La amenaza yihadista sigue aqu¨ª
Existe una creciente voluntad en los l¨ªderes del terrorismo mundial por ejecutar operaciones contra sus enemigos occidentales para compensar as¨ª que las v¨ªctimas de sus iniciativas sean habitualmente musulmanas
A los atentados perpetrados en Boston, el 15 de abril, por dos hermanos de origen checheno residentes desde hace m¨¢s de una d¨¦cada en Estados Unidos se han a?adido estos ¨²ltimos d¨ªas otras noticias relacionadas con el terrorismo global y la amenaza que supone para las sociedades occidentales, incluida la espa?ola. Una semana despu¨¦s de aquellos hechos que tanto conmocionaron a los ciudadanos norteamericanos, el pasado lunes, la polic¨ªa de Canad¨¢ anunci¨® la detenci¨®n de dos hombres, uno procedente de T¨²nez y otro de los Emiratos ?rabes Unidos, que no llevar¨ªan mucho tiempo en territorio canadiense, acusados de estar conspirando para ejecutar un atentado terrorista contra alg¨²n tren en Toronto y de estar actuando a las ¨®rdenes de dirigentes de la matriz de Al Qaeda establecidos en Ir¨¢n, pa¨ªs que desde la d¨¦cada de los noventa ha permitido el tr¨¢nsito y establecimiento de destacados miembros de dicha estructura terrorista.
No hab¨ªa transcurrido un d¨ªa de esta ¨²ltima operaci¨®n antiterrorista al otro lado del Atl¨¢ntico cuando la polic¨ªa espa?ola comunicaba, este pasado martes, que dos individuos, uno nacido en Argelia y otro en Marruecos, eran detenidos en Zaragoza y Murcia, respectivamente, presuntamente relacionados con Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI). Con anterioridad, este mismo a?o, otros dos marroqu¨ªes, ambos ideol¨®gicamente adheridos al salafismo yihadista, hab¨ªan sido igualmente detenidos en Valencia y Ulldecona, localidad tarraconense situada en las tierras del Ebro, sospechosos de planear atentados en el primer caso y de distribuir propaganda en el segundo. El pasado mes de agosto, dos operativos de Al Qaeda central, uno nacido en Chechenia y otro en Daguest¨¢n, fueron asimismo detenidos en la provincia de Ciudad Real, al igual que su presunto facilitador, de nacionalidad turca, en la de C¨¢diz.
Centenares de individuos se trasladan de Europa y Norteam¨¦rica a las zonas de tensi¨®n, como Siria
Entre tanto, las detenciones de individuos implicados en actividades de terrorismo yihadista se han sucedido a lo largo de 2013 en otros pa¨ªses de Europa occidental. Como Reino Unido ¡ªdonde las autoridades han revelado que cada a?o se desbarata al menos un atentado similar a los del 7 de julio de 2005¡ª, Francia ¡ªahora muy se?alada como objetivo preferente por Ayman al Zawahiri, el l¨ªder de Al Qaeda y por los dirigentes de su rama magreb¨ª¡ª, Alemania ¡ªdonde se sabe que no menos de un centenar de j¨®venes nacidos o residentes en el pa¨ªs han sido adiestrados en campos for¨¢neos de entrenamiento terrorista controlados por organizaciones yihadistas en el sur de Asia¡ª, B¨¦lgica ¡ªpa¨ªs en el que alrededor de 130 personas son objeto de especial seguimiento por los servicios contraterroristas¡ª, o los Pa¨ªses Bajos ¡ªdonde en estos momentos hay unos 100 individuos que se cree dispuestos a la yihad terrorista individual¡ª.
?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?Pero no hab¨ªa remitido la amenaza del terrorismo yihadista en las sociedades occidentales como consecuencia de las revueltas que han tenido y tienen lugar en algunos pa¨ªses del mundo ¨¢rabe? ?Acaso no hab¨ªa quedado reducida a la amenaza que plantean los denominados, a menudo de modo impropio, lobos solitarios? Solo aparentemente. Ni la amenaza del terrorismo yihadista ha dejado de existir para los pa¨ªses del mundo occidental, aunque buena parte de quienes lo practican est¨¦n temporal y parcialmente dando prioridad a sus intervenciones en la pugna por el poder desatada en distintos lugares del Norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo ¡ªsin olvidar, por cierto, las contiendas propias de otros escenarios continuados de conflicto en el sur de Asia o el norte del C¨¢ucaso¡ª, ni dicha amenaza en las sociedades abiertas procede principalmente, menos a¨²n en sus expresiones m¨¢s espectaculares y potencialmente m¨¢s letales, de individuos o c¨¦lulas yihadistas independientes.
Una somera aproximaci¨®n a los actores del terrorismo yihadista cuyas actividades se proyectan en o sobre las naciones occidentales permite distinguir cu¨¢les son en la actualidad sus tres componentes b¨¢sicos, interconectados entre s¨ª de distintas maneras. En primer lugar, Al Qaeda como estructura terrorista global, incluyendo tanto a su matriz en Pakist¨¢n, es decir Al Qaeda central, como a sus extensiones en Yemen, Irak y el Magreb. En segundo lugar, el heterog¨¦neo y variable conjunto de organizaciones afines a Al Qaeda o a algunas de sus ramas, desde el Movimiento por la Unicidad y la Yihad en ?frica Occidental (MUYAO), Boko Haram en Nigeria o Al Shabab en Somalia, hasta Harakat al Muyahid¨ªn, Therik e Taliban Pakistan (TTP) o Laskhar e Toiba (LeT) en el sur de Asia. En tercer lugar, un indeterminado, pero significativo, n¨²mero de c¨¦lulas e individuos, igualmente inspirados en la com¨²n ideolog¨ªa del salafismo yihadista, que se conducen de manera independiente.
El mismo d¨ªa del atentado de
Boston, Al Qaeda mataba en Irak a m¨¢s de 50 personas
Es cierto que desde el inicio de las movilizaciones antigubernamentales en algunos pa¨ªses del norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo, tanto Al Qaeda como sus extensiones territoriales, todas ellas activas en esa regi¨®n, y las entidades asociadas que exist¨ªan antes de la llamada primavera ¨¢rabe, al igual que las formadas al hilo de los acontecimientos, han estado centradas en aprovechar las oportunidades favorables a sus intereses all¨ª donde pudieran presentarse, desde el norte de Mal¨ª hasta Siria. Pero hay dos circunstancias que revierten de nuevo la amenaza del terrorismo yihadista hacia las naciones occidentales. Por una parte, la creciente voluntad, por parte de los dirigentes de las organizaciones predominantes en la urdimbre del terrorismo global, en especial Al Qaeda central y sus extensiones territoriales, de llevar a cabo operaciones contra el llamado enemigo lejano ¡ªlos pa¨ªses occidentales¡ª que compensen la imagen de que se encuentran inmersas en un conflicto entre musulmanes ¡ªen una situaci¨®n de fitna¡ª y la realidad de que musulmanas son la inmensa mayor¨ªa de sus v¨ªctimas.
Por otra parte, varios centenares de individuos ¡ªsi es que no hacen falta ya cuatro d¨ªgitos para contabilizarlos¡ª, en general varones y relativamente j¨®venes, se han trasladado durante los dos ¨²ltimos a?os desde distintas naciones de Europa Occidental ¡ªReino Unido, Alemania, Francia, B¨¦lgica, Suecia o Espa?a entre ellas¡ª e incluso desde Norteam¨¦rica ¡ªEstados Unidos y Canad¨¢¡ª no solo a las tradicionales zonas de conflicto en el sur de Asia o el este de ?frica, sino hacia los nuevos espacios de contienda armada surgidos de la inestabilidad pol¨ªtica desencadenada en el norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo. Aunque el flujo hacia el norte de Mal¨ª no debe obviarse, Siria es el destino preferente de los yihadistas procedentes del mundo occidental y Yabat al Nusra, la entidad org¨¢nica y estrat¨¦gicamente solapada con Al Qaeda en Irak, su principal organizaci¨®n de encuadramiento. No pocos de ellos han empezado a regresar a los lugares de que partieron, constituy¨¦ndose en fuente local de una amenaza cuyo foco ¡ªquiz¨¢ tambi¨¦n mando¡ª queda al otro lado del Mediterr¨¢neo.
Pese a esta reversi¨®n de la amenaza, el mundo occidental no es el principal escenario donde se manifiesta, por mucho que la propaganda de las organizaciones yihadistas, atentados como los recientes en Estados Unidos y las detenciones de d¨ªas pasados en Canad¨¢ o Espa?a sugieran lo contrario. Un vistazo a otros incidentes de terrorismo yihadista ocurridos el 15 de abril, fecha de las explosiones en Boston que ocasionaron tres muertos, as¨ª como los d¨ªas anterior y posterior, invita a reflexionar sobre lo etnoc¨¦ntrica que puede ser la informaci¨®n acerca del terrorismo yihadista transmitida por nuestros medios de comunicaci¨®n y la percepci¨®n de la opini¨®n p¨²blica al respecto. Aquel mismo d¨ªa, unos atentados de Al Qaeda en Irak ocasionaron la muerte a m¨¢s de 50 personas, sobre todo en Bagdad. El d¨ªa anterior, m¨¢s de 35 fallec¨ªan en atentados de Al Shabab en Mogadiscio. El d¨ªa posterior, no menos de 17 perec¨ªan en un atentado suicida de Therik e Taliban Pakistan en Peshawar. Todas las v¨ªctimas eran habitantes de esas tres ciudades, de poblaci¨®n mayoritariamente musulmana.
Fernando Reinares es investigador principal de terrorismo internacional en el Real Instituto Elcano y catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos.
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