencia me sirve para apostar, una vez m¨¢s, por una educaci¨®n de y para el servicio y la solidaridad, no para la competitividad y la excelencia personal. Desde el trabajo comprometido y solidario, podemos evaluar la excelencia en el conocimiento y en el comportamiento, as¨ª como, la capacidad de conmover y conmovernos. Hemos pretendido de forma entusiasta que Madagascar, Coslada.... y, cada uno de nosotros, al fin y al cabo, nos consideremos sujetos y complementos directos del verbo transformar ?
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